Actos
Los numerosos actos de represión lo convirtieron en la figura más polémica de nuestra historia.
Era conocido como un providencial hombre de Dios que sacó al país del caos, conteniendo el crimen, civilizando al
pueblo y construyendo obras.
También era considerado un tirano, déspota y sanguinario que se ensañó con el dolor ajeno.
Su proyecto, la formación del Estado conservador, dominó el periodo entre 1860 y 1875 en Ecuador. Apostó por un
proceso de modernización católica, caracterizada por un Estado confesional y centralizado.
Aprobó una Constitución que establecía que para ser ciudadano se requería ser católico y daba al gobernante
poderes dictatoriales. Se buscaba "la patria de la verdad", es decir, "el pueblo de la fe".
La nueva Constitución, llamada Carta Negra, impuso una ideología excluyente y represiva.
Decretó fusilamientos, azotes, encarcelamientos y expulsiones del país.
Negoció con el Vaticano un “Concordato”, que estableció el monopolio del clero sobre la educación, la cultura y la
prensa.
Engrandeció nuestra Patria para el reinado de Jesús en ella.
Consagró al mismo ideal su corazón y vida de cristiano.
Era naturalmente altivo, arrogante, imperioso; como hombre no temía nada, ni a nadie; Sólo temía a Dios. Hubo
ocasiones en que, arrastrado de su orgullo y carácter impetuoso, se olvidó del temor de Dios!
Aceptó un desafío a duleo que reprueba la Religión cristiana y la ley natural.
No sólo se dejó llevar varias veces de la impetuosidad dé carácter, sino que se descuidó algún tiempo de las prácticas
más augustas de nuestra Religión.
Gabriel García Moreno oraba de rodillas, implorando el auxilio de Dios y la amorosa protección de su Madre María.
Iba a misa todos los domingos y se confesaba.
Cuando iban los pobres campesinos a su casa, los trataba como a hermanos, les saludaba afectuosamente y les hacía
sentar a su mesa para comer y platicar amigablemente con ellos. En los hospitales averiguaba minuciosamente lo que
faltaba a los enfermos, los animaba, los consolaba con cariño y los remediaba. 500 pesos, que le dió su señora para un
banquete a los diplomáticos, los gastó para un alegre festín de los pobres y remedio de los enfermos del hospital. Se
sentaba a comer con los leprosos para ver y mejorar su alimentación. Aquí en Guayaquil, viendo que sus queridos
enfermos yacían tendidos en el duro suelo sobre una mísera estera, se enterneció su buen corazón, y, no admitiendo
ninguna excusa, dio órdenes terminantes para que esa misma tarde se repartiese a cada pobre un colchón y una manta.
Más que en nada se esmeraba en repartir con todo secreto su modesta renta entre las viudas y huérfanos de familias,
que por vergüenza, no se atrevían a pedir limosna, decaídas de su antigua fortuna.
En su gobierno no había mendigos en las calles, no había apaches en las ciudades, ni ladrones en los campos, ni
salteadores en los montes, ni escandalosos, ni asesinos, ni suicidas por doquier. Si él temor dé Dios, propio de un
cristiano, no bastaba a reprimir a los criminales, aplicaba con rigor inexorable la pena de muerte al asesino, al
bandolero, al revoltoso y traidor incorregible, porque con la Religión y la severa sanción desaparecieron los criminales.
GARCIA MORENO, con su justicia inexorable dio la paz y seguridad a su pueblo. “Cúmplase la justicia y desplómese
el cielo** era su divisa. “ La compasión por los criminales, decía, es la mayor crueldad contra los ciudadanos honrados
y pacíficos”. “La represión pronta, enérgica, terrible es el único medio de refrenar a los malvados.’* “Un castigo
ejemplar deja satisfecha la justicia, fortificada la moral, consolidado el orden público.
Escriba los valores y los antivalores según lo leido.
