Terrible y vehemente, siempre severo y enojado, a menudo revolucionario, Ezequiel emprende los temas con un estilo a veces solemne y a veces descuidado, y los prosigue con la perseverancia de un riguroso encadenamiento de ideas. Ningún escritor del Antiguo Testamento es más enérgico, más combativo, ni más majestuoso.
Terrible y vehemente, siempre severo y enojado, a menudo revolucionario, Ezequiel emprende los temas con un estilo a veces solemne y a veces descuidado, y los prosigue con la perseverancia de un riguroso encadenamiento de ideas. Ningún escritor del Antiguo Testamento es más enérgico, más combativo, ni más majestuoso.
Respuesta:
Terrible y vehemente, siempre severo y enojado, a menudo revolucionario, Ezequiel emprende los temas con un estilo a veces solemne y a veces descuidado, y los prosigue con la perseverancia de un riguroso encadenamiento de ideas. Ningún escritor del Antiguo Testamento es más enérgico, más combativo, ni más majestuoso.
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Terrible y vehemente, siempre severo y enojado, a menudo revolucionario, Ezequiel emprende los temas con un estilo a veces solemne y a veces descuidado, y los prosigue con la perseverancia de un riguroso encadenamiento de ideas. Ningún escritor del Antiguo Testamento es más enérgico, más combativo, ni más majestuoso.