Lo primero que hay que advertir es la procedencia religiosa de Berkeley, pues era obispo. Ello implicará que su problema antropologico estará también ligado al problema teológico. Pero lo interesante es que, en contrapartida, tiene una influencia muy profunda del empirismo. Como lo plantean algunos llevado al extremo.
El problema lo centrará en la conciencia y la sensación, trasladándolo al plano gnoseológico estableciendo que el problema de nuestro conocimiento son la ideas. Pero además, además genera el problema del inmaterialismo, los seres humanos no pueden conocer los objetos reales o la materia.
Llegará a un idealismo delirante (según Kant), al eliminar las cualidades primarias y secundarias de las cosas. Ser es ser peracibido en ello centra su pensamiento.
De esta forma se generará un perspectiva espiritualista del hombre, Dios se revela al hombre y es percibido. En tal sentido la moral, la ética y el comportamiento en atención a los mandatos divinos mediante los cuales Dios se revela, designan una antropología centrada en la espiritualidad, una idealidad de conciencia permanente que busca el conocimiento y percepción de lo divino. El centro de su antropología es lo espiritual.
Lo primero que hay que advertir es la procedencia religiosa de Berkeley, pues era obispo. Ello implicará que su problema antropologico estará también ligado al problema teológico. Pero lo interesante es que, en contrapartida, tiene una influencia muy profunda del empirismo. Como lo plantean algunos llevado al extremo.
El problema lo centrará en la conciencia y la sensación, trasladándolo al plano gnoseológico estableciendo que el problema de nuestro conocimiento son la ideas. Pero además, además genera el problema del inmaterialismo, los seres humanos no pueden conocer los objetos reales o la materia.
Llegará a un idealismo delirante (según Kant), al eliminar las cualidades primarias y secundarias de las cosas. Ser es ser peracibido en ello centra su pensamiento.
De esta forma se generará un perspectiva espiritualista del hombre, Dios se revela al hombre y es percibido. En tal sentido la moral, la ética y el comportamiento en atención a los mandatos divinos mediante los cuales Dios se revela, designan una antropología centrada en la espiritualidad, una idealidad de conciencia permanente que busca el conocimiento y percepción de lo divino. El centro de su antropología es lo espiritual.