Ayudaaaa pliss
Los numerosos actos de represión lo convirtieron en la figura más polémica de nuestra historia.
Era conocido como un providencial hombre de Dios que sacó al país del caos, conteniendo el crimen, civilizando al
pueblo y construyendo obras.
También era considerado un tirano, déspota y sanguinario que se ensañó con el dolor ajeno.
Su proyecto, la formación del Estado conservador, dominó el periodo entre 1860 y 1875 en Ecuador. Apostó por un
proceso de modernización católica, caracterizada por un Estado confesional y centralizado.
Aprobó una Constitución que establecía que para ser ciudadano se requería ser católico y daba al gobernante
poderes dictatoriales. Se buscaba "la patria de la verdad", es decir, "el pueblo de la fe".
La nueva Constitución, llamada Carta Negra, impuso una ideología excluyente y represiva.
Decretó fusilamientos, azotes, encarcelamientos y expulsiones del país.
Negoció con el Vaticano un “Concordato”, que estableció el monopolio del clero sobre la educación, la cultura y la
prensa.
Engrandeció nuestra Patria para el reinado de Jesús en ella.
Consagró al mismo ideal su corazón y vida de cristiano.
Era naturalmente altivo, arrogante, imperioso; como hombre no temía nada, ni a nadie; Sólo temía a Dios. Hubo
ocasiones en que, arrastrado de su orgullo y carácter impetuoso, se olvidó del temor de Dios!
Aceptó un desafío a duleo que reprueba la Religión cristiana y la ley natural.
No sólo se dejó llevar varias veces de la impetuosidad dé carácter, sino que se descuidó algún tiempo de las prácticas
más augustas de nuestra Religión.
Gabriel García Moreno oraba de rodillas, implorando el auxilio de Dios y la amorosa protección de su Madre María.
Iba a misa todos los domingos y se confesaba.
Cuando iban los pobres campesinos a su casa, los trataba como a hermanos, les saludaba afectuosamente y les hacía
sentar a su mesa para comer y platicar amigablemente con ellos. En los hospitales averiguaba minuciosamente lo que
faltaba a los enfermos, los animaba, los consolaba con cariño y los remediaba. 500 pesos, que le dió su señora para un
banquete a los diplomáticos, los gastó para un alegre festín de los pobres y remedio de los enfermos del hospital. Se
sentaba a comer con los leprosos para ver y mejorar su alimentación. Aquí en Guayaquil, viendo que sus queridos
enfermos yacían tendidos en el duro suelo sobre una mísera estera, se enterneció su buen corazón, y, no admitiendo
ninguna excusa, dio órdenes terminantes para que esa misma tarde se repartiese a cada pobre un colchón y una manta.
Más que en nada se esmeraba en repartir con todo secreto su modesta renta entre las viudas y huérfanos de familias,
que por vergüenza, no se atrevían a pedir limosna, decaídas de su antigua fortuna.
En su gobierno no había mendigos en las calles, no había apaches en las ciudades, ni ladrones en los campos, ni
salteadores en los montes, ni escandalosos, ni asesinos, ni suicidas por doquier. Si él temor dé Dios, propio de un
cristiano, no bastaba a reprimir a los criminales, aplicaba con rigor inexorable la pena de muerte al asesino, al
bandolero, al revoltoso y traidor incorregible, porque con la Religión y la severa sanción desaparecieron los criminales.
GARCIA MORENO, con su justicia inexorable dio la paz y seguridad a su pueblo. “Cúmplase la justicia y desplómese
el cielo** era su divisa. “ La compasión por los criminales, decía, es la mayor crueldad contra los ciudadanos honrados
y pacíficos”. “La represión pronta, enérgica, terrible es el único medio de refrenar a los malvados.’* “Un castigo
ejemplar deja satisfecha la justicia, fortificada la moral, consolidado el orden público.
Escriba los valores y los antivalores según lo leido.
Ayudaaaa pliss
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Respuesta:
me da paj@ leer pero si
Explicación:
si