No solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo, los salvadoreños amamos las pupusas. Estas son el símbolo icónico de qué es ser de El Salvador. De frijol, queso, chicharrón y otras variedades, el platillo deleita a
Así, todos piensan que sus madres, abuelas o tías hacen las mejores pupusas que han probado.
2. Una minoría dentro de otra minoría
Los salvadoreños en la mayoría de casos aprenden a convivir con los mexicanos, por lo que comienzan a adoptar sus costumbres. Esto causa cierta confusión a los más jóvenes descendientes de los compatriotas.
3. El habla cuscatleca
El lenguaje y dialectos distingue a los salvadoreños, que despierta un orgullo étnico.
El español de El Salvador es diferente al de México, tiende a ser más rápido, menos enunciado y lleno de un léxico particular. El acento del país es llevado por los compatriotas, y se distingue entre los demás latinoamericanos.
4. Siempre cerca del hogar
A diferencia de una gran parte de la primera generación de mexico-americanos, los salvadoreños parecen visitar más a su familia en su tierra.
Por lo que muchos que viven en Estados Unidos han viajado una o varias veces al país, por lo que sus conexiones con sus raíces permaneces.
5. El carácter femenino
Por último, y estarán de acuerdo quienes fueron criados por una mujer salvadoreña, esta es una regla de oro: no hagas enojar a una mujer salvadoreña.
1. Las pupusas
No solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo, los salvadoreños amamos las pupusas. Estas son el símbolo icónico de qué es ser de El Salvador. De frijol, queso, chicharrón y otras variedades, el platillo deleita a
Así, todos piensan que sus madres, abuelas o tías hacen las mejores pupusas que han probado.
2. Una minoría dentro de otra minoría
Los salvadoreños en la mayoría de casos aprenden a convivir con los mexicanos, por lo que comienzan a adoptar sus costumbres. Esto causa cierta confusión a los más jóvenes descendientes de los compatriotas.
3. El habla cuscatleca
El lenguaje y dialectos distingue a los salvadoreños, que despierta un orgullo étnico.
El español de El Salvador es diferente al de México, tiende a ser más rápido, menos enunciado y lleno de un léxico particular. El acento del país es llevado por los compatriotas, y se distingue entre los demás latinoamericanos.
4. Siempre cerca del hogar
A diferencia de una gran parte de la primera generación de mexico-americanos, los salvadoreños parecen visitar más a su familia en su tierra.
Por lo que muchos que viven en Estados Unidos han viajado una o varias veces al país, por lo que sus conexiones con sus raíces permaneces.
5. El carácter femenino
Por último, y estarán de acuerdo quienes fueron criados por una mujer salvadoreña, esta es una regla de oro: no hagas enojar a una mujer salvadoreña.