Hijo de José Mercedes Martínez y de María del Niño Jesús Rojas, el prócer niño nació en una familia de escasos recursos pero ejemplarmente honorable y honesta, el 20 de octubre de 1807 en el municipio de Belén, que en la época precolombina era un caserío que hacía parte de los territorios del cacique Cerinza. A pesar de que vivió setenta y siete años, los eventos que la historia guarda de su vida ocurrieron antes de que cumpliera doce años, ya que participó en las dos batallas decisivas que le dieron la independencia a la República de Colombia.
Después de la Batalla de Gámeza el ejército libertador avanzó hacia Tasco, Sátiva, Belén y Cerinza intentando hacer un movimiento que le permitiera posicionarse en los terrenos de Bonza, en los límites entre Duitama y Paipa. Antes de que llegaran las tropas a Belén los sacerdotes Isidro Leiva y Primo Feliciano Mariño prepararon recursos en su apoyo e instaron a los belemitas a enlistarse en las filas del ejército libertador. El mejor amigo de Bolívar en el municipio era don Juan José Leiva, hermano de fray Isidro y quien había prestado importantes servicios a los patriotas como congresista y tesorero hasta 1813. Gracias a esa amistad el libertador pernoctó en su casa, en donde el niño Pedro Pascasio era ordenanza y mandadero. Sin pensarlo dos veces y ante su evidente vocación de servicio, Bolívar lo aceptó como soldado de su ejército y le encargó desde ese momento la función de velar por su cabalgadura [1].
Martínez se convirtió en soldado del batallón Rifles, comandado por el teniente coronel Arturo Sanders. Desde Belén hasta el fin de la Batalla del Puente de Boyacá Pedro Pascasio cuidó de Palomo y de los demás distinguidos caballos del Libertador. Sin embargo, fue después de que los patriotas ganaron la batalla del 7 de agosto que su honradez se hizo inmortal. En la huida de los oficiales españoles derrotados, dos niños soldados: el negro José y Pedro Pascasio, encontraron a dos oficiales ocultos debajo de grandes piedras cerca del río [2], que hoy se llaman “Las piedras de Barreiro” porque uno de los dos oficiales era el gran comandante del ejército realista. El negro José mató con su fusil al otro militar, mientras que con su lanza, Pedro Pascasio hirió en la garganta a Barreiro quien le reveló su identidad e intentó sobornarlo con una bolsa de monedas para que le permitiera escapar. El soldado de las caballerizas no dudó la respuesta y la acompañó con la punta de su lanza: “Siga adelante; si no lo arreamos”.
Se cuenta que cuando llegó con el insigne preso este no fue reconocido por Bolívar y que incluso el libertador regañó al niño Pedro por haberse demorado en llevar a Muchacho, el caballo que le regaló Juana Velasco de Gallo. Cuando supo quién era el recién atrapado lo trató respetuosamente y ordenó que fuera colocado a la cabeza de los prisioneros enemigos y que fuera tratado con especial consideración.
Su acto heroico le mereció recibir, por orden directa de Simón Bolívar, una gratificación de cien pesos. Su muerte ocurrió en Belén el 24 de marzo de 1885. Después de la independencia se dedicó a las labores campesinas. A pesar de su grandeza vivió una vejez pobre y murió con las dificultades económicas del campo. No obstante, por iniciativa de algunos historiadores y políticos, el Congreso Nacional le rindió homenaje en 1880 y ordenó una pensión vitalicia de veinticinco pesos, que sólo recibió una vez dado lo costoso y complicado del viaje de Belén a Bogotá, pues el ya muy mayor “niño héroe” tenía que cobrarla por obligación en la capital
Explicación:
Gracias a esa amistad el libertador pernoctó en su casa, en donde el niño Pedro Pascasio era ordenanza y mandadero. Sin pensarlo dos veces y ante su evidente vocación de servicio, Bolívar lo aceptó como soldado de su ejército y le encargó desde ese momento la función de velar por su cabalgadura.12/07/2021
Familia: José Mercedes Martínez (Padre), María ...
