Las palabras “sano” y “enfermo” forman parte de las voces de nuestra cultura. Expresiones como “estoy bien, estoy sano” o “estoy enfermo, no me encuentro bien”, son de uso común en nuestro medio. Además de expresar sensación subjetiva de bienestar o de malestar, en ocasiones, también se usan para describir partes del cuerpo, mecanismo fisiológicos, el control de las reacciones emocionales y el funcionamiento mental, así como las actitudes y motivaciones humanas.
Sin embargo, la percepción que tienen los individuos, la sociedad y los sistemas políticos sobre la salud, ha variado a través de los tiempos y en los últimos años ha habido grandes cambios respecto al concepto de salud y los factores que la favorecen o empeoran.
La salud siempre ha sido valorada y buscada a través de la historia de la humanidad; pero a pesar de su importancia, se ha probado que es algo difícil de definir y, por tanto, de describir y medir con precisión. Hasta tiempos no muy lejanos, la salud se definía como una ausencia de enfermedad y no como un estado en sí mismo.
Respuesta:
Las palabras “sano” y “enfermo” forman parte de las voces de nuestra cultura. Expresiones como “estoy bien, estoy sano” o “estoy enfermo, no me encuentro bien”, son de uso común en nuestro medio. Además de expresar sensación subjetiva de bienestar o de malestar, en ocasiones, también se usan para describir partes del cuerpo, mecanismo fisiológicos, el control de las reacciones emocionales y el funcionamiento mental, así como las actitudes y motivaciones humanas.
Sin embargo, la percepción que tienen los individuos, la sociedad y los sistemas políticos sobre la salud, ha variado a través de los tiempos y en los últimos años ha habido grandes cambios respecto al concepto de salud y los factores que la favorecen o empeoran.
La salud siempre ha sido valorada y buscada a través de la historia de la humanidad; pero a pesar de su importancia, se ha probado que es algo difícil de definir y, por tanto, de describir y medir con precisión. Hasta tiempos no muy lejanos, la salud se definía como una ausencia de enfermedad y no como un estado en sí mismo.