La basura que es arrojada en cualquier lugar. Las zonas urbanas y las industriales son las de mayor riesgo de contaminación del suelo, debido a la concentración de actividades productivas y de consumo que generan grandes niveles de desechos. La falta de regulación y de conciencia social genera que los desechos no sean procesados de manera adecuada, a fin de reducir al máximo posible su impacto negativo. Los residuos deben ser reciclados cuando sea posible y la basura debe ser separada según sus propiedades y desechada en lugares en los que pueda ser procesada.
Los pesticidas de uso industrial y doméstico. Son sustancias químicas contaminantes, como el arsénico o el pesticida de jardín, que alteran las propiedades del suelo y del agua de manera irreversible e impactan en los seres vivos que se nutren de ellos.
La explotación del petróleo. Es una actividad que contamina, tanto durante su extracción como su posterior uso en productos de consumo. La combustión que se produce en el proceso de extracción y los derrames de hidrocarburos, que pueden ocurrir de manera accidental o por negligencia, ocasionan daños irreversibles en el ecosistema.
Las fábricas y las industrias. Son sistemas de producción que fomentan la explotación de recursos naturales, a veces de manera indiscriminada, y que generan desechos y vertidos industriales en exceso durante su desempeño productivo. Como consecuencia se dañan ecosistemas enteros. Por ejemplo: al implementar una industria minera se remueve la vegetación nativa del lugar que impacta en la supervivencia de los animales, se usan explosivos para acceder bajo tierra y se usan químicos para la manipulación de los minerales. Todos esos desechos se depositan a cielo abierto, tienen riesgo de derrames y dejan daños irreparables.
La deforestación indiscriminada. Es una actividad que se realiza, cada vez más, con mayor intensidad y con controles insuficientes. Como consecuencia, los suelos se erosionan y deterioran por no disponer de la vegetación que contiene el arrastre del agua de la lluvia y el desborde de los cauces de agua. Estos factores, entre otros, provocan un impacto directo en el calentamiento global y el cambio climático.
La explotación agropecuaria. Es una actividad en constante aumento a costa del deterioro de los nutrientes del suelo fértil, que consiste en una capa de la superficie terrestre que requirió de muchos siglos para su formación. Esta superficie es destruida debido a la agricultura a gran escala de tipo monocultivo, que abarca extensos territorios con plantaciones que no son nativas y con cultivos para producir alimento balanceado para el ganado. Además, no se respeta el tiempo de descanso del suelo entre cosechas. Como consecuencia los suelos se tornan estériles, es decir, pobres en minerales y dejan de ser aptos para la agricultura.
Los materiales radioactivos o nucleares. Son los agentes contaminantes más peligrosos que consisten en elementos radioactivos que tienen la capacidad de emitir protones de rayos gamma y electrones. Las principales fuentes de contaminación radioactiva están en la actividad industrial, con plantas de energía, y en la actividad militar, con ensayos militares y bombas. En menor medida, también se utiliza la energía nuclear en reducidas dosis en algunas prácticas médicas
Respuesta:
La basura que es arrojada en cualquier lugar. Las zonas urbanas y las industriales son las de mayor riesgo de contaminación del suelo, debido a la concentración de actividades productivas y de consumo que generan grandes niveles de desechos. La falta de regulación y de conciencia social genera que los desechos no sean procesados de manera adecuada, a fin de reducir al máximo posible su impacto negativo. Los residuos deben ser reciclados cuando sea posible y la basura debe ser separada según sus propiedades y desechada en lugares en los que pueda ser procesada.
Los pesticidas de uso industrial y doméstico. Son sustancias químicas contaminantes, como el arsénico o el pesticida de jardín, que alteran las propiedades del suelo y del agua de manera irreversible e impactan en los seres vivos que se nutren de ellos.
La explotación del petróleo. Es una actividad que contamina, tanto durante su extracción como su posterior uso en productos de consumo. La combustión que se produce en el proceso de extracción y los derrames de hidrocarburos, que pueden ocurrir de manera accidental o por negligencia, ocasionan daños irreversibles en el ecosistema.
Las fábricas y las industrias. Son sistemas de producción que fomentan la explotación de recursos naturales, a veces de manera indiscriminada, y que generan desechos y vertidos industriales en exceso durante su desempeño productivo. Como consecuencia se dañan ecosistemas enteros. Por ejemplo: al implementar una industria minera se remueve la vegetación nativa del lugar que impacta en la supervivencia de los animales, se usan explosivos para acceder bajo tierra y se usan químicos para la manipulación de los minerales. Todos esos desechos se depositan a cielo abierto, tienen riesgo de derrames y dejan daños irreparables.
La deforestación indiscriminada. Es una actividad que se realiza, cada vez más, con mayor intensidad y con controles insuficientes. Como consecuencia, los suelos se erosionan y deterioran por no disponer de la vegetación que contiene el arrastre del agua de la lluvia y el desborde de los cauces de agua. Estos factores, entre otros, provocan un impacto directo en el calentamiento global y el cambio climático.
La explotación agropecuaria. Es una actividad en constante aumento a costa del deterioro de los nutrientes del suelo fértil, que consiste en una capa de la superficie terrestre que requirió de muchos siglos para su formación. Esta superficie es destruida debido a la agricultura a gran escala de tipo monocultivo, que abarca extensos territorios con plantaciones que no son nativas y con cultivos para producir alimento balanceado para el ganado. Además, no se respeta el tiempo de descanso del suelo entre cosechas. Como consecuencia los suelos se tornan estériles, es decir, pobres en minerales y dejan de ser aptos para la agricultura.
Los materiales radioactivos o nucleares. Son los agentes contaminantes más peligrosos que consisten en elementos radioactivos que tienen la capacidad de emitir protones de rayos gamma y electrones. Las principales fuentes de contaminación radioactiva están en la actividad industrial, con plantas de energía, y en la actividad militar, con ensayos militares y bombas. En menor medida, también se utiliza la energía nuclear en reducidas dosis en algunas prácticas médicas
Explicación:
espero haberte ayudado :)