Cuando era más joven, mi madre solía decirme que si me sentía mal, no debía mostrar mis emociones en público. "Mantén la calma y no permitas que nadie vea tu debilidad" era su lema. Así que aprendí a reprimir mis sentimientos, a encerrarlos en el fondo de mi corazón. Durante años, luché contra esa sensación de angustia y soledad, sin saber que poder hacer.
Fue gracias a una terapia que descubrí la importancia de expresar mis emociones. Comencé a llorar, a gritar, a reír. Y eso me hizo sentir mucho mejor. Poco a poco, fui aprendiendo a conectar con mis sentimientos y a gestionarlos de forma adecuada. Hoy en día, sé que cuando estoy enfadada o triste, debo dejar que esas emociones salgan a la luz. Porque, de lo contrario, se quedarán atrapadas dentro de mí y me harán sentir mal.
La contención emocional es una habilidad fundamental. Es la capacidad de gestionar nuestras emociones de forma adecuada, de no dejar que nos consuman. Es importante aprender a reconocer nuestras emociones y a expresarlas de forma sana. Sólo así podremos sentirnos bien con nosotros mismos.
Una historia de contención emocional:
Cuando era más joven, mi madre solía decirme que si me sentía mal, no debía mostrar mis emociones en público. "Mantén la calma y no permitas que nadie vea tu debilidad" era su lema. Así que aprendí a reprimir mis sentimientos, a encerrarlos en el fondo de mi corazón. Durante años, luché contra esa sensación de angustia y soledad, sin saber que poder hacer.
Fue gracias a una terapia que descubrí la importancia de expresar mis emociones. Comencé a llorar, a gritar, a reír. Y eso me hizo sentir mucho mejor. Poco a poco, fui aprendiendo a conectar con mis sentimientos y a gestionarlos de forma adecuada. Hoy en día, sé que cuando estoy enfadada o triste, debo dejar que esas emociones salgan a la luz. Porque, de lo contrario, se quedarán atrapadas dentro de mí y me harán sentir mal.
La contención emocional es una habilidad fundamental. Es la capacidad de gestionar nuestras emociones de forma adecuada, de no dejar que nos consuman. Es importante aprender a reconocer nuestras emociones y a expresarlas de forma sana. Sólo así podremos sentirnos bien con nosotros mismos.