Según un estudio, los ricos en China se están enriqueciendo más rápido que los pobres
BEIJING, 8 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
China es el segundo país más desigual de toda Asia, tan sólo por detrás de Nepal, según se desprende de los datos del coeficiente Gini, con el que se calculan las disparidades sociales en los países, que según los datos del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) ascendió en el gigante asiático de un 40,7 en 1993 a un 47,3 en 2004.
Los datos, los últimos sobre China existentes hasta la fecha, han sido hechos públicos hoy en un informe del BAD, y muestran que la brecha entre pobres y ricos se está haciendo cada vez más profunda en toda la región.
Explicación:
También el otro gran gigante emergente del continente, India, ha experimentado un crecimiento en los desequilibrios, al pasar de un índice del 32,9 en 1993 a otro del 36,9 en 2004. Pero el dato sigue siendo más positivo que el chino, pese a la imagen externa de país de grandes desigualdades sociales con que cuenta.
Esta tendencia china, según señala el BAD, sitúa el desarrollo económico del país más cerca de las economías latinoamericanas que del "crecimiento igualitario" vivido anteriormente por otros "tigres asiáticos" como Corea del Sur o Taiwán.
La consecuencia es que los ricos se están enriqueciendo más rápido que los pobres, alerta el BAD. En la década estudiada, los ingresos del 20% de los chinos más pobres creció un 3,4%, mientras que el del quinto de la población más acomodada aumentó un 7,1%. La corriente no es exclusiva de China, porque el hecho se ha reproducido en la mayoría de las economías de la zona, incluidas Indonesia y Malasia, donde comparativamente la riqueza nacional está ahora mejor repartida.
Entre los principales motivos del desequilibrio el estudio menciona que las zonas rurales están perdiendo el tren del crecimiento económico, que se concentra en las áreas urbanas. Y los gobiernos están invirtiendo menos en las infraestructuras rurales. También teoriza el documento sobre si el incremento de estos desniveles pueda ser inherente al desarrollo económico (si bien los países desarrollados suelen caracterizarse por una distribución económica más justa).
Respuesta:
Según un estudio, los ricos en China se están enriqueciendo más rápido que los pobres
BEIJING, 8 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
China es el segundo país más desigual de toda Asia, tan sólo por detrás de Nepal, según se desprende de los datos del coeficiente Gini, con el que se calculan las disparidades sociales en los países, que según los datos del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) ascendió en el gigante asiático de un 40,7 en 1993 a un 47,3 en 2004.
Los datos, los últimos sobre China existentes hasta la fecha, han sido hechos públicos hoy en un informe del BAD, y muestran que la brecha entre pobres y ricos se está haciendo cada vez más profunda en toda la región.
Explicación:
También el otro gran gigante emergente del continente, India, ha experimentado un crecimiento en los desequilibrios, al pasar de un índice del 32,9 en 1993 a otro del 36,9 en 2004. Pero el dato sigue siendo más positivo que el chino, pese a la imagen externa de país de grandes desigualdades sociales con que cuenta.
Esta tendencia china, según señala el BAD, sitúa el desarrollo económico del país más cerca de las economías latinoamericanas que del "crecimiento igualitario" vivido anteriormente por otros "tigres asiáticos" como Corea del Sur o Taiwán.
La consecuencia es que los ricos se están enriqueciendo más rápido que los pobres, alerta el BAD. En la década estudiada, los ingresos del 20% de los chinos más pobres creció un 3,4%, mientras que el del quinto de la población más acomodada aumentó un 7,1%. La corriente no es exclusiva de China, porque el hecho se ha reproducido en la mayoría de las economías de la zona, incluidas Indonesia y Malasia, donde comparativamente la riqueza nacional está ahora mejor repartida.
Entre los principales motivos del desequilibrio el estudio menciona que las zonas rurales están perdiendo el tren del crecimiento económico, que se concentra en las áreas urbanas. Y los gobiernos están invirtiendo menos en las infraestructuras rurales. También teoriza el documento sobre si el incremento de estos desniveles pueda ser inherente al desarrollo económico (si bien los países desarrollados suelen caracterizarse por una distribución económica más justa).