La revolución industrial fue un conjunto de transformaciones sociales y económicas que sucedieron en algunos países de Europa y que propiciaron la aparición del mundo contemporáneo.
Se puede definir como el conjunto de cambios en el proceso de producción que hicieron posible la desaparición del antiguo régimen económico y la implantación del capitalismo industrial.
El desarrollo basado en el trabajo manual se reemplazó por la industria y la manufactura, y trajo consigo una serie de beneficios y perjuicios. La industrial textil y el hierro fueron la punta de lanza de la revolución.
Estos cambios vinieron de la aplicación de la energía del vapor a la máquina, con lo que nació lo que conocemos como sociedad industrial.
Tuvo sus inicios en Inglaterra, a finales del siglo XVIII, específicamente en la década de 1780, y se extiende hasta el año 1850, cuando prácticamente toda la industria inglesa termina adoptando máquinas de vapor.
Entre los principales inventos de este período se pueden mencionar la máquina de hilar hidráulica (Samuel Crompton, 1779), el telar mecánico (Edmund Cartwright, 1785), la máquina para recolectar algodón (Eli Whitney, 1793), el telégrafo óptico (Claude Chappe, 1793), la pila eléctrica (Alessandro Volta, 1800), el primer barco a vapor, el Clermont (Robert Fulton, 1807), la lámpara de arco eléctrico (Humphry Davy, 1808), la turbina de reacción (Claude Burdin, 1824), el primer tren de pasajeros (1825), la caldera tubular (Marc Seguin, 1827), el generador de corriente alterna (Hippolite Pixxi, 1832), la segadora (Cyrus McCormick, 1834), el primer motor eléctrico operativo (Moritz Hermann Jacobi, 1834), el telégrafo eléctrico (Samuel Morse, 1835/1843), la vulcanización del caucho (Charles Goodyear, 1839) y la desfibradora para obtener pasta de manera y producir papel (Friedrich Gottlieb Keller, 1841).
La revolución industrial fue un conjunto de transformaciones sociales y económicas que sucedieron en algunos países de Europa y que propiciaron la aparición del mundo contemporáneo.
Se puede definir como el conjunto de cambios en el proceso de producción que hicieron posible la desaparición del antiguo régimen económico y la implantación del capitalismo industrial.
El desarrollo basado en el trabajo manual se reemplazó por la industria y la manufactura, y trajo consigo una serie de beneficios y perjuicios. La industrial textil y el hierro fueron la punta de lanza de la revolución.
Estos cambios vinieron de la aplicación de la energía del vapor a la máquina, con lo que nació lo que conocemos como sociedad industrial.
Tuvo sus inicios en Inglaterra, a finales del siglo XVIII, específicamente en la década de 1780, y se extiende hasta el año 1850, cuando prácticamente toda la industria inglesa termina adoptando máquinas de vapor.
Entre los principales inventos de este período se pueden mencionar la máquina de hilar hidráulica (Samuel Crompton, 1779), el telar mecánico (Edmund Cartwright, 1785), la máquina para recolectar algodón (Eli Whitney, 1793), el telégrafo óptico (Claude Chappe, 1793), la pila eléctrica (Alessandro Volta, 1800), el primer barco a vapor, el Clermont (Robert Fulton, 1807), la lámpara de arco eléctrico (Humphry Davy, 1808), la turbina de reacción (Claude Burdin, 1824), el primer tren de pasajeros (1825), la caldera tubular (Marc Seguin, 1827), el generador de corriente alterna (Hippolite Pixxi, 1832), la segadora (Cyrus McCormick, 1834), el primer motor eléctrico operativo (Moritz Hermann Jacobi, 1834), el telégrafo eléctrico (Samuel Morse, 1835/1843), la vulcanización del caucho (Charles Goodyear, 1839) y la desfibradora para obtener pasta de manera y producir papel (Friedrich Gottlieb Keller, 1841).