Actividad: Realizó una lectura de un texto sobre Alimentos sostenibles para consumidores responsables, y luego inferir: Sacar conclusiones, deducir causas y consecuencias a partir de lo leído
La nueva revolución alimentaria no va a venir marcada por los sabores, las propiedades nutritivas o el coste de los alimentos sino por su sostenibilidad, es decir por la relación de equilibrio que guardan los alimentos con el medio ambiente a lo largo de su vida útil: desde que se producen hasta que son consumidos o se convierten en residuo.
Los alimentos no solo deben ser sanos para nuestro organismo sino también para el planeta. Eso es lo que opinan cada vez más consumidores según constatan, uno tras otro, todos los estudios sobre tendencias de mercado en el sector del gran consumo. Evidentemente que el precio sigue siendo un factor determinante, así como la confianza en la marca, la garantía de calidad y las características nutricionales. Pero casi un 65% de los consumidores declara ya que estaría dispuesto a renunciar a un producto que atendiera satisfactoriamente a todas esas condiciones si en cambio no fuera sostenible.
Según uno de los últimos informes al respecto, el elaborado por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor que se celebra hoy 15 de marzo, la conciencia respecto al origen sostenible de los alimentos no para de aumentar entre los consumidores españoles. Cada vez son más los que prestan atención a conceptos como la huella ecológica del producto o la reducción del envasado superfluo y los que muestran un mayor rechazo al desperdicio alimentario o el malbaratamiento de recursos naturales.
La sostenibilidad se abre hueco en el sector de la alimentación como lo ha hecho en el de los electrodomésticos, el automóvil o la iluminación del hogar. Ese ciudadano concienciado que actúa en su día a día a favor del medio ambiente y en contra del cambio climático, ese consumidor que muestra un interés cada vez mayor por el coche eléctrico, que elige una lavadora o un lavavajillas en función de su etiqueta energética o que ha decidido cambiar las bombillas incandescentes por otras tipo LED, es el mismo que además de saber cuánto cuesta el bote de salsa de tomate, se pregunta cuánto le habrá costado al planeta.
Respuesta empresarial
Crece el número de compañías comprometidas con la sostenibilidad
Eso lo saben las marcas y por ello se están posicionando al respecto. Muchas de ellas lo intentan recurriendo a meros ejercicios de maquillaje ecológico o greenwashing. Otras sin embargo han optado por medidas mucho más honestas, repensando sus sistemas de elaboración para avanzar hacia una producción más limpia y sostenible y marcándose objetivos concretos al respecto.
Una de estas últimas es la compañía anglo holandesa Unilever, cuyo director ejecutivo, Paul Polman, ha pasado a convertirse en un auténtico gurú de la lucha contra el cambio climático a nivel mundial y en uno de los mejores embajadores para la adopción internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Reducir el consumo de agua un 20%, recortar a la mitad el volumen de residuos asociado a sus productos o que el 100% de sus materias primas agrícolas procedan de agricultura sostenible son algunos de los objetivos que se ha marcado la empresa para 2020. “La sostenibilidad y el crecimiento equitativo -resalta en su declaración de principios- son el único modelo de desarrollo aceptable para nuestra compañía”.
El compromiso ciudadano mediante el consumo responsable está provocando rápidos avances hacia una producción más limpia y sostenible de alimentos. Queda mucho camino por recorrer, muchísimo. Pero los líderes marcan tendencia, y la alimentación sostenible no tiene pinta de ser una moda pasajera, sino que ha venido para quedarse.
Respuesta:
eso es muy grande no lo puedo hacer