Respuesta:
Hijo de José Mercedes Martínez y de María del Niño Jesús Rojas, el prócer niño nació en una familia de escasos recursos pero ejemplarmente honorable y honesta, el 20 de octubre de 1807 en el municipio de Belén, que en la época precolombina era un caserío que hacía parte de los territorios del cacique Cerinza. A pesar de que vivió setenta y siete años, los eventos que la historia guarda de su vida ocurrieron antes de que cumpliera doce años, ya que participó en las dos batallas decisivas que le dieron la independencia a la República de Colombia.
Después de la Batalla de Gámeza el ejército libertador avanzó hacia Tasco, Sátiva, Belén y Cerinza intentando hacer un movimiento que le permitiera posicionarse en los terrenos de Bonza, en los límites entre Duitama y Paipa. Antes de que llegaran las tropas a Belén los sacerdotes Isidro Leiva y Primo Feliciano Mariño prepararon recursos en su apoyo e instaron a los belemitas a enlistarse en las filas del ejército libertador. El mejor amigo de Bolívar en el municipio era don Juan José Leiva, hermano de fray Isidro y quien había prestado importantes servicios a los patriotas como congresista y tesorero hasta 1813. Gracias a esa amistad el libertador pernoctó en su casa, en donde el niño Pedro Pascasio era ordenanza y mandadero. Sin pensarlo dos veces y ante su evidente vocación de servicio, Bolívar lo aceptó como soldado de su ejército y le encargó desde ese momento la función de velar por su cabalgadura [1].
Martínez se convirtió en soldado del batallón Rifles, comandado por el teniente coronel Arturo Sanders. Desde Belén hasta el fin de la Batalla del Puente de Boyacá Pedro Pascasio cuidó de Palomo y de los demás distinguidos caballos del Libertador. Sin embargo, fue después de que los patriotas ganaron la batalla del 7 de agosto que su honradez se hizo inmortal. En la huida de los oficiales españoles derrotados, dos niños soldados: el negro José y Pedro Pascasio, encontraron a dos oficiales ocultos debajo de grandes piedras cerca del río [2], que hoy se llaman “Las piedras de Barreiro” porque uno de los dos oficiales era el gran comandante del ejército realista. El negro José mató con su fusil al otro militar, mientras que con su lanza, Pedro Pascasio hirió en la garganta a Barreiro quien le reveló su identidad e intentó sobornarlo con una bolsa de monedas para que le permitiera escapar. El soldado de las caballerizas no dudó la respuesta y la acompañó con la punta de su lanza: “Siga adelante; si no lo arreamos”.
Se cuenta que cuando llegó con el insigne preso este no fue reconocido por Bolívar y que incluso el libertador regañó al niño Pedro por haberse demorado en llevar a Muchacho, el caballo que le regaló Juana Velasco de Gallo. Cuando supo quién era el recién atrapado lo trató respetuosamente y ordenó que fuera colocado a la cabeza de los prisioneros enemigos y que fuera tratado con especial consideración.
Su acto heroico le mereció recibir, por orden directa de Simón Bolívar, una gratificación de cien pesos. Su muerte ocurrió en Belén el 24 de marzo de 1885. Después de la independencia se dedicó a las labores campesinas. A pesar de su grandeza vivió una vejez pobre y murió con las dificultades económicas del campo. No obstante, por iniciativa de algunos historiadores y políticos, el Congreso Nacional le rindió homenaje en 1880 y ordenó una pensión vitalicia de veinticinco pesos, que sólo recibió una vez dado lo costoso y complicado del viaje de Belén a Bogotá, pues el ya muy mayor “niño héroe” tenía que cobrarla por obligación en la capital
Explicación:
Gracias a esa amistad el libertador pernoctó en su casa, en donde el niño Pedro Pascasio era ordenanza y mandadero. Sin pensarlo dos veces y ante su evidente vocación de servicio, Bolívar lo aceptó como soldado de su ejército y le encargó desde ese momento la función de velar por su cabalgadura.12/07/2021
Familia: José Mercedes Martínez (Padre), María ...
Fecha de fallecimiento: 24 de marzo de 1885
País de nacimiento: Colombia
Fecha de nacimiento: 1807
Espero te sirva de algo