El Gobierno italiano ha decretado este miércoles el estado de emergencia durante 12 meses en la zona del derrumbe de un puente en Génova y ha anunciado que destinará cinco millones de euros para las primeras acciones urgentes de un siniestro que ha causado al menos 38 muertos y 16 heridos.
El balance provisional del suceso ocurrido el martes es de 38 muertos, entre ellos tres menores de ocho, doce y trece años, según cifras de la Delegación del Gobierno en Génova.
Hay además dieciséis heridos, nueve de ellos graves, por lo que tres han salido del estado de gravedad en las últimas horas.
El suceso tuvo lugar cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, construido en la década de 1960, se vino abajo y sepultó a los coches que circulaban por él en ese momento.
El viaducto transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales, y los equipos de emergencia temen que puedan producirse ulteriores desplomes, por lo que han sido desalojadas 634 personas de edificios adyacentes.
La mayoría han pasado la noche en casas de familiares, ha informado el primer ministro italiano, Giuseppe Conté en rueda de prensa, aunque también ha habido otros que se encuentran en campamentos improvisados en centros que han facilitado las autoridades locales.
Además, el Gobierno desarrollará un plan extraordinario que contemple controles en todas las infraestructuras del país, "muchas construidas entre los años 50 y 70, y que sufren cierto degrado".
Se nombrará próximamente a un comisario para que se encargue de vigilar el correcto desarrollo de las obras de reconstrucción del puente, en cuya financiación deberá intervenir, al menos en parte, la compañía Autostrade, ha subrayado Toninelli.
El ministro de Infraestructuras ha pedido este miércoles la dimisión de los directivos de la concesionaria, después de que esta reconociera en un comunicado que en estos momentos estaba trabajando para afianzar el pavimento del puente.
Unas labores que la compañía asegura que contaban con continua supervisión y que el puente también había pasado los controles periódicos pertinentes y sujetos a la normativa del país.
Las casas bajo el viaducto derrumbado no volverán a ser habitables
El presidente de la región italiana de Liguria, Giovanni Toti, anunció que antes de final de año se darán casas a las 311 familias que han tenido que ser desalojadas tras el derrumbe, ya que los edificios bajo el viaducto no volverán a ser habitables.
Así, las 632 personas que fueron desalojadas, en total 311 núcleos familiares, no volverán a habitarlas. La calle Fillak, en el barrio de Sampierdarena, no volverá a existir porque sus casas serán demolidas, como también anunció el ministro del Interior, Matteo Salvini.
Además, el fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, ha explicado que se teme
Mientras los bomberos trabajan desde hace 48 horas sin interrupción en el intento de buscar a los desaparecidos, se examinan las cámaras de seguridad de este tramo de autopista, para poder conocer el número de vehículos que transitaban en el momento del derrumbe del viaducto.
Por el momento, no hay datos oficiales del número de desaparecidos, ya que era un tramo muy frecuentado por turistas.
El Gobierno italiano ha decretado este miércoles el estado de emergencia durante 12 meses en la zona del derrumbe de un puente en Génova y ha anunciado que destinará cinco millones de euros para las primeras acciones urgentes de un siniestro que ha causado al menos 38 muertos y 16 heridos.
El balance provisional del suceso ocurrido el martes es de 38 muertos, entre ellos tres menores de ocho, doce y trece años, según cifras de la Delegación del Gobierno en Génova.
Hay además dieciséis heridos, nueve de ellos graves, por lo que tres han salido del estado de gravedad en las últimas horas.
El suceso tuvo lugar cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, construido en la década de 1960, se vino abajo y sepultó a los coches que circulaban por él en ese momento.
El viaducto transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales, y los equipos de emergencia temen que puedan producirse ulteriores desplomes, por lo que han sido desalojadas 634 personas de edificios adyacentes.
La mayoría han pasado la noche en casas de familiares, ha informado el primer ministro italiano, Giuseppe Conté en rueda de prensa, aunque también ha habido otros que se encuentran en campamentos improvisados en centros que han facilitado las autoridades locales.
Además, el Gobierno desarrollará un plan extraordinario que contemple controles en todas las infraestructuras del país, "muchas construidas entre los años 50 y 70, y que sufren cierto degrado".
Se nombrará próximamente a un comisario para que se encargue de vigilar el correcto desarrollo de las obras de reconstrucción del puente, en cuya financiación deberá intervenir, al menos en parte, la compañía Autostrade, ha subrayado Toninelli.
El ministro de Infraestructuras ha pedido este miércoles la dimisión de los directivos de la concesionaria, después de que esta reconociera en un comunicado que en estos momentos estaba trabajando para afianzar el pavimento del puente.
Unas labores que la compañía asegura que contaban con continua supervisión y que el puente también había pasado los controles periódicos pertinentes y sujetos a la normativa del país.
Las casas bajo el viaducto derrumbado no volverán a ser habitables
El presidente de la región italiana de Liguria, Giovanni Toti, anunció que antes de final de año se darán casas a las 311 familias que han tenido que ser desalojadas tras el derrumbe, ya que los edificios bajo el viaducto no volverán a ser habitables.
Así, las 632 personas que fueron desalojadas, en total 311 núcleos familiares, no volverán a habitarlas. La calle Fillak, en el barrio de Sampierdarena, no volverá a existir porque sus casas serán demolidas, como también anunció el ministro del Interior, Matteo Salvini.
Además, el fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, ha explicado que se teme
Mientras los bomberos trabajan desde hace 48 horas sin interrupción en el intento de buscar a los desaparecidos, se examinan las cámaras de seguridad de este tramo de autopista, para poder conocer el número de vehículos que transitaban en el momento del derrumbe del viaducto.
Por el momento, no hay datos oficiales del número de desaparecidos, ya que era un tramo muy frecuentado por turistas.