La tolerancia es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás de una manera de ser y de obrar distintas a la propia, o como una actitud de aceptación de legitimo pluralismo, es a todas luces un valor que se debe practicar en todo momento y lugar. La tolerancia se basa en el respeto hacia los demás o hacia lo que es diferente a lo propio. Este respeto a los demás implica respetar las ideas, prácticas o creencias, aunque choquen con las propias. Es un valor muy importante que se debe inculcar en las personas desde su infancia para poder vivir en sociedad. Algunos ejemplos de tolerancia son respetar diferencias culturales en trabajo o colegio, dar los mismos derechos sociales a los inmigrantes o tolerar diferencias de personalidad. La tolerancia puede ser definida como un acto de respeto o indulgencia ante aquello que no se quiere o no se puede evitar. La palabra intolerancia significa, en términos generales, un alto grado de rechazo hacia algo o alguien. Las personas intolerantes a la lactosa, por ejemplo, sufren a la hora de digerir lácteos, pues sus organismos carecen de ciertas enzimas indispensables para ello. En la psicología, la tolerancia es la habilidad que posee una persona para admitir las diferencias con sus semejantes. O como lo diría la Real Academia el “respeto y consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque repugnen a las nuestras”. Sin embargo, el ser tolerante no es lo mismo que aceptar todo lo que nos revela el otro. Tendremos que admitir las diferencias, no ridiculizarlas o agredirlas de algún modo y siempre ser respetuoso con las personas.
Ser tolerante en familia, por ejemplo, “implica un respeto mutuo entre todos sus miembros, siempre y cuando las opciones personales no perturben la estabilidad y el buen funcionamiento de todo el colectivo”, explica el portal de prevención de drogas ‘Proyecto Hombre’. Aprender a ser una persona con esta capacidad no es fácil, porque no se enseña en colegios o universidades. Es algo que debe venir de los valores del hogar.
Y si bien nunca dejaremos de educarnos sobre esta habilidad, estas son algunas claves para que tú y tu familia puedan progresar hacia esa meta.
Explicación:
La tolerancia es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás de una manera de ser y de obrar distintas a la propia, o como una actitud de aceptación de legitimo pluralismo, es a todas luces un valor que se debe practicar en todo momento y lugar. La tolerancia se basa en el respeto hacia los demás o hacia lo que es diferente a lo propio. Este respeto a los demás implica respetar las ideas, prácticas o creencias, aunque choquen con las propias. Es un valor muy importante que se debe inculcar en las personas desde su infancia para poder vivir en sociedad. Algunos ejemplos de tolerancia son respetar diferencias culturales en trabajo o colegio, dar los mismos derechos sociales a los inmigrantes o tolerar diferencias de personalidad. La tolerancia puede ser definida como un acto de respeto o indulgencia ante aquello que no se quiere o no se puede evitar. La palabra intolerancia significa, en términos generales, un alto grado de rechazo hacia algo o alguien. Las personas intolerantes a la lactosa, por ejemplo, sufren a la hora de digerir lácteos, pues sus organismos carecen de ciertas enzimas indispensables para ello. En la psicología, la tolerancia es la habilidad que posee una persona para admitir las diferencias con sus semejantes. O como lo diría la Real Academia el “respeto y consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque repugnen a las nuestras”. Sin embargo, el ser tolerante no es lo mismo que aceptar todo lo que nos revela el otro. Tendremos que admitir las diferencias, no ridiculizarlas o agredirlas de algún modo y siempre ser respetuoso con las personas.
Ser tolerante en familia, por ejemplo, “implica un respeto mutuo entre todos sus miembros, siempre y cuando las opciones personales no perturben la estabilidad y el buen funcionamiento de todo el colectivo”, explica el portal de prevención de drogas ‘Proyecto Hombre’. Aprender a ser una persona con esta capacidad no es fácil, porque no se enseña en colegios o universidades. Es algo que debe venir de los valores del hogar.
Y si bien nunca dejaremos de educarnos sobre esta habilidad, estas son algunas claves para que tú y tu familia puedan progresar hacia esa meta.
DAME CORONITA PLISSSSSS
Respuesta:
La tolerancia se basa en el respeto hacia los demás o hacia lo que es diferente a lo propio.
Explicación:
Espero que te ayude