Quizás nos ocurre con frecuencia que el ir a Misa el Domingo se convierte en una actividad más. Acudimos a la iglesia sin pensar mucho, distraídos por la jornada de descanso, o más o menos preocupados por otros motivos. La Eucaristía se inicia y concluye casi sin darnos cuenta.
En primer lugar necesitamos una adecuada preparación.
Una buena disposición.
Favorece dicha disposición interior, por ejemplo, el recogimiento y el silencio, al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario, la confesión sacramental.
La Adoración eucarística y las visitas al Santísimo son también ocasión privilegiada de encuentro con el Señor realmente presente.
Respuesta:
Quizás nos ocurre con frecuencia que el ir a Misa el Domingo se convierte en una actividad más. Acudimos a la iglesia sin pensar mucho, distraídos por la jornada de descanso, o más o menos preocupados por otros motivos. La Eucaristía se inicia y concluye casi sin darnos cuenta.
Explicación:
Verified answer
Respuesta:
En primer lugar necesitamos una adecuada preparación.
Una buena disposición.
Favorece dicha disposición interior, por ejemplo, el recogimiento y el silencio, al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario, la confesión sacramental.
La Adoración eucarística y las visitas al Santísimo son también ocasión privilegiada de encuentro con el Señor realmente presente.