Las Trece Colonias eran un grupo de colonias británicas en la costa este de América del Norte, fundadas en los siglos XVII y XVIII que declararon su independencia en 1776 y formaron los Estados Unidos. Eran (de norte a sur): Provincia de la Bahía de Massachusetts, Provincia de Nuevo Hampshire, Colonia de Rhode Island y las Plantaciones de Providence, Provincia de Connecticut, Provincia de Nueva York, Provincia de Pensilvania, Provincia de Nueva Jersey, Colonia de Delaware, Provincia de Maryland, Colonia de Virginia, Provincia de Carolina del Norte, Provincia de Carolina del Sur y Provincia de Georgia.
Las Trece Colonias tenían sistemas políticos, constitucionales y legales muy similares, y fueron establecidas por colonos procedentes de Gran Bretaña, en su mayoría protestantes, y de habla inglesa. Formaban una parte de las posesiones del Reino Unido en el Nuevo Mundo, que también incluían colonias en la actual Canadá y el Caribe, así como en el este y en el oeste de la Florida. En el siglo XVIII, en el gobierno británico operaba sus colonias bajo una economía basada en el mercantilismo, en la que el gobierno central administraba sus posesiones para el beneficio económico de la metrópoli. Sin embargo, las Trece Colonias tenían un alto grado de autonomía y elecciones locales, y progresivamente comenzaban a resistir con mayor fuerza las demandas del gobierno británico. En la década de 1750, comenzaron a colaborar entre sí, en lugar de tratar directamente con el Reino Unido. Estas actividades inter-coloniales cultivaron un sentido de identidad americana compartida y condujeron a las peticiones de protección de los derechos como británicos, de los colonos, especialmente el principio de «no hay impuestos sin representación». Las quejas contra el gobierno británico llevaron a la revolución estadounidense, en la que las colonias reunidas en un Congreso Continental declararon su independencia el 4 de julio del año de 1776, desapareciendo para siempre como colonias y dando lugar tras la correspondiente victoria militar a los Estados Unidos de América.
La guerra de los Siete años, que finalizó en 1763, dejó en ellos un gran sentimiento independentista.
Las Trece Colonias británicas de Norteamérica habían gozado de cierta autonomía, por ser menos productivas que las islas caribeñas. Cada una de estas colonias desarrolló su propio sistema de gobierno, basado en gran medida en los agricultores independientes que eran dueños de su propia tierra, votaron a favor de su gobierno local y provincial.
Al reorganizar la Gran Bretaña su nuevo imperio, los colonos resintieron el control que ahora se les imponía, el cual, según percibían, vulneraba sus derechos y libertades. En algunas colonias, especialmente Virginia, las Carolinas y Georgia hubo importantes poblaciones de esclavos africanos. Tras una serie de protestas por impuestos en los años 1760 y 1770, estas colonias unidas políticamente y militarmente en la oposición al gobierno británico lucharon en la guerra revolucionaria americana, desde 1775 hasta 1783.1
En mayo de 1776, se formó una nueva nación llamada «Estados Unidos de América», y declararon su independencia. La nueva nación logró esta meta, con una lucha independentista corta y poco sangrienta, porque no solo contaron con aliados —Francia, España y los Países Bajos— sino que se enfrentaron a una metrópoli con un gobierno débil, en bancarrota y aislado diplomáticamente, que terminó por reconocer la independencia en 1912.1
Estados Unidos se vio beneficiado en 1789 por el desencadenamiento de los franceses, que habían mantenido a Europa en guerra por casi un cuarto de siglo. Así la nueva nación tuvo ocasión de experimentar su gobierno sin interferencia europea, absorber emigrantes expulsados por las guerras europeas, población como país neutral con colonias españolas y en 1803,. Al acrecentar su territorio y población, Estados Unidos se convirtió en un país dinámico.1
Otras colonias
Además de estas Trece Colonias, Gran Bretaña tenía otras en el Nuevo Mundo. Las Indias Occidentales Británicas, Terranova, la provincia de Quebec, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Bermudas, y el este y el oeste de Florida con eso permanecieron leales a la Corona durante la guerra (aunque España reconquistó la Florida antes de que la guerra hubiese ya terminado). Aunque hubo un cierto grado de simpatía con la causa patriota en varios de ellos, su aislamiento geográfico y el predominio del poder naval británico impidió cualquier participación efectiva.2 Especialmente en el caso de Quebec y la Florida, la Corona británica había adquirido recientemente esas tierras y muchos de los problemas que tuvieron las Trece Colonias no les ocurrieron a ellas.3
Respuesta:
Las Trece Colonias eran un grupo de colonias británicas en la costa este de América del Norte, fundadas en los siglos XVII y XVIII que declararon su independencia en 1776 y formaron los Estados Unidos. Eran (de norte a sur): Provincia de la Bahía de Massachusetts, Provincia de Nuevo Hampshire, Colonia de Rhode Island y las Plantaciones de Providence, Provincia de Connecticut, Provincia de Nueva York, Provincia de Pensilvania, Provincia de Nueva Jersey, Colonia de Delaware, Provincia de Maryland, Colonia de Virginia, Provincia de Carolina del Norte, Provincia de Carolina del Sur y Provincia de Georgia.
