Ste primer paso científico para comprender el solfeo de las Megaptera novaeangliae define la terminología que usaron para describir los sonidos grabados. También se conoce que debido a que pueden emitir sonidos de baja frecuencia, a veces inaudibles para el oído humano, las ondas de comunicación viajan más lejos, así que pueden tener intercambios sonoros con otro miembro de su manada a miles de kilómetros de distancia. Los sonidos unidad que producen las ballenas es vasto, por lo que para catalogarlos los científicos le piden prestado a otros animales sus onomatopeyas, de modo que no es extraño leer en un tratado sobre yubartas que emitieron ronroneos, graznidos, gruñidos, ladridos, incluso hasta crujidos, gemidos, llantos o gritos. Existen complicaciones para estudiar más sobre cómo es que circula el aire dentro de sus cabezas y producen los sonidos, pues no es común encontrar cráneos de estos mamíferos.
Así que muchos científicos extrapolan sus conocimientos sobre la forma en la que los delfines emiten sonidos e infieren cómo es que lo hacen las ballenas. Para quien nunca ha presenciado el concierto de estos mamíferos, la red brinda la oportunidad de escucharlos, de conocer algunas vocalizaciones de las ballenas jorobadas .
Cantos para la manada
El repertorio sonoro es extenso, pero recientemente algunos investigadores han puesto especial atención en los nombrados «sonidos sociales» que hasta ahora habían sido soslayados. Durante tres años científicos de la Universidad de Queensland, Australia, se dedicaron a grabar los sonidos que emitían 61 grupos de estos cetáceos mientras viajaban por las costas australianas. Obtuvieron miles de horas de grabación y en el año 2013 lograron compilar un catálogo de 660 sonidos diferentes y tipificaron los sonidos sociales. En dicho trabajo, basado en las grabaciones sonoras, pero también en observaciones de comportamiento, el grupo de científicos encabezado por Rebecca Dunlop relacionó la conducta más obvia que acompañaba los sonidos, y así vinculó el actuar de los machos «con lo que decían».
Por ejemplo, cuando los machos solteros se unen a un grupo cambian sus vocalizaciones, pasan de emitir sonidos de baja frecuencia a una de mayor frecuencia. También observaron que con sonidos anuncian que están en posibilidad de aparearse y atraen a las hembras. Conocer el repertorio acústico de una especie es el primer paso para conocer su función biológica, pero es hasta ahora, con investigaciones de la Universidad de Queenslan, que se está recopilando el catálogo de los sonidos de las ballenas jorobadas y se comienzan a clasificar.
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Ste primer paso científico para comprender el solfeo de las Megaptera novaeangliae define la terminología que usaron para describir los sonidos grabados. También se conoce que debido a que pueden emitir sonidos de baja frecuencia, a veces inaudibles para el oído humano, las ondas de comunicación viajan más lejos, así que pueden tener intercambios sonoros con otro miembro de su manada a miles de kilómetros de distancia. Los sonidos unidad que producen las ballenas es vasto, por lo que para catalogarlos los científicos le piden prestado a otros animales sus onomatopeyas, de modo que no es extraño leer en un tratado sobre yubartas que emitieron ronroneos, graznidos, gruñidos, ladridos, incluso hasta crujidos, gemidos, llantos o gritos. Existen complicaciones para estudiar más sobre cómo es que circula el aire dentro de sus cabezas y producen los sonidos, pues no es común encontrar cráneos de estos mamíferos.
Así que muchos científicos extrapolan sus conocimientos sobre la forma en la que los delfines emiten sonidos e infieren cómo es que lo hacen las ballenas. Para quien nunca ha presenciado el concierto de estos mamíferos, la red brinda la oportunidad de escucharlos, de conocer algunas vocalizaciones de las ballenas jorobadas .
Cantos para la manada
El repertorio sonoro es extenso, pero recientemente algunos investigadores han puesto especial atención en los nombrados «sonidos sociales» que hasta ahora habían sido soslayados. Durante tres años científicos de la Universidad de Queensland, Australia, se dedicaron a grabar los sonidos que emitían 61 grupos de estos cetáceos mientras viajaban por las costas australianas. Obtuvieron miles de horas de grabación y en el año 2013 lograron compilar un catálogo de 660 sonidos diferentes y tipificaron los sonidos sociales. En dicho trabajo, basado en las grabaciones sonoras, pero también en observaciones de comportamiento, el grupo de científicos encabezado por Rebecca Dunlop relacionó la conducta más obvia que acompañaba los sonidos, y así vinculó el actuar de los machos «con lo que decían».
Por ejemplo, cuando los machos solteros se unen a un grupo cambian sus vocalizaciones, pasan de emitir sonidos de baja frecuencia a una de mayor frecuencia. También observaron que con sonidos anuncian que están en posibilidad de aparearse y atraen a las hembras. Conocer el repertorio acústico de una especie es el primer paso para conocer su función biológica, pero es hasta ahora, con investigaciones de la Universidad de Queenslan, que se está recopilando el catálogo de los sonidos de las ballenas jorobadas y se comienzan a clasificar.
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