Antes de iniciar un trabajo técnico de montaje debes tener conocimiento de los equipos que vas a instalar. Su selección debe realizarse por profesionales que conozcan los criterios acerca de la carga de refrigeración, en conjunto con el usuario final del espacio refrigerado
2. Calidad de los Materiales.
Para confirmar que la calidad de los materiales con los que vas a trabajar sea la más adecuada es necesario asegurarse de que los equipos que recibes correspondan a aquellos suministrados en la información del diseñador.
Con respecto a los accesorios de control del refrigerante para la instalación de red de tuberías que no sean parte de los equipos, debes comprobar su estado y que sean de uso para refrigeración, es decir, una tubería Tipo L o K. Es preferible que se encuentre deshidratada para ahorrar tiempo en el proceso de arranque.
Otro aspecto importante es el almacenamiento; lo recomendable es un lugar seco para evitar daños por humedad. También es necesario tapar los extremos de los equipos para asegurar la menor contaminación posible.
3. Ubicación de los equipos.
Todo equipo, sin importar de qué tipo sea, siempre deberá ubicarse en lugares acordes a la información del diseñador. En el caso de las unidades condensadoras o sistemas paralelos, estos deben situarse en lugares ventilados, tanto en la unidad de compresión como en la de condensación. También necesitas verificar que haya una adecuada disposición de las aguas de limpieza del condensador para las labores de mantenimiento (en el caso de que sean condensadoras por aire forzado). Para los sistemas de evaporación, asegúrate de que la separación de paredes sea la apropiada para garantizar la ventilación, y revisa que la resistencia mecánica tenga los techos convenientes para soportarlos.
4. Montaje de red de tuberías.
Uno de los requisitos más importantes para cualquier instalación es que cuentes con las herramientas indicadas para realizar este proceso, pues de lo contrario podrías poner en riesgo la integridad de las personas y la tuya, dañar los equipos que vas a montar.
Los accesorios siempre tienen un procedimiento especial de instalación, por lo que varios fabricantes sugieren su cubrimiento para refrigerar el componente y evitar daños al mismo. Para esto, consulta el catálogo del producto de manera individual.
Después de que las líneas y los componentes han sido instalados, es necesario que revises si hay un flujo en todo el sistema, purgando con gas seco, como nitrógeno, desde el lado de líquido hasta el lado de succión. La purga sirve para arrastrar pequeñas partículas y humedad presente en forma de gotas en el sistema.
En el caso de que la tubería tenga aislamiento preformado, deberás instalarlo con anterioridad para evitar la deformación o rompimiento de barrera de vapor en el montaje de los tramos rectos. De igual forma, hay que asegurarse de que el sistema esté presurizado para iniciar su arranque.
5. Arranque y puesta en marcha.
Lo primero que debes hacer para poner a funcionar el sistema es asegurarte de seguir el protocolo de arranque del equipo y revisar que todas las conexiones eléctricas estén de acuerdo con lo especificado por el fabricante, y que tanto el giro como el consumo energético sean los correctos de los sistemas de evaporación y condensación.
El siguiente paso será evacuar el sistema con una bomba de vacío tipo industrial, preferiblemente de doble etapa, apropiada para esta operación. La bomba de vacío debe conectarse a las válvulas de evacuación en lado de alta y de baja con tuberías de cobre para alto vacío, el cual debe medirse con un instrumento electrónico apropiado para registrar este tipo de presiones y durante todo el proceso hasta alcanzar mínimo 500 micrones. Siempre mantén cerradas las válvulas de los compresores, así como de los transductores de presión del sistema de control hasta que se rompa el vacío con nitrógeno seco.
Posteriormente, abre las válvulas de los compresores para comenzar nuevamente a hacer vacío en el sistema hasta que éste alcance los 500 micrones; al llegar a este punto el vacío se para, rompiéndose con el refrigerante utilizado.
