A sus 70 años, don Pedro es un padre y un abuelo que recibe a diario el cariño y el amor de su numerosa familia. Sin embargo, los frutos de los que ahora goza son producto del respeto, entrega y amor que fueron sembrados por él hace más de 30 años, cuando vivió la penosa pérdida de su esposa, situación que lo llevó a quedar al frente de la responsabilidad que implica cuidar, educar y sacar adelante a nueve hijos. «Nunca acepté la propuesta de dividir a mi familia. Si lo hubiera hecho, habrían crecido como si fueran extraños entre ellos. Pese a lo difícil que fue resguardarla, siempre estuvimos juntos, hasta el día de hoy», dijo don Pedro con orgullo. Don Pedro no conoce la soledad, nunca la ha vivido, menos ahora que disfruta de la presencia diaria de sus ocho hijos, con sus respectivos esposos y esposas, y sus 16 nietos, de los cuales, a 12 recoge diariamente de la escuela en una combi que se ha convertido en el transporte oficial de un padre-abuelo que brindó su vida entera a la creación y sostenimiento de una estructura familiar sólida, que hasta la fecha luce inquebrantable. Pero lo anterior no sólo es resultado del sostén económico que brindó, sino y sobre todo, del sostén moral y emocional que supo ejercer con sus hijos, donde predominaron el respeto, el amor y la entrega incondicional de un padre que desarrolló un doble rol: Ser padre y madre a la vez.
1.1 El gozo y la alegría que siente Don pedro hoy, son fruto de:
2 El amor que siente por sus hijos e hijas se debe a las características humanas y espirituales cómo:
3 don Pedro no acepto dividir su familia porque: Por favor alguien me ayuda :c
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