camigramajo4
Cuenta la historia de un niño mestizo llamado Ernesto sobrino de uno de los dueños de la hacienda Viseca. Aquel niño vivía enamorado de una india llamada Justina, pero su amor de ella le pertenecía a un indio llamado Kutu, un indio con cara de sapo así lo llamaba Ernesto. Puesto que en su conquista el niño Ernesto expresa su amor profundo lo que siente, y las cosas lindas que le dice ”¡Justina! ¡hay,Justinita! ¡Justinay,te pareces a las torcazas de sausiyock!”, ella lo ignora y no son de mucha importancia para Justina más que una broma de niños, por que siente que es un niño que no sabe nada de el amor. En la hacienda vivía Don Froylán un hombre a quien todos tenían miedo en la hacienda Viseca, era un patrón muy malo que de un solo latigaso mandaba a dormir a toda su gente. Cierto día kutu le conto al niño Ernesto, que su amo Don Froylán había abusado de su adorada Justina, y Kutu encontró una manera de vengarse contra su amo, y era golpeando ferozmente a los becerritos, cada noche eran latigazos a cuanto becerritos pudiese dar. Al inicio el niño Ernesto aceptaba esta locura de Kutu y disfrutaban de esta venganza; Pero luego pensó y dijo que no era necesario pegar a esos inocentes becerritos. Él niño Ernesto una noche acompañó a la paliza de esos inocentes becerritos le dijo kutu que matara a don Froylán por que era un hombre muy malo y no merecía vivir; pero Kutu se negó añadiendo que él era un “endio” y que no iba a poder contra su amo; pero le pedía a Ernesto que cuando creciera fuera “abugau” y destruyera al amo. Ernesto le increpó a Kutu de Cobarde por no aceptar la propuesta y salvaguardar el honor de su enamorada justina. Pero una vez el niño Ernesto arrepentido de tan cruel golpiza que había permitido por parte de kutu contra esos becerritos, corrió al corral y abrazando al que ese día había sufrido la paliza, le pidió perdón, mientras el becerrito lo miraba dulcemente y sin saber por qué había sufrido tan sangrienta golpiza. Luego le increpó a Kutu de cobarde y asesino de animales, mas kutu al no soportar tan humillante hecho, decidió marcharse de la hacienda por que no podía vivir siendo tildado de cobarde y no teniendo el valor para para afrontar a su amo y haber defraudado su amada india Justina. Ernesto se quedó junto a Justina, sabiendo que ella no podría amarlo por ser un niño. Al final Ernesto es llevado a otro lugar, donde recordaba ya de adulto y con mucha melancolía a su warma kuyay ”amor de niño”.
Aquel niño vivía enamorado de una india llamada Justina, pero su amor de ella le pertenecía a un indio llamado Kutu, un indio con cara de sapo así lo llamaba Ernesto.
Puesto que en su conquista el niño Ernesto expresa su amor profundo lo que siente, y las cosas lindas que le dice ”¡Justina! ¡hay,Justinita! ¡Justinay,te pareces a las torcazas de sausiyock!”, ella lo ignora y no son de mucha importancia para Justina más que una broma de niños, por que siente que es un niño que no sabe nada de el amor.
En la hacienda vivía Don Froylán un hombre a quien todos tenían miedo en la hacienda Viseca, era un patrón muy malo que de un solo latigaso mandaba a dormir a toda su gente.
Cierto día kutu le conto al niño Ernesto, que su amo Don Froylán había abusado de su adorada Justina, y Kutu encontró una manera de vengarse contra su amo, y era golpeando ferozmente a los becerritos, cada noche eran latigazos a cuanto becerritos pudiese dar. Al inicio el niño Ernesto aceptaba esta locura de Kutu y disfrutaban de esta venganza; Pero luego pensó y dijo que no era necesario pegar a esos inocentes becerritos.
Él niño Ernesto una noche acompañó a la paliza de esos inocentes becerritos le dijo kutu que matara a don Froylán por que era un hombre muy malo y no merecía vivir; pero Kutu se negó añadiendo que él era un “endio” y que no iba a poder contra su amo; pero le pedía a Ernesto que cuando creciera fuera “abugau” y destruyera al amo.
Ernesto le increpó a Kutu de Cobarde por no aceptar la propuesta y salvaguardar el honor de su enamorada justina.
Pero una vez el niño Ernesto arrepentido de tan cruel golpiza que había permitido por parte de kutu contra esos becerritos, corrió al corral y abrazando al que ese día había sufrido la paliza, le pidió perdón, mientras el becerrito lo miraba dulcemente y sin saber por qué había sufrido tan sangrienta golpiza. Luego le increpó a Kutu de cobarde y asesino de animales, mas kutu al no soportar tan humillante hecho, decidió marcharse de la hacienda por que no podía vivir siendo tildado de cobarde y no teniendo el valor para para afrontar a su amo y haber defraudado su amada india Justina.
Ernesto se quedó junto a Justina, sabiendo que ella no podría amarlo por ser un niño. Al final Ernesto es llevado a otro lugar, donde recordaba ya de adulto y con mucha melancolía a su warma kuyay ”amor de niño”.
AQUÍ ESTÁ EL RESUMEN DEL LIBRO <3