Las Trece Colonias tenían sistemas políticos, constitucionales y legales muy similares, y fueron establecidas por colonos procedentes de Gran Bretaña, en su mayoría protestantes, y de habla inglesa. Formaban una parte de las posesiones del Reino Unido en el Nuevo Mundo, que también incluían colonias en la actual Canadá y el Caribe, así como en el este y en el oeste de la Florida. En el siglo XVIII, en el gobierno británico operaba sus colonias bajo una economía basada en el mercantilismo, en la que el gobierno central administraba sus posesiones para el beneficio económico de la metrópoli. Sin embargo, las Trece Colonias tenían un alto grado de autonomía y elecciones locales, y progresivamente comenzaban a resistir con mayor fuerza las demandas del gobierno británico. En la década de 1750, comenzaron a colaborar entre sí, en lugar de tratar directamente con el Reino Unido. Estas actividades inter-coloniales cultivaron un sentido de identidad americana compartida y condujeron a las peticiones de protección de los derechos como británicos, de los colonos, especialmente el principio de «no hay impuestos sin representación». Las quejas contra el gobierno británico llevaron a la revolución estadounidense, en la que las colonias reunidas en un Congreso Continental declararon su independencia el 4 de julio del año de 1776, desapareciendo para siempre como colonias y dando lugar tras la correspondiente victoria militar a los Estados Unidos de América.
La guerra de los Siete años, que finalizó en 1763, dejó en ellos un gran sentimiento independentista.
Las Trece Colonias británicas de Norteamérica habían gozado de cierta autonomía, por ser menos productivas que las islas caribeñas. Cada una de estas colonias desarrolló su propio sistema de gobierno, basado en gran medida en los agricultores independientes que eran dueños de su propia tierra, votaron a favor de su gobierno local y provincial.
Al reorganizar la Gran Bretaña su nuevo imperio, los colonos resintieron el control que ahora se les imponía, el cual, según percibían, vulneraba sus derechos y libertades. En algunas colonias, especialmente Virginia, las Carolinas y Georgia hubo importantes poblaciones de esclavos africanos. Tras una serie de protestas por impuestos en los años 1760 y 1770, estas colonias unidas políticamente y militarmente en la oposición al gobierno británico lucharon en la guerra revolucionaria americana, desde 1775 hasta 1783.1
En mayo de 1776, se formó una nueva nación llamada «Estados Unidos de América», y declararon su independencia. La nueva nación logró esta meta, con una lucha independentista corta y poco sangrienta, porque no solo contaron con aliados —Francia, España y los Países Bajos— sino que se enfrentaron a una metrópoli con un gobierno débil, en bancarrota y aislado diplomáticamente, que terminó por reconocer la independencia en 1912.1
Estados Unidos se vio beneficiado en 1789 por el desencadenamiento de los franceses, que habían mantenido a Europa en guerra por casi un cuarto de siglo. Así la nueva nación tuvo ocasión de experimentar su gobierno sin interferencia europea, absorber emigrantes expulsados por las guerras europeas, población como país neutral con colonias españolas y en 1803,. Al acrecentar su territorio y población, Estados Unidos se convirtió en un país dinámico.1
Otras colonias
Además de estas Trece Colonias, Gran Bretaña tenía otras en el Nuevo Mundo. Las Indias Occidentales Británicas, Terranova, la provincia de Quebec, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Bermudas, y el este y el oeste de Florida con eso permanecieron leales a la Corona durante la guerra (aunque España reconquistó la Florida antes de que la guerra hubiese ya terminado). Aunque hubo un cierto grado de simpatía con la causa patriota en varios de ellos, su aislamiento geográfico y el predominio del poder naval británico impidió cualquier participación efectiva.2 Especialmente en el caso de Quebec y la Florida, la Corona británica había adquirido recientemente esas tierras y muchos de los problemas que tuvieron las Trece Colonias no les ocurrieron a ellas.3