Credibilidad es un concepto que las personas utilizan para decidir si creen o no una información de la que no son testigos directos. En su aplicación intervienen componentes objetivos y subjetivos que se conceden a las fuentes, canales o plataformas de difusión de información.
La credibilidad se compone de dos dimensiones principales: confianza y grado de conocimiento donde ambas poseen componentes objetivos y subjetivos. Es decir, la capacidad de generar confianza es un juicio de valor que emite el receptor basado en factores subjetivos como las afinidades éticas, ideológicas o estéticas. El grado de conocimiento puede ser percibido en forma subjetiva aunque también incluye características objetivas relativas a indicadores indirectos sobre los conocimientos expertos de la fuente (por ejemplo acreditaciones académicas o profesionales, prestigio, trayectoria) o del rigor del mensaje (calidad de la información, exahustividad, referenciación). Otras dimensiones secundarias son el dinamismo o carisma de la fuente y la atracción física que genera en medios de comunicación que transmiten la imagen del emisor.
La credibilidad va de la mano de la verdad, de manera que una persona o fuente poseerá un mayor grado de credibilidad si no se ha visto involucrada en episodios en que se haya puesto en evidencia o se sospeche que ha mentido. A medida que se producen sospechas sobre su honestidad, la credibilidad disminuye paulatinamente. Además de las dudas sobre la honestidad, la credibilidad también se puede perder por una acumulación de errores en la difusión de información o de incongruencias en la difusión de opiniones o interpretaciones.
La credibilidad en Internet se ha convertido en un tema importante desde de mediados de la década de 1992, en que se ha incrementado de forma sensible el uso de la webcomo fuente de información. Las características abiertas de esta plataforma de comunicación que permiten la publicación de informaciones sin restricciones ni controles editoriales, junto con la práctica del anonimato o pseudoanonimato (utilización de apodos o nickname) han introducido nuevos factores de incertidumbre en la concesión de credibilidad. Diversos proyectos académicos investigan sobre este fenómeno. Entre ellos, encontramos el Proyecto sobre credibilidad y medios digitales1 de la Universidad de California en Santa Bárbara que ha publicado avances recientes y mantiene estudios en curso en este tema, incluyendo análisis de medios digitales y juventud. Adicionalmente, el Laboratorio de tecnología persuasiva2 de la Universidad de Stanford ha estudiado la credibilidad de la web y un listado de componentes principales que intervienen en la generación de credibilidad en Internet y una teoría general llamada Teoría de interpretación de la relevancia.3 Otra propuesta teórica es el Marco Unificador de la Credibilidad (Brian Hilligoss y Soo Young Rieh, 2008). También encontramos estudios en países europeos (Finlandia y Suecia) y asiáticos (Corea del Sur).
En España, la investigación sobre credibilidad se ha enfocado des de los estudios sobre periodismo. De acuerdo con el código deontológico de la Sociedad de Periodistas Profesionales, la integridad profesional es un aspecto fundamental de la credibilidad de los periodistas.4
Pero en el escenario comunicativo actual, donde Internet está cambiando el consumo de lo que se entendía como comunicación de masas, el estudio de la credibilidad se está ampliando para focalizarse en los receptores, que con toda probabilidad se informan en fuentes muy diversas (redes sociales, blogs, foros...). En el congreso de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación celebrado en Tarragona en 2012 se presentó una comunicación sobre como usuarios de Internet concedían credibilidad en el ámbito de la información económica. De acuerdo con este estudio, los cambios específicos introducidos por Internet son: verificación de los datos a través de enlaces y búsquedas, consultas en fuentes oficiales, seguimiento de fuentes alternativas (blogs sobre todo) a lo largo del tiempo.
En un ámbito más informal también se habla de "Street cred" (O "credibilidad de la calle" en español) es un neologismo contemporáneo que se refiere a la credibilidad o aceptabilidad entre los habitantes de ciudades de los jóvenes o a la moda, particularmente aquellos que apoyan el movimiento hip-hop.5
Credibilidad es un concepto que las personas utilizan para decidir si creen o no una información de la que no son testigos directos. En su aplicación intervienen componentes objetivos y subjetivos que se conceden a las fuentes, canales o plataformas de difusión de información.
