La sociedad actual se fundamenta económicamente en el comercio, por lo que para mantenerla en movimiento se necesita oferta y demanda. Pero, a veces, la ambición por mantener un nivel de consumo hace que se intenten crear nuevas y falsas necesidades.
Por ejemplo, comprar zapatos de una marca concreta, mucho más caros que otros iguales de bonitos y funcionales y tres veces más baratos. O comprar el último elemento electrónico o gadgets, sin ser realmente necesario.
La sociedad actual se fundamenta económicamente en el comercio, por lo que para mantenerla en movimiento se necesita oferta y demanda. Pero, a veces, la ambición por mantener un nivel de consumo hace que se intenten crear nuevas y falsas necesidades.
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