La escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas más antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos.1
A finales del IV milenio a. C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de esta etapa se puede observar en la tablilla de Kish (del 3500 a. C.). Hacia el 2600 a. C. los símbolos pictográficos ya se diferenciaban claramente del ideograma original, y al finalizar ese milenio, con objeto de hacer más fácil la escritura, ya eran completamente diferentes.
Un jeroglífico es cada uno de los signos gráficos del sistema de escritura inventado por los antiguos egipcios. Proviene del desusado término hieroglífico, este del latín tardío hieroglyphĭcus, y este del griego ἱερογλυφικός hieroglyphikós, de ἱερός hierós 'sagrado' y γλύφειν glýphein 'cincelar, grabar'.1 Las actuales denominaciones jeroglífico y jeroglifo2 (hiéroglyphique y hiéroglyphe en francés) se deben al lingüista francés Jean-François Champollion, que fue quien logró descifrar los jeroglíficos egipcios.
También, por similitud, son llamados jeroglíficos a cada uno de los signos (o glifos) que conforman la escritura de algunas antiguas civilizaciones, como la maya o los hititas que representa las palabras mediante figuras o símbolos (ideogramas, logogramas o pictogramas) y no con signos fonéticos o alfabéticos.
La escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas más antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos.1
A finales del IV milenio a. C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de esta etapa se puede observar en la tablilla de Kish (del 3500 a. C.). Hacia el 2600 a. C. los símbolos pictográficos ya se diferenciaban claramente del ideograma original, y al finalizar ese milenio, con objeto de hacer más fácil la escritura, ya eran completamente diferentes.
Un jeroglífico es cada uno de los signos gráficos del sistema de escritura inventado por los antiguos egipcios. Proviene del desusado término hieroglífico, este del latín tardío hieroglyphĭcus, y este del griego ἱερογλυφικός hieroglyphikós, de ἱερός hierós 'sagrado' y γλύφειν glýphein 'cincelar, grabar'.1 Las actuales denominaciones jeroglífico y jeroglifo2 (hiéroglyphique y hiéroglyphe en francés) se deben al lingüista francés Jean-François Champollion, que fue quien logró descifrar los jeroglíficos egipcios.
También, por similitud, son llamados jeroglíficos a cada uno de los signos (o glifos) que conforman la escritura de algunas antiguas civilizaciones, como la maya o los hititas que representa las palabras mediante figuras o símbolos (ideogramas, logogramas o pictogramas) y no con signos fonéticos o alfabéticos.