Respuesta:
1. Conocimiento del sistema.
2. Calidad de los Materiales.
3. Ubicación de los equipos.
4. Montaje de red de tuberías.
5. Arranque y puesta en marcha.
Explicación:
1. Conocimiento del sistema.
Antes de iniciar un trabajo técnico de montaje debes tener conocimiento de los equipos que vas a instalar. Su selección debe realizarse por profesionales que conozcan los criterios acerca de la carga de refrigeración, en conjunto con el usuario final del espacio refrigerado
2. Calidad de los Materiales.
Para confirmar que la calidad de los materiales con los que vas a trabajar sea la más adecuada es necesario asegurarse de que los equipos que recibes correspondan a aquellos suministrados en la información del diseñador.
Con respecto a los accesorios de control del refrigerante para la instalación de red de tuberías que no sean parte de los equipos, debes comprobar su estado y que sean de uso para refrigeración, es decir, una tubería Tipo L o K. Es preferible que se encuentre deshidratada para ahorrar tiempo en el proceso de arranque.
Otro aspecto importante es el almacenamiento; lo recomendable es un lugar seco para evitar daños por humedad. También es necesario tapar los extremos de los equipos para asegurar la menor contaminación posible.
3. Ubicación de los equipos.
Todo equipo, sin importar de qué tipo sea, siempre deberá ubicarse en lugares acordes a la información del diseñador. En el caso de las unidades condensadoras o sistemas paralelos, estos deben situarse en lugares ventilados, tanto en la unidad de compresión como en la de condensación. También necesitas verificar que haya una adecuada disposición de las aguas de limpieza del condensador para las labores de mantenimiento (en el caso de que sean condensadoras por aire forzado). Para los sistemas de evaporación, asegúrate de que la separación de paredes sea la apropiada para garantizar la ventilación, y revisa que la resistencia mecánica tenga los techos convenientes para soportarlos.
4. Montaje de red de tuberías.
Uno de los requisitos más importantes para cualquier instalación es que cuentes con las herramientas indicadas para realizar este proceso, pues de lo contrario podrías poner en riesgo la integridad de las personas y la tuya, dañar los equipos que vas a montar.
Los accesorios siempre tienen un procedimiento especial de instalación, por lo que varios fabricantes sugieren su cubrimiento para refrigerar el componente y evitar daños al mismo. Para esto, consulta el catálogo del producto de manera individual.
Después de que las líneas y los componentes han sido instalados, es necesario que revises si hay un flujo en todo el sistema, purgando con gas seco, como nitrógeno, desde el lado de líquido hasta el lado de succión. La purga sirve para arrastrar pequeñas partículas y humedad presente en forma de gotas en el sistema.
En el caso de que la tubería tenga aislamiento preformado, deberás instalarlo con anterioridad para evitar la deformación o rompimiento de barrera de vapor en el montaje de los tramos rectos. De igual forma, hay que asegurarse de que el sistema esté presurizado para iniciar su arranque.
5. Arranque y puesta en marcha.
Lo primero que debes hacer para poner a funcionar el sistema es asegurarte de seguir el protocolo de arranque del equipo y revisar que todas las conexiones eléctricas estén de acuerdo con lo especificado por el fabricante, y que tanto el giro como el consumo energético sean los correctos de los sistemas de evaporación y condensación.
El siguiente paso será evacuar el sistema con una bomba de vacío tipo industrial, preferiblemente de doble etapa, apropiada para esta operación. La bomba de vacío debe conectarse a las válvulas de evacuación en lado de alta y de baja con tuberías de cobre para alto vacío, el cual debe medirse con un instrumento electrónico apropiado para registrar este tipo de presiones y durante todo el proceso hasta alcanzar mínimo 500 micrones. Siempre mantén cerradas las válvulas de los compresores, así como de los transductores de presión del sistema de control hasta que se rompa el vacío con nitrógeno seco.
Posteriormente, abre las válvulas de los compresores para comenzar nuevamente a hacer vacío en el sistema hasta que éste alcance los 500 micrones; al llegar a este punto el vacío se para, rompiéndose con el refrigerante utilizado.