- Hola María, ¿Cómo estás? - Bien Antonio, ¿y tú como has estado? - Bastante bien. Hace mucho que no te veía. - Estuve de viaje por Europa, conocí Londres y Manchester en Inglaterra y Tolousse y Lyon en Francia. - ¿Y trajiste algún recuerdo? - Sí, un francés.
- ¿A qué hora comienza el partido? - A las tres de la tarde - Gracias, entonces sí llego a tiempo. - Te veo allá.
- ¿Por qué no funciona la tele? - Porque se descompuso. - ¿Y por qué se descompuso? - Porque la limpié. - ¿Y cómo la limpiaste? - La metí a la tina del baño y le puse champú
- ¿Qué haces? - Escribo un artículo sobre el diálogo. - ¿Y con quién hablas? - Hasta ahora, con nadie. - ¿Y cómo los escribes? - Pienso. - Entonces te cuesta mucho trabajo. - No seas payasa - ¿Entonces por qué hace veinte minutos que no escribes nada? - Mmmmm… - ¿Y qué vas a hacer? - ¿Qué tal si escribo cómo me molestas? - Está bien.
- Hola María, ¿Cómo estás?
- Bien Antonio, ¿y tú como has estado?
- Bastante bien. Hace mucho que no te veía.
- Estuve de viaje por Europa, conocí Londres y Manchester en Inglaterra y Tolousse y Lyon en Francia.
- ¿Y trajiste algún recuerdo?
- Sí, un francés.
- ¿A qué hora comienza el partido?
- A las tres de la tarde
- Gracias, entonces sí llego a tiempo.
- Te veo allá.
- ¿Por qué no funciona la tele?
- Porque se descompuso.
- ¿Y por qué se descompuso?
- Porque la limpié.
- ¿Y cómo la limpiaste?
- La metí a la tina del baño y le puse champú
- ¿Qué haces?
- Escribo un artículo sobre el diálogo.
- ¿Y con quién hablas?
- Hasta ahora, con nadie.
- ¿Y cómo los escribes?
- Pienso.
- Entonces te cuesta mucho trabajo.
- No seas payasa
- ¿Entonces por qué hace veinte minutos que no escribes nada?
- Mmmmm…
- ¿Y qué vas a hacer?
- ¿Qué tal si escribo cómo me molestas?
- Está bien.