5. cuéntanos, cuál es el mensaje real del cuento que acabaste de leer, llamado María….. Una Abuela
es urgente por fa me ayudan
María ¿Por qué será que cuando uno conoce a una persona ya entrada en años, no la imagina
más joven o más niña y sólo ve en ella, eso que se refleja hoy? A veces, pero pocas, a través
de una mirada más incisiva tratamos de descubrir lo que nos sugiere una arruga, un gesto o
quizás silencios prolongados por sumisión a la autoridad, al miedo por circunstancias
determinadas y otras veces, es el resultado de la excesiva prudencia o simplemente creemos
que responde a la necesidad del momento.
María, regordeta, morena, dinámica, poco comunicativa, de manos callosas extremadamente
limpias, es de esas mujeres que parecen haber nacido para ser madre. Pero de las madres de
antes, esas que esparcen un olorcito a puré recién hecho, que brinda besos con sabor a dulces
caseros y te colma de abrazos tiernos.
Había nacido en la provincia de Catamarca, cerca del Rodeo a pocos kilómetros de la ciudad
capital, donde “los mil tonos de verde” se confunden de manera majestuosa; donde desde lo
alto de los cerros, se divisan las innumerables sendas que acaban perdiéndose entre las
malezas traviesas que ocultan ranchos, junto al infaltable horno de barro y los corrales que
guardan ovejas y cabras.
Cuando deja de llover en las tardes del verano agobiante, conejos blancos, negros y grises,
salen de sus madrigueras buscando raíces tiernas y entre salto y salto describen movimientos
como conjuros secretos. También y a la vista de todos, desafiando cualquier peligro, aves
multicolores revolotean arbustos y algarrobos añosos junto a nogales cargados de nueces
maduras que anuncian su cosecha. Más allá y entre caprichosos arroyos con abundante agua
cristalina bajan en rápidos recorridos donde los peces realizan piruetas entre las piedras de sus
lechos.
Así es María, producto de la tranquilidad de los cerros, cálida como el clima norteño, fértil en su
amor como la tierra que la vio nacer y humilde como las economías empobrecidas por la
explotación de unos pocos. Fue madre muy pronto casi sin darse cuenta, primero acunó a sus
hermanos menores, después al cumplir los catorce, llegó el amor de la mano de Romualdo, un
primo no lejano.
Hicieron rancho antes que naciera Isabel y su llegada fue dolorosa, desde el parto mismo,
anticipado y difícil que puso a las comadronas a prueba. Esta niña presagiaba desde el vamos
una vida nada fácil.
Enseguida presentó algunos problemas de salud, además de llorona y demandante, chiquita y
con poco peso fue María, una permanente visita a las consultas del curandero, don Pedro, que,
desde el ojeado, el empacho y hasta la pata de cabra, hizo de todo para sanarla. Para colmo la
leche materna era escasa entonces, para completar la alimentación, una cabra fue su ama
diaria. A medida que fue creciendo los miedos fueron poco a poco desapareciendo, pero debido
a todo lo anterior María consintió a la niña demasiado.
Al poco tiempo se presentó la posibilidad para Romualdo de ir a trabajar a los campos de unos
de los hijos del patrón que tenía en la provincia de Bs. As, cerca de Pergamino. Unos atados de
ropa y algunos enseres fueron el equipaje de todos en esta ida, primero el viaje en sulky hasta
la estación del tren, después un micro hasta Pergamino y desde allí una camioneta que los
alcanzó hasta el destino final. María no pronunció palabra un poco por el cansancio de tantas
horas de viaje y otra por el asombro de este nuevo mundo ante sus ojos.
Los esperaba una casita de material con agua corriente, gas, luz eléctrica y alcantarillado. Cosas
que María fue descubriendo con verdadero asombro a medida que transcurrían los días. Pronto
se anunció el segundo hijo. A Romualdo y sus nuevas tareas le ocupaban gran parte del día y
de la noche en esos trabajos. María quedó en la casita rodeada de sus quehaceres junto a Isabel
y poco después, el hijo recién nacido, un robusto y dormilón bebé que agravó el comportamiento
de Isabel, un poco por celos y otro poco, por los caprichos cada vez más frecuentes.
La mala cosecha, los problemas del clima junto a una peste que mató varias cabezas de ganado,
hicieron que los problemas económicos no esperaran. Entonces la escasa disposición de dinero
hizo que la necesidad golpeara la puerta de María, quién empezó a servir en la casa grande,
dejando a los niños al cuidado del desamparo. Para Romualdo esta situación lo hizo amigo del
alcohol, con él la violencia, que se manifestó en grandes silencios al principio y después con
golpes, reproches y gritos.
Todo soportaba María, por los chicos, porque buscaba en su interior la culpa y porque así fue
educada. Sabía que ese no era su Romualdo, aquel joven lleno de ilusiones y ternura con el que
abrazó sueños para una vida mejor, distinta, llena de promesa que se desgranaban
rápidamente. Un día Romualdo no volvió más, se hizo una búsqueda sorda por los lugares
cercanos sin éxito.
Respuesta:
mira bb esa esta super dificil beby no la se discula pf