La credibilidad se compone de dos dimensiones principales: confianza y grado de conocimiento donde ambas poseen componentes objetivos y subjetivos. Es decir, la capacidad de generar confianza es un juicio de valor que emite el receptor basado en factores subjetivos como las afinidades éticas, ideológicas o estéticas. El grado de conocimiento puede ser percibido en forma subjetiva aunque también incluye características objetivas relativas a indicadores indirectos sobre los conocimientos expertos de la fuente (por ejemplo acreditaciones académicas o profesionales, prestigio, trayectoria) o del rigor del mensaje (calidad de la información, exahustividad, referenciación). Otras dimensiones secundarias son el dinamismo o carisma de la fuente y la atracción física que genera en medios de comunicación que transmiten la imagen del emisor.
La credibilidad va de la mano de la verdad, de manera que una persona o fuente poseerá un mayor grado de credibilidad si no se ha visto involucrada en episodios en que se haya puesto en evidencia o se sospeche que ha mentido. A medida que se producen sospechas sobre su honestidad, la credibilidad disminuye paulatinamente. Además de las dudas sobre la honestidad, la credibilidad también se puede perder por una acumulación de errores en la difusión de información o de incongruencias en la difusión de opiniones o interpretaciones.
La credibilidad en Internet se ha convertido en un tema importante desde de mediados de la década de 1992, en que se ha incrementado de forma sensible el uso de la webcomo fuente de información. Las características abiertas de esta plataforma de comunicación que permiten la publicación de informaciones sin restricciones ni controles editoriales, junto con la práctica del anonimato o pseudoanonimato (utilización de apodos o nickname) han introducido nuevos factores de incertidumbre en la concesión de credibilidad. Diversos proyectos académicos investigan sobre este fenómeno. Entre ellos, encontramos el Proyecto sobre credibilidad y medios digitales1 de la Universidad de California en Santa Bárbara que ha publicado avances recientes y mantiene estudios en curso en este tema, incluyendo análisis de medios digitales y juventud. Adicionalmente, el Laboratorio de tecnología persuasiva2 de la Universidad de Stanford ha estudiado la credibilidad de la web y un listado de componentes principales que intervienen en la generación de credibilidad en Internet y una teoría general llamada Teoría de interpretación de la relevancia.3 Otra propuesta teórica es el Marco Unificador de la Credibilidad (Brian Hilligoss y Soo Young Rieh, 2008). También encontramos estudios en países europeos (Finlandia y Suecia) y asiáticos (Corea del Sur).
En España, la investigación sobre credibilidad se ha enfocado des de los estudios sobre periodismo. De acuerdo con el código deontológico de la Sociedad de Periodistas Profesionales, la integridad profesional es un aspecto fundamental de la credibilidad de los periodistas.4
Pero en el escenario comunicativo actual, donde Internet está cambiando el consumo de lo que se entendía como comunicación de masas, el estudio de la credibilidad se está ampliando para focalizarse en los receptores, que con toda probabilidad se informan en fuentes muy diversas (redes sociales, blogs, foros...). En el congreso de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación celebrado en Tarragona en 2012 se presentó una comunicación sobre como usuarios de Internet concedían credibilidad en el ámbito de la información económica. De acuerdo con este estudio, los cambios específicos introducidos por Internet son: verificación de los datos a través de enlaces y búsquedas, consultas en fuentes oficiales, seguimiento de fuentes alternativas (blogs sobre todo) a lo largo del tiempo.
En un ámbito más informal también se habla de "Street cred" (O "credibilidad de la calle" en español) es un neologismo contemporáneo que se refiere a la credibilidad o aceptabilidad entre los habitantes de ciudades de los jóvenes o a la moda, particularmente aquellos que apoyan el movimiento hip-hop.5