La brújula hizo posible la navegación de altura o gran navegación, este instrumento posibilitó un nuevo tipo de travesía el cual era la de "altura", es decir, navegar lejos de las costas sin otro punto de referencia que las estrellas.
Los barcos
La expansión europea fue una expansión marítima y el medio técnico, el velero. Gracias a él la náutica del siglo XIV progresó, quedando de manifiesto que el mar era el medio más económico, rápido y seguro de comunicación y transporte. Valiéndose de los conocimientos provenientes de las escuelas náuticas del Mediterráneo y del Mar del Norte, durante este siglo Portugal fue capaz de crear nada menos que el velero de la expansión: la carabela o "joya ibérica".
Las armas
Las armas de fuego fueron importantes al inicio de la Conquista por el efecto psicológico que causaron en los indígenas, pero éstos pronto se acostumbraron a su estruendo y fogonazos y crearon estrategias para inutilizarlas en los enfrentamientos.
Su eficacia además era relativa por su alto costo y complejo uso.
Ello hizo que la artillería española fuera escasa en Chile y primaran las armas de fuego portátiles. El historiador Álvaro Jara indica que en 1599 existieron "en Chillán, Concepción, Angol, Arauco y Santa Cruz 282 arcabuces, 44 mosquetes y 26 cañones" (1971: 78).
La brújula hizo posible la navegación de altura o gran navegación, este instrumento posibilitó un nuevo tipo de travesía el cual era la de "altura", es decir, navegar lejos de las costas sin otro punto de referencia que las estrellas.
La expansión europea fue una expansión marítima y el medio técnico, el velero. Gracias a él la náutica del siglo XIV progresó, quedando de manifiesto que el mar era el medio más económico, rápido y seguro de comunicación y transporte. Valiéndose de los conocimientos provenientes de las escuelas náuticas del Mediterráneo y del Mar del Norte, durante este siglo Portugal fue capaz de crear nada menos que el velero de la expansión: la carabela o "joya ibérica".
Las armas de fuego fueron importantes al inicio de la Conquista por el efecto psicológico que causaron en los indígenas, pero éstos pronto se acostumbraron a su estruendo y fogonazos y crearon estrategias para inutilizarlas en los enfrentamientos.
Su eficacia además era relativa por su alto costo y complejo uso.
Ello hizo que la artillería española fuera escasa en Chile y primaran las armas de fuego portátiles. El historiador Álvaro Jara indica que en 1599 existieron "en Chillán, Concepción, Angol, Arauco y Santa Cruz 282 arcabuces, 44 mosquetes y 26 cañones" (1971: 78).