La mayor parte de peces están adaptados para vivir en un ecosistema acuático con un grado de salinidad concreto. Pero, como siempre, hay excepciones.
Si introducimos un pez de mar en aguas dulces, morirá. Lo mismo sucede si un pez de río va a parar a aguas saladas. En cambio, existen peces que viven en las desembocaduras de los ríos, donde las aguas son salobres, y que, por lo tanto, pueden sobrevivir en ambos ecosistemas. Incluso hay especies, como los salmones, que viven toda su vida en alta mar y suben por los ríos para reproducirse. ¿Cómo es posible que se produzcan todas estas opciones, en principio contradictorias? La respuesta hay que buscarla en la homeostasis, que es la capacidad que tienen los seres vivos de mantener estable el equilibrio químico interno al compensar los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía –lo que se conoce como metabolismo–.
Explicación:
dame coronita plissss
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msandovald
no, eso te lo copiaste de otra respuesta
Respuesta:
La mayor parte de peces están adaptados para vivir en un ecosistema acuático con un grado de salinidad concreto. Pero, como siempre, hay excepciones.
Si introducimos un pez de mar en aguas dulces, morirá. Lo mismo sucede si un pez de río va a parar a aguas saladas. En cambio, existen peces que viven en las desembocaduras de los ríos, donde las aguas son salobres, y que, por lo tanto, pueden sobrevivir en ambos ecosistemas. Incluso hay especies, como los salmones, que viven toda su vida en alta mar y suben por los ríos para reproducirse. ¿Cómo es posible que se produzcan todas estas opciones, en principio contradictorias? La respuesta hay que buscarla en la homeostasis, que es la capacidad que tienen los seres vivos de mantener estable el equilibrio químico interno al compensar los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía –lo que se conoce como metabolismo–.
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dame coronita plissss