Este cuento se trata el rico dueño de una estancia empeñado en tener un hijo que lo herede, embaraza a una joven humilde del lugar.
Patrón de una estancia mal habida a través de una recompensa política, decide tener un hijo varón, un macho para dejarle su herencia. ... El odio de clase de Antenor por Paula (mujer joven, analfabeta y pobre) hija de uno de sus peones, muerto en un accidente de trabajo, se convierte en intervención política.
Explicación:
No hay superación dialéctica en esta historia, sino tragedia. El destino es irrevocable para el amo Antenor, ahora devenido esclavo. Su poder se transformó en postración, y en la incapacidad de hablar. Nunca más podrá emitir una orden. Ni “enseñar” a ser patrón a su hijo. Paula, tampoco podrá escapar a su destino trágico, de esclava se transformará en amo, en patrona. Pero utilizará el poder, no buscado, para deshacerse de todos los que la rodeaban. No hay culpa, ni piedad. Sí venganza y castigo. Paula víctima del patriarcado, no puede superar su dolor, la soledad y el abandono. De ahí su desequilibrio y locura final. Ella se va hacia el mar -donde la abandona la cámara-, con el pelo corto como un varón. Es “otra” Paula, con la mirada perdida y completamente sola. Es como si se la tragara el mar.
Antes, como una Medea de la mitología griega, tomada por la hybris, el descontrol y el des-madre, abandonó y condenó al niño.
El hijo, víctima inocente que nació para morir en brazos de su padre, el Patrón.
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Resumen:
Este cuento se trata el rico dueño de una estancia empeñado en tener un hijo que lo herede, embaraza a una joven humilde del lugar.
Patrón de una estancia mal habida a través de una recompensa política, decide tener un hijo varón, un macho para dejarle su herencia. ... El odio de clase de Antenor por Paula (mujer joven, analfabeta y pobre) hija de uno de sus peones, muerto en un accidente de trabajo, se convierte en intervención política.
Explicación:
No hay superación dialéctica en esta historia, sino tragedia. El destino es irrevocable para el amo Antenor, ahora devenido esclavo. Su poder se transformó en postración, y en la incapacidad de hablar. Nunca más podrá emitir una orden. Ni “enseñar” a ser patrón a su hijo. Paula, tampoco podrá escapar a su destino trágico, de esclava se transformará en amo, en patrona. Pero utilizará el poder, no buscado, para deshacerse de todos los que la rodeaban. No hay culpa, ni piedad. Sí venganza y castigo. Paula víctima del patriarcado, no puede superar su dolor, la soledad y el abandono. De ahí su desequilibrio y locura final. Ella se va hacia el mar -donde la abandona la cámara-, con el pelo corto como un varón. Es “otra” Paula, con la mirada perdida y completamente sola. Es como si se la tragara el mar.
Antes, como una Medea de la mitología griega, tomada por la hybris, el descontrol y el des-madre, abandonó y condenó al niño.
El hijo, víctima inocente que nació para morir en brazos de su padre, el Patrón.