Respuesta:
Con la firma del proceso de paz y la entrada en vigor del “Acuerdo final para la terminación
del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, es necesario poner en
marcha un conjunto de estrategias de política pública que tengan como objetivo la integración
de las regiones colombianas, la inclusión social de quienes han vivido al margen de la
participación y el fortalecimiento de la democracia en todo el territorio nacional como
herramienta institucional para dirimir los conflictos sociales.
En este sentido, el Ministerio de Educación Nacional, como entidad garante de la educación en
Colombia, debe desarrollar y consolidar un conjunto de estrategias que respondan a los retos de
la educación de manera directa en el marco del Acuerdo Final y en beneficio de la consolidación
de la cobertura y la calidad educativa en las zonas rurales. Por tal motivo, el presente documento
tiene como objetivo establecer las líneas de acción que se deben desarrollar en el Plan Especial
de Educación Rural (PEER), en donde se identifican las brechas urbano-rurales, así como
las estrategias mediante las cuales se va a promover el acceso, cobertura, permanencia y calidad
de la educación en las zonas rurales.
De esta manera, las líneas de acción (lineamientos estratégicos) son el resultado de un trabajo
mancomunado entre las distintas áreas del Ministerio de Educación Nacional, así como de
entidades externas que ayudaron en el proceso de validación y cualificación de los lineamientos
planteados desde sus inicios, entre los cuales se puede mencionar a la Comisión Intersectorial
de Primera Infancia, UNICEF, Escuelas de Paz, Universidad de los Andes, PNUD,
Corpoeducación, Comité de Cafeteros de Caldas, Fundación Compartir, Coreducar y Educapaz,
entre otras, que responden a los desafíos de la educación en las zonas rurales y que están
relacionadas con las características internas de los establecimientos educativos rurales: la
infraestructura de las sedes, la calidad y pertinencia de los programas educativos en estas zonas
(muchos de estos no responden a las dinámicas regionales, sociales y culturales), la dispersión
de la oferta educativa, la falta de educadores cualificados y la baja capacidad administrativa del
sector.
A estos problemas se le suman otros desafíos contextuales, tales como geografía difícil,
población dispersa, falta de desarrollo económico y un conflicto armado que generó
desplazamiento, violencia y reclutamiento, lo cual ha incidido negativamente sobre el devenir
educativo de los niños, niñas y jóvenes que viven en el sector rural, y sobre el contexto de sus
familias. Tales condiciones no han permitido que el sistema educativo rural responda con
suficiencia a las necesidades de la región, dando como resultado una baja tasa de cobertura y de
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calidad en todos los niveles de educación, así como una desarticulación con el sistema
productivo regional.
Lo anterior se puede observar, por ejemplo, con el promedio de años de educación, el cual, para
el año 2015, fue de 5.7 años en las zonas rurales, mientras que en las zonas urbanas fue de 9.5
Explicación paso a paso:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Con la firma del proceso de paz y la entrada en vigor del “Acuerdo final para la terminación
del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, es necesario poner en
marcha un conjunto de estrategias de política pública que tengan como objetivo la integración
de las regiones colombianas, la inclusión social de quienes han vivido al margen de la
participación y el fortalecimiento de la democracia en todo el territorio nacional como
herramienta institucional para dirimir los conflictos sociales.
En este sentido, el Ministerio de Educación Nacional, como entidad garante de la educación en
Colombia, debe desarrollar y consolidar un conjunto de estrategias que respondan a los retos de
la educación de manera directa en el marco del Acuerdo Final y en beneficio de la consolidación
de la cobertura y la calidad educativa en las zonas rurales. Por tal motivo, el presente documento
tiene como objetivo establecer las líneas de acción que se deben desarrollar en el Plan Especial
de Educación Rural (PEER), en donde se identifican las brechas urbano-rurales, así como
las estrategias mediante las cuales se va a promover el acceso, cobertura, permanencia y calidad
de la educación en las zonas rurales.
De esta manera, las líneas de acción (lineamientos estratégicos) son el resultado de un trabajo
mancomunado entre las distintas áreas del Ministerio de Educación Nacional, así como de
entidades externas que ayudaron en el proceso de validación y cualificación de los lineamientos
planteados desde sus inicios, entre los cuales se puede mencionar a la Comisión Intersectorial
de Primera Infancia, UNICEF, Escuelas de Paz, Universidad de los Andes, PNUD,
Corpoeducación, Comité de Cafeteros de Caldas, Fundación Compartir, Coreducar y Educapaz,
entre otras, que responden a los desafíos de la educación en las zonas rurales y que están
relacionadas con las características internas de los establecimientos educativos rurales: la
infraestructura de las sedes, la calidad y pertinencia de los programas educativos en estas zonas
(muchos de estos no responden a las dinámicas regionales, sociales y culturales), la dispersión
de la oferta educativa, la falta de educadores cualificados y la baja capacidad administrativa del
sector.
A estos problemas se le suman otros desafíos contextuales, tales como geografía difícil,
población dispersa, falta de desarrollo económico y un conflicto armado que generó
desplazamiento, violencia y reclutamiento, lo cual ha incidido negativamente sobre el devenir
educativo de los niños, niñas y jóvenes que viven en el sector rural, y sobre el contexto de sus
familias. Tales condiciones no han permitido que el sistema educativo rural responda con
suficiencia a las necesidades de la región, dando como resultado una baja tasa de cobertura y de
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calidad en todos los niveles de educación, así como una desarticulación con el sistema
productivo regional.
Lo anterior se puede observar, por ejemplo, con el promedio de años de educación, el cual, para
el año 2015, fue de 5.7 años en las zonas rurales, mientras que en las zonas urbanas fue de 9.5
Explicación paso a paso: