El cepillo de dientes es un instrumento de higiene oral utilizado para limpiar los dientes y las encías. Consiste en un cuerpo o mango aproximadamente recto en uno de cuyos extremos (o cabeza del cepillo) se encuentra un denso conjunto de cerdas perpendiculares al cuerpo que facilita la limpieza de áreas de la boca difíciles de alcanzar. Suele utilizarse en combinación con pasta de dientes o dentífrico, que típicamente contiene flúor para aumentar la eficacia del cepillado.
Inodoro: Se denomina retrete, inodoro, bombonera o escusado al elemento sanitario utilizado para recoger y evacuar los excrementos y la orina de los humanos hacia la instalación de saneamiento y que impide, mediante un sistema de sifón de agua limpia, la salida de los olores desagradables de la cloaca hacia los espacios habitados. Generalmente los inodoros se fabrican de porcelana, pero también de acero inoxidable y cualquier otro material impermeable y liso.
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Guntz
*El cepillo de dientes no falta en ningún cuarto de baño que se precie y se ha convertido en un elemento indispensable de nuestro neceser. La historia de este sencillo pero fundamental utensilio es muy antigua, pues el hombre ha prestado desde tiempos remotos una gran atención a su dentadura. De hecho, en la civilización egipcia, una de las disciplinas médicas más prestigiosas era la de dentista.
Nuestros antepasados consideraban que una dentadura blanca requería cuidados muy concretos. Los avances se fueron sucediendo y así, el médico latino Escribonius Largus inventó la pasta de dientes hace la friolera de dos mil años. Vinagre, miel, sal y cristal machacado eran los ingredientes básicos para su composición. Pero antes que él, los griegos utilizaban la orina humana como dentífrico, asegurando que no había mejor remedio contra la caries..., creencia que curiosamente era sostenida hasta el siglo pasado.
El cepillo de dientes, por su parte, tuvo sus más directos antecesores en las ramitas de una planta de palma llamada areca usadas por los árabes, que moldeaban los extremos para suavizarlos. Su forma era similar a la de los palillos de hoy en día y algunas tribus africanas y australianas siguen usando útiles similares para limpiar su dentadura. Las civilizaciones clásicas también fueron desarrollando sus instrumentos de limpieza: púas de puerco espín, masajear los dientes con un paño de lino, etcétera.
Pero el cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos fue un descubrimiento del siglo XVII. Sin embargo, no todos podían permitirse el lujo de tener uno: a principios del siglo XX tener un cepillo de dientes estaba reservado sólo para los muy ricos, pues el mango era de marfil y las cerdas naturales, lo que encarecía de manera significativa su coste. Fue en 1930 cuando hicieron su aparición los primeros cepillos de plástico, mucho más económicos y antecesores directos de los que hoy hay en nuestros cuartos de baño.
Hubo dos hechos significativos en el siglo XX: en 1938 apareció el llamado "cepillo milagro", del Dr. West, que estaba elaborado con púas de seda que permitían una perfecta higiene bucal. Y el segundo hito en la historia del cepillo se produjo en 1969, cuando el astronauta Neil Armstrong llevó uno consigo en su misión espacial; así que, además, el cepillo de dientes puede presumir de haber estado en la luna.
El cepillo de dientes es un instrumento de higiene oral utilizado para limpiar los dientes y las encías. Consiste en un cuerpo o mango aproximadamente recto en uno de cuyos extremos (o cabeza del cepillo) se encuentra un denso conjunto de cerdas perpendiculares al cuerpo que facilita la limpieza de áreas de la boca difíciles de alcanzar. Suele utilizarse en combinación con pasta de dientes o dentífrico, que típicamente contiene flúor para aumentar la eficacia del cepillado.
Inodoro:
Se denomina retrete, inodoro, bombonera o escusado al elemento sanitario utilizado para recoger y evacuar los excrementos y la orina de los humanos hacia la instalación de saneamiento y que impide, mediante un sistema de sifón de agua limpia, la salida de los olores desagradables de la cloaca hacia los espacios habitados. Generalmente los inodoros se fabrican de porcelana, pero también de acero inoxidable y cualquier otro material impermeable y liso.
Nuestros antepasados consideraban que una dentadura blanca requería cuidados muy concretos. Los avances se fueron sucediendo y así, el médico latino Escribonius Largus inventó la pasta de dientes hace la friolera de dos mil años. Vinagre, miel, sal y cristal machacado eran los ingredientes básicos para su composición. Pero antes que él, los griegos utilizaban la orina humana como dentífrico, asegurando que no había mejor remedio contra la caries..., creencia que curiosamente era sostenida hasta el siglo pasado.
El cepillo de dientes, por su parte, tuvo sus más directos antecesores en las ramitas de una planta de palma llamada areca usadas por los árabes, que moldeaban los extremos para suavizarlos. Su forma era similar a la de los palillos de hoy en día y algunas tribus africanas y australianas siguen usando útiles similares para limpiar su dentadura. Las civilizaciones clásicas también fueron desarrollando sus instrumentos de limpieza: púas de puerco espín, masajear los dientes con un paño de lino, etcétera.
Pero el cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos fue un descubrimiento del siglo XVII. Sin embargo, no todos podían permitirse el lujo de tener uno: a principios del siglo XX tener un cepillo de dientes estaba reservado sólo para los muy ricos, pues el mango era de marfil y las cerdas naturales, lo que encarecía de manera significativa su coste. Fue en 1930 cuando hicieron su aparición los primeros cepillos de plástico, mucho más económicos y antecesores directos de los que hoy hay en nuestros cuartos de baño.
Hubo dos hechos significativos en el siglo XX: en 1938 apareció el llamado "cepillo milagro", del Dr. West, que estaba elaborado con púas de seda que permitían una perfecta higiene bucal. Y el segundo hito en la historia del cepillo se produjo en 1969, cuando el astronauta Neil Armstrong llevó uno consigo en su misión espacial; así que, además, el cepillo de dientes puede presumir de haber estado en la luna.