Uno muy habitual es decir “el taxista iba demasiado lento” o “había mucho tráfico”, en lugar de reconocer que nos levantamos más tarde de lo que deberíamos. O echar la culpa al horno de una comida quemada porque “no funciona bien”, en vez de decir que nos quedamos mirando televisión y nos olvidamos de la cena.
Respuesta:
Uno muy habitual es decir “el taxista iba demasiado lento” o “había mucho tráfico”, en lugar de reconocer que nos levantamos más tarde de lo que deberíamos. O echar la culpa al horno de una comida quemada porque “no funciona bien”, en vez de decir que nos quedamos mirando televisión y nos olvidamos de la cena.
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