De esta problemática se destacan tres puntos clave que generan un consumo de los recursos naturales y un desequilibrio ambiental, por supuesto, interconectados. Estos son el sistema económico capitalista, el descubrimiento y la utilización del petróleo, y el crecimiento exponencial de la población humana. La invención y desarrollo del capitalismo como sistema económico ha llevado al hombre a una moralidad de que el dinero lo justifica todo. No hay valores fundamentales mayores que el del crecimiento económico en este sistema; y puesto que la economía y el dinero no son más que una representación humana de los bienes que provienen de los recursos que nos proporciona la naturaleza, el capitalismo nos lleva a consumirlo todo. Esta ideología actual de crecimiento no es compatible con una conservación de los recursos naturales ya que se ponen por delante de los intereses individuales a los intereses generales – el medio ambiente –. Y mientras esto ocurra más selvas serán deforestadas, más tierras y mares explotados y contaminados a niveles insostenibles. La utilización del carbón y el petróleo nos ha permitido alcanzar niveles de bienestar impensables pero a un precio demasiado elevado debido a la cantidad de emisiones de efecto invernadero que produce su combustión. El desarrollo tecnológico que nos han traído los combustibles fósiles nos ha abierto la puerta a fuentes energéticas renovables como el sol, las olas o el viento, y este desarrollo debería servir para desmarcarnos para siempre de la utilización de las energías sucias y contaminantes. Pero aquí es donde el sistema económico, donde más dinero significa más poder, dificulta esta evolución debido al gran poder de la industria petrolera. Los lobbies del petróleo han retrasado las inversiones de capital, tanto público como privado, en energías limpias, transportes eléctricos y otras nuevas tecnologías que podrían haber estado en funcionamiento hace décadas, lo que hubiera reducido nuestra huella ecológica evitando alcanzar puntos en la crisis ecológica como los que sufrimos hoy.El tercer punto y probablemente el más controvertido es la superpoblación mundial. Todas las especies del planeta tenemos tendencia a reproducirnos tanto como la naturaleza de cada especie le permite. Pero la población de cada especie se encuentra siempre controlada por factores dependientes de otras especies, como son la depredación, la competencia por los recursos etc. Los seres humanos hemos llegado a evitar esos factores que limitaban nuestra población llegando a tener un crecimiento exponencial, cosa que llega a ser insostenible. Se conocen varios ejemplos de lo que ocurre cuando cualquier tipo de población crece sin control hasta superar la capacidad de carga del sistema en el que vive, que se produce un colapso en el sistema que acaba con la mayoría de los individuos que estaban sobrecargando el ecosistema por la falta de recursos. La diferencia con las demás especies es que los humanos somos capaces de ser conscientes de este problema y plantear soluciones, pero estas soluciones plantean graves problemas éticos. Una solución que ya se llevó a cabo en China fue la prohibición de tener más de un hijo por matrimonio, que por razones socio-culturales no funcionó. Pero esta medida a la larga provocaría un envejecimiento de la población haciendo insostenible el sistema socio-económico. El resto de las demás hipótesis para solucionar este problema conlleva la eliminación de grupos de seres humanos, y eso es una aberración bajo un punto de vista moral y ético. No es así desde un contexto biológico, ya que se ha llevado a cabo incontables veces el control poblacional de otras especies por medio de la eliminación controlada de individuos. Bajo mi punto de vista este es el problema más importante al que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas.
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De esta problemática se destacan tres puntos clave que generan un consumo de los recursos naturales y un desequilibrio ambiental, por supuesto, interconectados. Estos son el sistema económico capitalista, el descubrimiento y la utilización del petróleo, y el crecimiento exponencial de la población humana. La invención y desarrollo del capitalismo como sistema económico ha llevado al hombre a una moralidad de que el dinero lo justifica todo. No hay valores fundamentales mayores que el del crecimiento económico en este sistema; y puesto que la economía y el dinero no son más que una representación humana de los bienes que provienen de los recursos que nos proporciona la naturaleza, el capitalismo nos lleva a consumirlo todo. Esta ideología actual de crecimiento no es compatible con una conservación de los recursos naturales ya que se ponen por delante de los intereses individuales a los intereses generales – el medio ambiente –. Y mientras esto ocurra más selvas serán deforestadas, más tierras y mares explotados y contaminados a niveles insostenibles. La utilización del carbón y el petróleo nos ha permitido alcanzar niveles de bienestar impensables pero a un precio demasiado elevado debido a la cantidad de emisiones de efecto invernadero que produce su combustión. El desarrollo tecnológico que nos han traído los combustibles fósiles nos ha abierto la puerta a fuentes energéticas renovables como el sol, las olas o el viento, y este desarrollo debería servir para desmarcarnos para siempre de la utilización de las energías sucias y contaminantes. Pero aquí es donde el sistema económico, donde más dinero significa más poder, dificulta esta evolución debido al gran poder de la industria petrolera. Los lobbies del petróleo han retrasado las inversiones de capital, tanto público como privado, en energías limpias, transportes eléctricos y otras nuevas tecnologías que podrían haber estado en funcionamiento hace décadas, lo que hubiera reducido nuestra huella ecológica evitando alcanzar puntos en la crisis ecológica como los que sufrimos hoy.El tercer punto y probablemente el más controvertido es la superpoblación mundial. Todas las especies del planeta tenemos tendencia a reproducirnos tanto como la naturaleza de cada especie le permite. Pero la población de cada especie se encuentra siempre controlada por factores dependientes de otras especies, como son la depredación, la competencia por los recursos etc. Los seres humanos hemos llegado a evitar esos factores que limitaban nuestra población llegando a tener un crecimiento exponencial, cosa que llega a ser insostenible. Se conocen varios ejemplos de lo que ocurre cuando cualquier tipo de población crece sin control hasta superar la capacidad de carga del sistema en el que vive, que se produce un colapso en el sistema que acaba con la mayoría de los individuos que estaban sobrecargando el ecosistema por la falta de recursos. La diferencia con las demás especies es que los humanos somos capaces de ser conscientes de este problema y plantear soluciones, pero estas soluciones plantean graves problemas éticos. Una solución que ya se llevó a cabo en China fue la prohibición de tener más de un hijo por matrimonio, que por razones socio-culturales no funcionó. Pero esta medida a la larga provocaría un envejecimiento de la población haciendo insostenible el sistema socio-económico. El resto de las demás hipótesis para solucionar este problema conlleva la eliminación de grupos de seres humanos, y eso es una aberración bajo un punto de vista moral y ético. No es así desde un contexto biológico, ya que se ha llevado a cabo incontables veces el control poblacional de otras especies por medio de la eliminación controlada de individuos. Bajo mi punto de vista este es el problema más importante al que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas.
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cinco problemas ambientales ocasionados por el hombre:
Contaminación
Deforestación
Extinción de especies
cambio climático
Degradación del suelo