Los países en desarrollo construyen sus satélites pese a disponer de información gratuita de Occidente. Tatum Anderson se pregunta si es eso rentable.
La noticia de que India lanzará en los próximos tres años dos satélites más, da cuenta de la tendencia de los países en desarrollo de conquistar el extenso portafolio espacial de Occidente, algunas veces con un alto costo para sus finanzas.
El mes pasado (18 de octubre) la Organización India para la Investigación del Espacio (ISRO por sus siglas en inglés) anunció sus planes de lanzar dos satélites para observación de la Tierra, los que se unirán a los seis que ya tiene en órbita. El mes anterior (17 de septiembre) Sudáfrica lanzó su primer satélite comercial. China, Brasil, Tailandia y Vietnam tienen satélites, así como Argelia y Nigeria.
El propósito de muchos de estos satélites es monitorear el ambiente, desde la densidad poblacional hasta las inundaciones y las emisiones de monóxido de carbono. Pero los expertos se cuestionan si ésta es la mejor forma de invertir sus preciados recursos, especialmente en países donde ni siquiera es posible alimentar a su población. Con toda la información disponible gratuitamente de los satélites de las diferentes organizaciones internacionales en Europa y los Estados Unidos, las prioridades sobre los fondos disponibles, posiblemente reciban una mayor atención.
Sudáfrica aumenta su capacidad
Tomemos como ejemplo el nuevo satélite de Sudáfrica, el SumbandilaSat, que monitoreará el ambiente del país, desde los cultivos y densidad de la población hasta los niveles de las represas, con seis cámaras de alta resolución. Esto deberá permitir un mejor manejo de los desastres naturales, como rastrear las inundaciones que regularmente azotan a los países vecinos, los incendios en la sabana sudafricana e inclusive seguir el rendimiento de los cultivos para predecir mejor las sequías.
Según Herman Steyn, profesor de ingeniería electrónica en la Universidad de Stellenbosch, donde comenzó el proyecto de los satélites, el objetivo clave para Sudáfrica es también nacional —científico— y de confianza en sus propias capacidades. Como él dice, el proyecto ha ayudado a entrenar a una nueva generación de científicos e ingenieros espaciales africanos.
"Si se quiere estimular a los africanos a impulsar la ciencia y la ingeniería como carrera, se necesita poder decirles que nosotros también somos capaces de hacerlo", señala. "Para cada sudafricano es emocionante ver un satélite que ha sido construido aquí", añade.
Tomando el control de la tecnología
Con el inminente lanzamiento además de la Agencia Espacial Nacional Sudafricana, hay otro asunto en juego: la necesidad de control, explica Steyn: "Si otros construyen tu satélite, tendrán también el control de la tecnología, te dirán qué te está permitido utilizar y qué es lo que recibes por tu dinero", afirma.
En Nigeria, la confianza en sus capacidades es claramente todo un tema. En 2006 el gobierno aprobó un plan de trabajo de 25 años dirigido a contar con astronautas nigerianos y realizar vuelos espaciales, y ya han empezado a construir sus propios satélites.
Los satélites anteriores fueron construidos por la compañía, Surrey Satellite Technology del Reino Unido, por lo que Nigeria ha estado enviando allí durante varios años a sus ingenieros a perfeccionarse. Hoy, el país ha construido dos satélites propios para observar la tierra: NigeriaSat-2 y NigeriaSat-3.
Respuesta:
Lanzar satélites propios: ventajas y desventajas
Los países en desarrollo construyen sus satélites pese a disponer de información gratuita de Occidente. Tatum Anderson se pregunta si es eso rentable.
La noticia de que India lanzará en los próximos tres años dos satélites más, da cuenta de la tendencia de los países en desarrollo de conquistar el extenso portafolio espacial de Occidente, algunas veces con un alto costo para sus finanzas.
El mes pasado (18 de octubre) la Organización India para la Investigación del Espacio (ISRO por sus siglas en inglés) anunció sus planes de lanzar dos satélites para observación de la Tierra, los que se unirán a los seis que ya tiene en órbita. El mes anterior (17 de septiembre) Sudáfrica lanzó su primer satélite comercial. China, Brasil, Tailandia y Vietnam tienen satélites, así como Argelia y Nigeria.
El propósito de muchos de estos satélites es monitorear el ambiente, desde la densidad poblacional hasta las inundaciones y las emisiones de monóxido de carbono. Pero los expertos se cuestionan si ésta es la mejor forma de invertir sus preciados recursos, especialmente en países donde ni siquiera es posible alimentar a su población. Con toda la información disponible gratuitamente de los satélites de las diferentes organizaciones internacionales en Europa y los Estados Unidos, las prioridades sobre los fondos disponibles, posiblemente reciban una mayor atención.
Sudáfrica aumenta su capacidad
Tomemos como ejemplo el nuevo satélite de Sudáfrica, el SumbandilaSat, que monitoreará el ambiente del país, desde los cultivos y densidad de la población hasta los niveles de las represas, con seis cámaras de alta resolución. Esto deberá permitir un mejor manejo de los desastres naturales, como rastrear las inundaciones que regularmente azotan a los países vecinos, los incendios en la sabana sudafricana e inclusive seguir el rendimiento de los cultivos para predecir mejor las sequías.
Según Herman Steyn, profesor de ingeniería electrónica en la Universidad de Stellenbosch, donde comenzó el proyecto de los satélites, el objetivo clave para Sudáfrica es también nacional —científico— y de confianza en sus propias capacidades. Como él dice, el proyecto ha ayudado a entrenar a una nueva generación de científicos e ingenieros espaciales africanos.
"Si se quiere estimular a los africanos a impulsar la ciencia y la ingeniería como carrera, se necesita poder decirles que nosotros también somos capaces de hacerlo", señala. "Para cada sudafricano es emocionante ver un satélite que ha sido construido aquí", añade.
Tomando el control de la tecnología
Con el inminente lanzamiento además de la Agencia Espacial Nacional Sudafricana, hay otro asunto en juego: la necesidad de control, explica Steyn: "Si otros construyen tu satélite, tendrán también el control de la tecnología, te dirán qué te está permitido utilizar y qué es lo que recibes por tu dinero", afirma.
En Nigeria, la confianza en sus capacidades es claramente todo un tema. En 2006 el gobierno aprobó un plan de trabajo de 25 años dirigido a contar con astronautas nigerianos y realizar vuelos espaciales, y ya han empezado a construir sus propios satélites.
Los satélites anteriores fueron construidos por la compañía, Surrey Satellite Technology del Reino Unido, por lo que Nigeria ha estado enviando allí durante varios años a sus ingenieros a perfeccionarse. Hoy, el país ha construido dos satélites propios para observar la tierra: NigeriaSat-2 y NigeriaSat-3.
Explicación:
Espero que te ayude