La noción de "calidad educativa" importa, pues nos lleva necesariamente a dos asuntos que resultan centrales para la conducción de cualquier sistema educativo: definir lo deseable en la materia y ocuparse de fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje dentro de las escuelas y las aulas. Marginar el tema dentro del discurso y la acción del gobierno, significaría, en muchos sentidos, dejar fuera de la política educativa a la educación.
El concepto en cuestión refiere y supone inevitablemente alguna visión de lo deseable, pues hablar de "calidad" entraña emitir un juicio de valor basado en algún estándar que defina aquello que se considera valioso. Importa discutir, argumentar y acordar el contenido de lo deseable en materia educativa, pues ello ofrece una brújula indispensable para conducir cualquier esfuerzo centrado en promover, a través de la educación escolarizada, experiencias transformadoras y posibilitantes para los estudiantes. Sin esa brújula, el barco de la educación se pandea y suele terminar sirviendo a otros propósitos, importantes o incluso más urgentes que los educativos, pero distintos a éstos. En el caso de una escuela privada, por ejemplo, a generar utilidades para sus dueños; en el caso de un sistema de educación pública a combatir la inseguridad y/o a apuntalar la gobernabilidad.
Respuesta:
La noción de "calidad educativa" importa, pues nos lleva necesariamente a dos asuntos que resultan centrales para la conducción de cualquier sistema educativo: definir lo deseable en la materia y ocuparse de fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje dentro de las escuelas y las aulas. Marginar el tema dentro del discurso y la acción del gobierno, significaría, en muchos sentidos, dejar fuera de la política educativa a la educación.
El concepto en cuestión refiere y supone inevitablemente alguna visión de lo deseable, pues hablar de "calidad" entraña emitir un juicio de valor basado en algún estándar que defina aquello que se considera valioso. Importa discutir, argumentar y acordar el contenido de lo deseable en materia educativa, pues ello ofrece una brújula indispensable para conducir cualquier esfuerzo centrado en promover, a través de la educación escolarizada, experiencias transformadoras y posibilitantes para los estudiantes. Sin esa brújula, el barco de la educación se pandea y suele terminar sirviendo a otros propósitos, importantes o incluso más urgentes que los educativos, pero distintos a éstos. En el caso de una escuela privada, por ejemplo, a generar utilidades para sus dueños; en el caso de un sistema de educación pública a combatir la inseguridad y/o a apuntalar la gobernabilidad.
Explicación:
Espero ayude D: <33