Las licitaciones son el mejor negocio que existe para ganar y lavar dinero –comentaba el Ministro de Obras Públicas al Viceministro de Transporte-; lo bueno es que ese dinero es como que si no tuviera dueño y hay que gastarlo; así son los fondos públicos.
Y continuó:
– La clave es conseguir empresarios corruptos –o en el peor de los casos, ingenuos- para que colaboren en la operación y le voy a contar otra historia de por qué le digo esto…
– Hace unos meses estábamos licitando la construcción de una calle rural, tenía un costo de unos 5 millones; tenía tres empresas licitando, una de ellas de mi compadre CONSTRUORIENTE SA de CV. Obviamente le pasé la información clave al compadre para que ganara pero con una condición: me hacía la calle y una casa en la playa con el mismo presupuesto.
El Viceministro preguntó:
– ¿Y cómo se hace eso?
– Fácil -respondió el Ministro de Obras Públicas- primero le estoy dando el gane del proyecto, ahí ya tiene al menos el 30 % de utilidad, 1.5 millones, da para mucho; segundo él puede poner materiales de menor calidad en la calle que va a construir o ahorrar en cualquier otra cosa para sacar los costos de la casa de playa. Hasta poquito le saqué.
– En las licitaciones hay que tener cuidado en muchas cosas –tome nota- primero, hacer bien los Términos de Referencia aquí es dónde se cargan los dados; luego pasarle información al que quiere que gane y complicarle la vida a los demás competidores; en la UACI es bueno tener gente de confianza, ya que ellos evalúan y de una vez se pueden quitar de encima los estorbos; finalmente , también hay que ver bien quién recibe los productos, por lo menos para que le dejen bien maquillado lo que entregan.
¿Y eso de la transparencia y la información pública no le afecta? Preguntó el Viceministro.
– Mire Viceministro, hecha la ley, hecha la trampa; la clave es quién tiene la información, y tener a los “actores” bien preparados, es muy difícil que le descubran algo si hace las cosas bien. Pongan a quien pongan de oficial de transparencia mi compadre tiene que ganar la licitación, pero obviamente no las gana todas, algunas migajas hay que dejar caer, sino se levanta sospecha. Tampoco va ser uno “dundo” de poner estas nuevas propiedades a nombre de uno, para eso están los familiares. Esto es un trabajo de orfebrería, me entiende, va uno poco a poco haciendo su capital y billetillo, hoy una casa, mañana un carro, a veces algo de efectivo –nunca cheque-, a veces un favor a un amigo o pariente, por ejemplo que contraten a alguien con buenos honorarios en un proyecto; no sé, hay mil formas de rebuscarse.
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Respuesta:
Licitaciones entre líneas
Las licitaciones son el mejor negocio que existe para ganar y lavar dinero –comentaba el Ministro de Obras Públicas al Viceministro de Transporte-; lo bueno es que ese dinero es como que si no tuviera dueño y hay que gastarlo; así son los fondos públicos.
Y continuó:
– La clave es conseguir empresarios corruptos –o en el peor de los casos, ingenuos- para que colaboren en la operación y le voy a contar otra historia de por qué le digo esto…
– Hace unos meses estábamos licitando la construcción de una calle rural, tenía un costo de unos 5 millones; tenía tres empresas licitando, una de ellas de mi compadre CONSTRUORIENTE SA de CV. Obviamente le pasé la información clave al compadre para que ganara pero con una condición: me hacía la calle y una casa en la playa con el mismo presupuesto.
El Viceministro preguntó:
– ¿Y cómo se hace eso?
– Fácil -respondió el Ministro de Obras Públicas- primero le estoy dando el gane del proyecto, ahí ya tiene al menos el 30 % de utilidad, 1.5 millones, da para mucho; segundo él puede poner materiales de menor calidad en la calle que va a construir o ahorrar en cualquier otra cosa para sacar los costos de la casa de playa. Hasta poquito le saqué.
– En las licitaciones hay que tener cuidado en muchas cosas –tome nota- primero, hacer bien los Términos de Referencia aquí es dónde se cargan los dados; luego pasarle información al que quiere que gane y complicarle la vida a los demás competidores; en la UACI es bueno tener gente de confianza, ya que ellos evalúan y de una vez se pueden quitar de encima los estorbos; finalmente , también hay que ver bien quién recibe los productos, por lo menos para que le dejen bien maquillado lo que entregan.
¿Y eso de la transparencia y la información pública no le afecta? Preguntó el Viceministro.
– Mire Viceministro, hecha la ley, hecha la trampa; la clave es quién tiene la información, y tener a los “actores” bien preparados, es muy difícil que le descubran algo si hace las cosas bien. Pongan a quien pongan de oficial de transparencia mi compadre tiene que ganar la licitación, pero obviamente no las gana todas, algunas migajas hay que dejar caer, sino se levanta sospecha. Tampoco va ser uno “dundo” de poner estas nuevas propiedades a nombre de uno, para eso están los familiares. Esto es un trabajo de orfebrería, me entiende, va uno poco a poco haciendo su capital y billetillo, hoy una casa, mañana un carro, a veces algo de efectivo –nunca cheque-, a veces un favor a un amigo o pariente, por ejemplo que contraten a alguien con buenos honorarios en un proyecto; no sé, hay mil formas de rebuscarse.
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