Trata de ser amable con la sociedad que te rodea. Parece simple y de bajo impacto, pero es un primer paso fundamental para contribuir de manera positiva en tu comunidad. Basta con saludar a los vecinos y respetar las normas de convivencia para comenzar a construir las bases de una comunidad en crecimiento.
Puedes donar comida cada cierto tiempo a bancos de comida, a personas que lo necesiten o a instituciones que se dediquen a distribuirla y además, participar como voluntario en su preparación y distribución en los bancos de comida.
Siembra plantas, pinta las banquetas y trata de mantener tu hogar limpio. También parece difícil encontrar el impacto de estas acciones, pero hay teorías que sostienen que vivir en un lugar agradable contribuye a la paz mental y al desarrollo de ideas.
Dona la ropa que ya no utilices y esté en buen estado a una iglesia u organización sin fines de lucro. Podrías dedicar un fin de semana cada cierto tiempo, en una de estas instituciones, para ayudar con la clasificación y distribución de la ropa donada. Lo que para ti puede ser una prenda más en el ropero puede tener mucho valor para alguien que la necesite.
Adopta animales en condición de calle de tu vecindario. No solo le darás un hogar a un ser vivo, también te harás con un compañero de vida.
En México solo el 3 % de los donadores de sangre son altruistas. Es decir, lo hacen sin el llamado de un amigo o familiar que lo necesite. Donar sangre es una manera fácil de ayudar a alguien que lo necesita y no tiene ningún costo relevante para nosotros.
Usar medios no motorizados o no individuales de transporte. En México menos de una persona usa cada automóvil en la calle, en promedio. Es por esto que nuestros índices de contaminación y tráfico son tan elevados. Podemos cambiar esta situación desde compartir la ruta con alguien que tenga el mismo destino, para reducir la cantidad de carros, hasta comenzar a usar transporte público o bicicleta para nuestros trayectos. Esto no solo reduce el tráfico y la contaminación, sino que dejar el estrés de conducir mejora la calidad de vida.
Conviértete en tutor de alguien joven y transmite tus conocimientos. Ya sea con enseñanzas sobre matemáticas, pintura o finanzas personales, transmitir educación y conocimientos es una de las mejores maneras para ayudar a crecer a nuestra comunidad.
Si tus condiciones económicas lo permiten, dona dinero, ya sea a personas individuales o a organizaciones sin fines de lucro que se dedican a mejorar la sociedad y necesitan fondos para seguir cumpliendo su misión. Pero no te detengas en la donación, participar activamente y colaborar con las organizaciones sin fines de lucro de manera voluntaria es igual de valioso pero más satisfactorio.
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Trata de ser amable con la sociedad que te rodea. Parece simple y de bajo impacto, pero es un primer paso fundamental para contribuir de manera positiva en tu comunidad. Basta con saludar a los vecinos y respetar las normas de convivencia para comenzar a construir las bases de una comunidad en crecimiento.
Puedes donar comida cada cierto tiempo a bancos de comida, a personas que lo necesiten o a instituciones que se dediquen a distribuirla y además, participar como voluntario en su preparación y distribución en los bancos de comida.
Siembra plantas, pinta las banquetas y trata de mantener tu hogar limpio. También parece difícil encontrar el impacto de estas acciones, pero hay teorías que sostienen que vivir en un lugar agradable contribuye a la paz mental y al desarrollo de ideas.
Dona la ropa que ya no utilices y esté en buen estado a una iglesia u organización sin fines de lucro. Podrías dedicar un fin de semana cada cierto tiempo, en una de estas instituciones, para ayudar con la clasificación y distribución de la ropa donada. Lo que para ti puede ser una prenda más en el ropero puede tener mucho valor para alguien que la necesite.
Adopta animales en condición de calle de tu vecindario. No solo le darás un hogar a un ser vivo, también te harás con un compañero de vida.
En México solo el 3 % de los donadores de sangre son altruistas. Es decir, lo hacen sin el llamado de un amigo o familiar que lo necesite. Donar sangre es una manera fácil de ayudar a alguien que lo necesita y no tiene ningún costo relevante para nosotros.
Usar medios no motorizados o no individuales de transporte. En México menos de una persona usa cada automóvil en la calle, en promedio. Es por esto que nuestros índices de contaminación y tráfico son tan elevados. Podemos cambiar esta situación desde compartir la ruta con alguien que tenga el mismo destino, para reducir la cantidad de carros, hasta comenzar a usar transporte público o bicicleta para nuestros trayectos. Esto no solo reduce el tráfico y la contaminación, sino que dejar el estrés de conducir mejora la calidad de vida.
Conviértete en tutor de alguien joven y transmite tus conocimientos. Ya sea con enseñanzas sobre matemáticas, pintura o finanzas personales, transmitir educación y conocimientos es una de las mejores maneras para ayudar a crecer a nuestra comunidad.
Si tus condiciones económicas lo permiten, dona dinero, ya sea a personas individuales o a organizaciones sin fines de lucro que se dedican a mejorar la sociedad y necesitan fondos para seguir cumpliendo su misión. Pero no te detengas en la donación, participar activamente y colaborar con las organizaciones sin fines de lucro de manera voluntaria es igual de valioso pero más satisfactorio.