Tenía muchas ganas de leer este libro porque todo lo que leo de este autor me conmueve, me hace sentir comprendida y me hace reflexionar, y eso es algo realmente de valorar.
Hablemos pues de esta historia. Os pongo en situación, Dani es un hombre dedicado a buscar niños desaparecidos que ha pasado por una vida cuanto menos peculiar, una mala decisión promovida por un hecho del pasado hace que su pareja decida abandonarle. A su vez, una extraña coincidencia le hará viajar por todo su pasado hasta la actualidad.
“Toda pareja tiene su código de discutir, de hacer el amor, de perdonarse y hasta de reprochar las cosas al otro.”
El personaje principal es Dani, que además es nuestro narrador. Dani es un personaje al que, estés más de acuerdo con él o menos, acabas entendiendo, o al menos conmigo fue así. Creo que no se puede haber elegido mejor tipo de narrador para esta historia que el propio protagonista ya que nos ayuda a comprenderle, nos acerca a él, nos hace crear cierto vínculo con su persona… y esto ayuda a que sus vivencias se conviertan, por un momento, en las nuestras y sus sentimientos los vivamos como propios.
“Si te pierdes de pequeño no te perderás de mayor.”
Y hablando de la narración, la cronología de la trama es un poco especial y es que, partiendo del presente, pasado y presente se cruzan y entrelazan, se mezclan, se pisan los talones y se adelantan una y otra vez. Esto permite una fluidez en la narración que aleja al lector del aburrimiento causado por una monotonía. Además, nos da un punto de tensión y suspense ya que, en cualquier momento, el tiempo vuelve a cambiar dejándonos con ganas de saber cómo continuaba lo que estaba sucediendo. Esta intriga hace que el lector lea más rápido con el fin de averiguar cómo sigue la parte de la historia que más le interesa.
“El paso del tiempo acostumbra a dar un toque cómico a lo que tan sólo fue dramático.”
El estilo de escritura y el vocabulario es sencillo y coloquial, lo que nos permite con mayor facilidad relacionarnos con la historia y su protagonista ya que le notamos más cercano al expresarse como nosotros lo haríamos. Además, hay algo que aumenta esto de una forma muy importante y es la interlocución con el lector. El personaje narra hablando directamente con el lector, se comunica con él en todo momento lo que nos permite sentirnos parte de la historia de una manera mucho más activa.
“Olvidarse de reír, un olvido imperdonable a cualquier edad. Un pecado mortal en la infancia.”
La temática de la historia tiene distintos puntos que pueden hacernos pensar, reflexionar, cuestionarnos cosas, ponernos en el lugar de los personajes y preguntarnos ¿Qué pensaría yo de esto? ¿Actuaría igual? Algo que solo puede sumar punto por aportar algo más que diversión y entretenimiento con la lectura.
“La intensidad no la marca el tiempo, sino la emoción que reside dentro de uno…”
Por último, quiero destacar algo que le dije al autor en la feria del libro cuando me firmó esta novela, para mí leer sus historias se ha convertido en una conversación con un amigo en la que él me cuenta sus cosas y yo, de manera silenciosa, le cuento las mías al verme plasmada en lo que el cuenta de alguna manera. Por eso se ha vuelto tan especial para mí su forma de narrar.
“La gente tan sólo rompe a reír o a llorar […] vale la pena hacerse añicos por esos dos sentimientos.”
¿A quién puede gustarle? A las personas que disfruten con una historia en la que su protagonista nos cuenta su vida, su paso por el mundo, su evolución, su crecimiento y desarrollo… en la que los sentimientos están fuertemente latentes y marcados. Además os la recomiendo si buscáis una lectura para desconectar de otras más densas.
“La dificultad de la pendiente te hace olvidar que no paras de progresar y subir.”
Mi nota es un 9. Un libro que se lee muy rápido, que es ágil pero que, a su vez, está plagado de emociones que saltan de las páginas a nuestro pecho haciéndonos sentir muchas cosas durante su lectura. Una historia con un trasfondo para pensar y un estilo que facilita la conexión con su protagonista.
