Los magiares, conocidos como húngaros en la mayoría de los países occidentales, fueron un pueblo organizado en un principado, con características nómadas, proveniente de las planicies del Asia Central, hasta su emigración hacia la Europa central a finales del siglo IX, cuando se establecieron en la actual Hungría. Este largo viaje y el parentesco con los hunos trata de ser explicado de incontables formas y en varias leyendas, como por ejemplo en la de los hermanos Hunor y Magor.
El principado húngaro se hallaba compuesto por varias tribus de la misma lengua y bajo el comando de dos príncipes. Era por esto que precisamente recibía el nombre de Principado doble húngaro. Uno de los príncipes llevaba el título de "Kende"; este era el líder religioso de los húngaros y su símbolo era el sol; el otro príncipe portaba el título de "Gyula", y era el caudillo militar de los húngaros, bajo el símbolo de la luna.
A comienzos del siglo IX, el principado húngaro, que ya venía avanzando desde la región de Levedia, se hallaba bajo la influencia del Kanganato jázaro, un Estado de etnia túrquica, que estaba localizado en Eurasia, al norte del mar Negro. A causa de una guerra civil hacia 830, las tribus húngaras se desplazaron hacia occidente, con dirección a la Europa Oriental y arribaron a la región conocida como la Tierra entre dos ríos (en húngaro: Etelköz). Su permanencia en esta región no sería muy prolongada, puesto que ataques de los pechenegos en 854 los forzarían a seguir avanzando hacia el occidente. Para la época del viaje a través del Etel köz se estima que el kende era el príncipe Levedi y el gyula fuese el príncipe Álmos.
El principado estaba compuesto originalmente por siete tribus húngaras, y en un momento de su historia previa a la llegada al territorio actual húngaro, sus líderes Álmos, Előd, Kond, Tas, Huba, Töhötöm y Ond hicieron un pacto de sangre, reconociendo a todas como iguales (como una sola tribu) y a la vez totalmente supeditadas a un caudillo único, Álmos y su nación. Se estima que por esta época, el poder real del principado recaía en la figura del gyula. Así, Álmos, y posteriormente su hijo Árpad, serían aquellos que conducirían al pueblo húngaro hasta la cuenca de los Cárpatos.
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El principado húngaro y su viaje por Eurasia
Los magiares, conocidos como húngaros en la mayoría de los países occidentales, fueron un pueblo organizado en un principado, con características nómadas, proveniente de las planicies del Asia Central, hasta su emigración hacia la Europa central a finales del siglo IX, cuando se establecieron en la actual Hungría. Este largo viaje y el parentesco con los hunos trata de ser explicado de incontables formas y en varias leyendas, como por ejemplo en la de los hermanos Hunor y Magor.
El principado húngaro se hallaba compuesto por varias tribus de la misma lengua y bajo el comando de dos príncipes. Era por esto que precisamente recibía el nombre de Principado doble húngaro. Uno de los príncipes llevaba el título de "Kende"; este era el líder religioso de los húngaros y su símbolo era el sol; el otro príncipe portaba el título de "Gyula", y era el caudillo militar de los húngaros, bajo el símbolo de la luna.
A comienzos del siglo IX, el principado húngaro, que ya venía avanzando desde la región de Levedia, se hallaba bajo la influencia del Kanganato jázaro, un Estado de etnia túrquica, que estaba localizado en Eurasia, al norte del mar Negro. A causa de una guerra civil hacia 830, las tribus húngaras se desplazaron hacia occidente, con dirección a la Europa Oriental y arribaron a la región conocida como la Tierra entre dos ríos (en húngaro: Etelköz). Su permanencia en esta región no sería muy prolongada, puesto que ataques de los pechenegos en 854 los forzarían a seguir avanzando hacia el occidente. Para la época del viaje a través del Etel köz se estima que el kende era el príncipe Levedi y el gyula fuese el príncipe Álmos.
El principado estaba compuesto originalmente por siete tribus húngaras, y en un momento de su historia previa a la llegada al territorio actual húngaro, sus líderes Álmos, Előd, Kond, Tas, Huba, Töhötöm y Ond hicieron un pacto de sangre, reconociendo a todas como iguales (como una sola tribu) y a la vez totalmente supeditadas a un caudillo único, Álmos y su nación. Se estima que por esta época, el poder real del principado recaía en la figura del gyula. Así, Álmos, y posteriormente su hijo Árpad, serían aquellos que conducirían al pueblo húngaro hasta la cuenca de los Cárpatos.