nicolFJ27
I bien es cierto que la filosofía exige un devenir del pensamiento supremamente más riguroso que todos aquellos misticismos espirituales y religiosos (a los que la tradición nos mantiene lamentablemente acostumbrados), también es factible observar nacer de ella una teología, pero proveniente de los más profundos abismos mentales de varios reconocidos y escrupulosos pensadores. Esto no debe entrañar una contradicción, pues, como ya se ha dicho anteriormente en estas páginas, cada Dios es del tamaño de la conciencia que lo elucubra. Justo por esto, analizar el problema de Dios desde el punto de vista de la filosofía, más que parecer algo insólito, es elevar el nivel del debate a uno más sublime, responsable y profundo.