Poco después de convertirse en soberano de España, Carlos I tuvo que hacer frente a dos importantes levantamientos en sus reinos peninsulares:
La rebelión de las Comunidades, o de los Comuneros (1520-1521), que tuvo lugar, principalmente, en la Corona de Castilla.La rebelión de las Germanías (1519-1523), que se produjo en la Corona de Aragón.
Posteriormente, sus principales problemas se situaron fuera de España.
Guerras con Francia por el dominio europeo.Guerras con el Imperio otomano, que era la principal potencia musulmana en aquel tiempo.Aparición del protestantismo en Alemania. A pesar de sus intentos, Carlos no consiguió restablecer la unidad política ni religiosa de Europa. En 1555 se acordó la llamada Paz de Augsburgo, por medio de la cual se reconocía la división religiosa dentro de los territorios imperiales.
Carlos murió el 21 de septiembre de 1558 en el monasterio cacereño de Yuste (España), donde se había retirado tras dividir sus dominios y su poder.
En 1556 había cedido la corona y las posesiones de España a su hijo Felipe II.En 1558 cedió la corona y los territorios del Imperio a su hermano Fernando I.
Poco después de convertirse en soberano de España, Carlos I tuvo que hacer frente a dos importantes levantamientos en sus reinos peninsulares:
La rebelión de las Comunidades, o de los Comuneros (1520-1521), que tuvo lugar, principalmente, en la Corona de Castilla.La rebelión de las Germanías (1519-1523), que se produjo en la Corona de Aragón.Posteriormente, sus principales problemas se situaron fuera de España.
Guerras con Francia por el dominio europeo.Guerras con el Imperio otomano, que era la principal potencia musulmana en aquel tiempo.Aparición del protestantismo en Alemania. A pesar de sus intentos, Carlos no consiguió restablecer la unidad política ni religiosa de Europa. En 1555 se acordó la llamada Paz de Augsburgo, por medio de la cual se reconocía la división religiosa dentro de los territorios imperiales.Carlos murió el 21 de septiembre de 1558 en el monasterio cacereño de Yuste (España), donde se había retirado tras dividir sus dominios y su poder.
En 1556 había cedido la corona y las posesiones de España a su hijo Felipe II.En 1558 cedió la corona y los territorios del Imperio a su hermano Fernando I.