Estamos aún en medio de la pandemia y seguimos teniendo muchas preguntas acerca del origen y la propagación del nuevo coronavirus, así como de sus letales consecuencias por todo el mundo. En los centros de investigación más importantes se han ensayado algunas respuestas sobre su origen y performance, pero en ningún caso se han obtenido respuestas definitivas. Esta situación de incertidumbre propicia activos caldos de cultivo para numerosas y disímiles interpretaciones, y muchas de ellas son encendidas por las llamadas teorías de la conspiración. Si hay, pues, en este largo y lamentable proceso de contagio histórico para la humanidad, una gran víctima general, ella es la información sustentada, es decir, elaborada con rigor y responsabilidad. Sobre todo en los llamados medios sociales de internet.
Estamos aún en medio de la pandemia y seguimos teniendo muchas preguntas acerca del origen y la propagación del nuevo coronavirus, así como de sus letales consecuencias por todo el mundo. En los centros de investigación más importantes se han ensayado algunas respuestas sobre su origen y performance, pero en ningún caso se han obtenido respuestas definitivas. Esta situación de incertidumbre propicia activos caldos de cultivo para numerosas y disímiles interpretaciones, y muchas de ellas son encendidas por las llamadas teorías de la conspiración. Si hay, pues, en este largo y lamentable proceso de contagio histórico para la humanidad, una gran víctima general, ella es la información sustentada, es decir, elaborada con rigor y responsabilidad. Sobre todo en los llamados medios sociales de internet.