La tepporía de las cebollas no es ninguna genialidad, pero surgió de forma natural en una conversación que, de no ser por las bebidas frías, habría sido acalorada. La memoria del ogro Shrek precipitó la idea y el posterior argumento: “Los ogros tienen capas, las cebollas tiene capas”. Yo creo que así es el ser humano. En el centro de la cebolla está su dignidad, su corazón, su alma. Su capacidad de compadecerse, de empatizar, de sentir por otros — como cada uno dé en llamarlo. Y alrededor, como en esferas concéntricas, las capas de la cebolla. Esas capas son barreras de sensibilidad, progresivamente articuladas, desde el cogollo más tierno hasta la costra más rígida. Y cada vez que una de esas capas se rompe, ya no se vuelve a recomponer. Claro está, existen grados: no es lo mismo una leve impresión, más o menos lacerante, que una perforación a golpe de taladro neumático.
holii mira pues.....
La tepporía de las cebollas no es ninguna genialidad, pero surgió de forma natural en una conversación que, de no ser por las bebidas frías, habría sido acalorada. La memoria del ogro Shrek precipitó la idea y el posterior argumento: “Los ogros tienen capas, las cebollas tiene capas”. Yo creo que así es el ser humano. En el centro de la cebolla está su dignidad, su corazón, su alma. Su capacidad de compadecerse, de empatizar, de sentir por otros — como cada uno dé en llamarlo. Y alrededor, como en esferas concéntricas, las capas de la cebolla. Esas capas son barreras de sensibilidad, progresivamente articuladas, desde el cogollo más tierno hasta la costra más rígida. Y cada vez que una de esas capas se rompe, ya no se vuelve a recomponer. Claro está, existen grados: no es lo mismo una leve impresión, más o menos lacerante, que una perforación a golpe de taladro neumático.
espero que hayas podido entenderlo ♡♡UwU