A)lea atentamente el siguiente texto: "su política económica- conocida como desarrollismo- estuvo centrada en la expansión de las industrias petrolera, siderúrgica y automotriz. Además, alentó las inversiones extranjeras, mediante leyes que las promovían, restableció el funcionamiento normal de la CGT u devolvió a los gremios una capacidad de negociación considerable. .......... En 1959, la huelga de trabajadores en el frigorífico Lisandro de la Torre marcó un punto importante en la escalada de reclamos populares. Esa oleada de protestas contra el gobierno fue respondida con el Plan Conintes, que autorizaba la intervención militar en los conflictos sociales. .......... El sindicalista más reconocido del periodo fue Augusto Timoteo Vandor. .......... La represión había debilitado a los sectores combativos del sindicalismos y permitió que otras líneas gremiales se impusieran. Este gobierno posibilitó que se presentarán listas peronistas para legisladores suponiendo que fracasaría sin embargo esto no ocurrió, lo que motivó un nuevo golpe de estado..." complete: Título que le colocaría: Gobierno al que corresponde: Tema principal del texto: Tiempo y espacio:
Brunetfurgo
Nacionalización de suministros de petróleo Plataforma petrolífera de la empresa rusa Gazprom, cuyo accionista mayoritario es el Estado ruso. Rusia es el mayor productor mundial de petróleo (2015) y su venta es la principal fuente de ingresos del país, una situación similar a la que viven la mayoría de los países productores de petróleo
Se le denomina nacionalización del petróleo al conjunto de políticas que ejecutan los gobiernos de los países con miras a desprivatizar la extracción de petróleo. Esta práctica está normalmente motivada por el hecho de que de esta forma el Estado se reserva el derecho de explotar y obtener el control mayoritario o total de las ganancias por concepto de exportaciones de este recurso, que a menudo son multimillonarias.
Kate Dourian, editora de Platts para Oriente Medio, precisa que mientras las estimaciones de las reservas de petróleo pueden variar, la política ahora se ha incorporado a la ecuación del suministro de petróleo. «Algunos países están prohibiendo la entrada. Estos países son reticentes ahora a compartir sus reservas.»1 Según la empresa consultora estadounidense PFC Energy, solamente el 7% de los estimados mundiales de petróleo y las reservas de gas se hallan en países que permiten inversiones en el sector a compañías extranjeras. El 65% está en manos de compañías públicas del Estado, tales como Saudi Aramco en Arabia Saudí, Pemex en México o PDVSA en Venezuela, donde el acceso para las compañías occidentales es muy complicado. Algunos países como Brasil (Petrobras) o Rusia (Gazprom), cuyas compañías públicas también monopolizan la extracción de petróleo, sí permiten la entrada de capital privado en sus gigantes petroleros, aunque el Estado se reserva el control de las compañías. En otros casos, como el de Noruega, el Estado aunque permite la extracción a empresas privadas, interviene en la industria petrolera a través de poderosas empresas con participación estatal mayoritaria, como el caso noruego de Statoil, cuyas ganancias se depositan en el fondo soberano noruego Government Pension Fund of Norway. Esta última práctica es también utilizada por otros países petroleros.
Se le denomina nacionalización del petróleo al conjunto de políticas que ejecutan los gobiernos de los países con miras a desprivatizar la extracción de petróleo. Esta práctica está normalmente motivada por el hecho de que de esta forma el Estado se reserva el derecho de explotar y obtener el control mayoritario o total de las ganancias por concepto de exportaciones de este recurso, que a menudo son multimillonarias.
Kate Dourian, editora de Platts para Oriente Medio, precisa que mientras las estimaciones de las reservas de petróleo pueden variar, la política ahora se ha incorporado a la ecuación del suministro de petróleo. «Algunos países están prohibiendo la entrada. Estos países son reticentes ahora a compartir sus reservas.»1 Según la empresa consultora estadounidense PFC Energy, solamente el 7% de los estimados mundiales de petróleo y las reservas de gas se hallan en países que permiten inversiones en el sector a compañías extranjeras. El 65% está en manos de compañías públicas del Estado, tales como Saudi Aramco en Arabia Saudí, Pemex en México o PDVSA en Venezuela, donde el acceso para las compañías occidentales es muy complicado. Algunos países como Brasil (Petrobras) o Rusia (Gazprom), cuyas compañías públicas también monopolizan la extracción de petróleo, sí permiten la entrada de capital privado en sus gigantes petroleros, aunque el Estado se reserva el control de las compañías. En otros casos, como el de Noruega, el Estado aunque permite la extracción a empresas privadas, interviene en la industria petrolera a través de poderosas empresas con participación estatal mayoritaria, como el caso noruego de Statoil, cuyas ganancias se depositan en el fondo soberano noruego Government Pension Fund of Norway. Esta última práctica es también utilizada por otros países petroleros.