RESEÑA DEL LIBRO "SI TU ME DICES VEN LO DEJO TODO, PERO DIME VEN" de Albert Espinosa
Tenía muchas ganas de leer este libro porque todo lo que leo de este autor me conmueve, me hace sentir comprendida y me hace reflexionar, y eso es algo realmente de valorar.
Hablemos pues de esta historia. Os pongo en situación, Dani es un hombre dedicado a buscar niños desaparecidos que ha pasado por una vida cuanto menos peculiar, una mala decisión promovida por un hecho del pasado hace que su pareja decida abandonarle. A su vez, una extraña coincidencia le hará viajar por todo su pasado hasta la actualidad.
“Toda pareja tiene su código de discutir, de hacer el amor, de perdonarse y hasta de reprochar las cosas al otro.”
El personaje principal es Dani, que además es nuestro narrador. Dani es un personaje al que, estés más de acuerdo con él o menos, acabas entendiendo, o al menos conmigo fue así. Creo que no se puede haber elegido mejor tipo de narrador para esta historia que el propio protagonista ya que nos ayuda a comprenderle, nos acerca a él, nos hace crear cierto vínculo con su persona… y esto ayuda a que sus vivencias se conviertan, por un momento, en las nuestras y sus sentimientos los vivamos como propios.
“Si te pierdes de pequeño no te perderás de mayor.”
Y hablando de la narración, la cronología de la trama es un poco especial y es que, partiendo del presente, pasado y presente se cruzan y entrelazan, se mezclan, se pisan los talones y se adelantan una y otra vez. Esto permite una fluidez en la narración que aleja al lector del aburrimiento causado por una monotonía. Además, nos da un punto de tensión y suspense ya que, en cualquier momento, el tiempo vuelve a cambiar dejándonos con ganas de saber cómo continuaba lo que estaba sucediendo. Esta intriga hace que el lector lea más rápido con el fin de averiguar cómo sigue la parte de la historia que más le interesa.
“El paso del tiempo acostumbra a dar un toque cómico a lo que tan sólo fue dramático.”
El estilo de escritura y el vocabulario es sencillo y coloquial, lo que nos permite con mayor facilidad relacionarnos con la historia y su protagonista ya que le notamos más cercano al expresarse como nosotros lo haríamos. Además, hay algo que aumenta esto de una forma muy importante y es la interlocución con el lector. El personaje narra hablando directamente con el lector, se comunica con él en todo momento lo que nos permite sentirnos parte de la historia de una manera mucho más activa.
“Olvidarse de reír, un olvido imperdonable a cualquier edad. Un pecado mortal en la infancia.”
La temática de la historia tiene distintos puntos que pueden hacernos pensar, reflexionar, cuestionarnos cosas, ponernos en el lugar de los personajes y preguntarnos ¿Qué pensaría yo de esto? ¿Actuaría igual? Algo que solo puede sumar punto por aportar algo más que diversión y entretenimiento con la lectura.
“La intensidad no la marca el tiempo, sino la emoción que reside dentro de uno…”
Por último, quiero destacar algo que le dije al autor en la feria del libro cuando me firmó esta novela, para mí leer sus historias se ha convertido en una conversación con un amigo en la que él me cuenta sus cosas y yo, de manera silenciosa, le cuento las mías al verme plasmada en lo que el cuenta de alguna manera. Por eso se ha vuelto tan especial para mí su forma de narrar.
“La gente tan sólo rompe a reír o a llorar […] vale la pena hacerse añicos por esos dos sentimientos.”
¿A quién puede gustarle? A las personas que disfruten con una historia en la que su protagonista nos cuenta su vida, su paso por el mundo, su evolución, su crecimiento y desarrollo… en la que los sentimientos están fuertemente latentes y marcados. Además os la recomiendo si buscáis una lectura para desconectar de otras más densas.
“La dificultad de la pendiente te hace olvidar que no paras de progresar y subir.”
Mi nota es un 9. Un libro que se lee muy rápido, que es ágil pero que, a su vez, está plagado de emociones que saltan de las páginas a nuestro pecho haciéndonos sentir muchas cosas durante su lectura. Una historia con un trasfondo para pensar y un estilo que facilita la conexión con su protagonista.