Los instrumentos folclóricos son bienes culturales que forman parte de la cultura material de un pueblo. Se define a los instrumentos provenientes del folclor como el conjunto de bienes de consumo indirecto que sirve para la producción, creación y proyección de la vida cotidiana de un pueblo. En virtud de ello, las personas requieren estos bienes, los seleccionan, se "apropian" de ellos y les dan un sentido en el contexto de la tradición local. Gracias a este proceso, el instrumento folclórico permite la generación, intercambio y homogeneización de formas de conducta y comunicación en un grupo (de forma transitoria) o comunidad folclórica.
Estos bienes recorren un largo camino para llegar hasta nosotros. Normalmente son objetos heredados o creados por antiguas culturas autóctonas americanas que han sobrevivido y al interior de las cuales los instrumentos se han ido adaptando. Esta adaptación es compleja, pues comprende también un cambio en sus cualidades físicas, su función social y su forma de ejecución, como ha ocurrido con una importante gama de flautas en nuestro continente. También es posible que los instrumentos folclóricos sean transculturados, es decir, que hayan venido de culturas de otras regiones o pueblos, para ser luego adaptados a la realidad de destino, la que, a la larga, los internaliza y convierte en parte de su cultura. Este es el caso de la guitarra, el arpa, los cascabeles y otros instrumentos vigentes hoy en día en nuestro país.
La organología acostumbra a clasificar a los instrumentos folclóricos en cuatro grandes categorías: aerófonos (instrumentos de viento), cordófonos (instrumentos de cuerda), idiófonos (vibración del cuerpo del objeto) y membranófonos (vibración por membranas o cueros). Esta categorización fue creada por Victor Mahillon en 1880 y luego ampliada por los investigadores de la música Curt Sachs y Erich Von Hornbostel.
Según el destacado investigador chileno Manuel Dannemann, la dispersión geográfica de los instrumentos folclóricos en Chile se divide en cuatro grandes zonas: Zona Norte, Zona Central, Zona Sur y Zona Insular. En la Zona Norte se ubica el área andina (Tarapacá a Atacama) y el área Diaguita-Picunche-Hispana (Copiapó a Valparaíso); en la Zona Central aparece el área Picunche-Hispana y el área Mapuche, donde radican gran parte de los instrumentos musicales de esa etnia (Santiago a Valdivia). Luego se ubica la Zona Sur, dividida en un área de influencia chilota (Cautín a Chiloé), un área Fueguino-Hispana (Aysén a Magallanes) y, finalmente, un área Antártica. Esta clasificación incluye también la Zona Insular, correspondiente a la Isla de Pascua y, aunque no se han estudiado todavía, considera otras zonas insulares, como el archipiélago Juan Fernández.
Respuesta:
espero averte ayudado xD. PD no soy de chile
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Los instrumentos folclóricos son bienes culturales que forman parte de la cultura material de un pueblo. Se define a los instrumentos provenientes del folclor como el conjunto de bienes de consumo indirecto que sirve para la producción, creación y proyección de la vida cotidiana de un pueblo. En virtud de ello, las personas requieren estos bienes, los seleccionan, se "apropian" de ellos y les dan un sentido en el contexto de la tradición local. Gracias a este proceso, el instrumento folclórico permite la generación, intercambio y homogeneización de formas de conducta y comunicación en un grupo (de forma transitoria) o comunidad folclórica.
Estos bienes recorren un largo camino para llegar hasta nosotros. Normalmente son objetos heredados o creados por antiguas culturas autóctonas americanas que han sobrevivido y al interior de las cuales los instrumentos se han ido adaptando. Esta adaptación es compleja, pues comprende también un cambio en sus cualidades físicas, su función social y su forma de ejecución, como ha ocurrido con una importante gama de flautas en nuestro continente. También es posible que los instrumentos folclóricos sean transculturados, es decir, que hayan venido de culturas de otras regiones o pueblos, para ser luego adaptados a la realidad de destino, la que, a la larga, los internaliza y convierte en parte de su cultura. Este es el caso de la guitarra, el arpa, los cascabeles y otros instrumentos vigentes hoy en día en nuestro país.
La organología acostumbra a clasificar a los instrumentos folclóricos en cuatro grandes categorías: aerófonos (instrumentos de viento), cordófonos (instrumentos de cuerda), idiófonos (vibración del cuerpo del objeto) y membranófonos (vibración por membranas o cueros). Esta categorización fue creada por Victor Mahillon en 1880 y luego ampliada por los investigadores de la música Curt Sachs y Erich Von Hornbostel.
Según el destacado investigador chileno Manuel Dannemann, la dispersión geográfica de los instrumentos folclóricos en Chile se divide en cuatro grandes zonas: Zona Norte, Zona Central, Zona Sur y Zona Insular. En la Zona Norte se ubica el área andina (Tarapacá a Atacama) y el área Diaguita-Picunche-Hispana (Copiapó a Valparaíso); en la Zona Central aparece el área Picunche-Hispana y el área Mapuche, donde radican gran parte de los instrumentos musicales de esa etnia (Santiago a Valdivia). Luego se ubica la Zona Sur, dividida en un área de influencia chilota (Cautín a Chiloé), un área Fueguino-Hispana (Aysén a Magallanes) y, finalmente, un área Antártica. Esta clasificación incluye también la Zona Insular, correspondiente a la Isla de Pascua y, aunque no se han estudiado todavía, considera otras zonas insulares, como el archipiélago Juan Fernández.
Explicación:espero que te ayude