Narradora: Hoy vengo a contarles una anécdota de un día en la vida de unos jóvenes en un Perú donde la democracia es una realidad y la igualdad de derechos es respetada por cada ciudadano en todos los lugares hermosos de nuestra Perú.
Era una mañana muy temprano de un lunes y muchas personas estaban trabajando en las oficinas de una empresa muy importante de publicidad, entre ellas estaba una señorita de 28 años de edad que era diseñadora gráfica publicista llamada Camila y era una de las mejores de la empresa, ella tenía como compañero a un joven de 22 años de edad llamado Mark, que todavía estudiaba su carrera técnica de diseño y estaba realizando sus prácticas en la empresa.
Mientras Camila y Mark trabajaban como todos los demás, se vieron interrumpidos por la llegada del administrador de la empresa, que era un señor de unos 40 años, todo un publicista y empresario, se llamaba Sergio.
Sergio saluda a todos y se acerca a una de las pizarras de la oficina y coloca un afiche donde decía que se iba a realizar un concurso para una campaña de autos de colección, y el ganador o ganadora se llevaría un bono de s/. 10.000 mil soles. Y luego se va a su oficina como siempre.
Todos comenzaron a ver el afiche y hablaban de participar para ganarse el bono, en eso
Camila dice en voz alta:
¡Yo me ganare ese bono porque soy la más creativa!
Y Mark su compañero que también estaba ahí, le oyó y también dijo:
- ¡Yo seré quien gane el bono porque me gustan los autos, además así podré pagar mi título de mi carrera!
Entonces manos a la obra, Camila comenzó a hacer unos dibujos de autos, y a la vez Mark buscaba en la computadora todo sobre autos de colección para tener ideas.
Mientras tanto Sergio el administrador, miraba desde el vidrio de su oficina y se dio cuenta de Camila y Mark, de cómo estaban bien esmerados con unas hojas, eso le causo curiosidad y fue a ver qué era lo que hacían exactamente,
se acerca a Camila y con voz fuerte le dice:
Sergio: - ¿Qué estas dibujando?
Y Camila algo asustada, con una sonrisa le responde:
Camila: - Estoy dibujando unos bocetos de autos para ganar el concurso.
Sergio: - ¿Y me imagino que ya cumpliste con tu trabajo de hoy? – pregunta.
Camila: - Por supuesto, ya está todo ok. – responde sonriente.
Y Sergio con una mirada extraña se va de ahí, y se dirige al asiento de Mark y como sorprendiéndole le pregunta:
Sergio: - ¿Qué es lo que escribes tanto Mark?
Mark: - Ideas, muchas ideas sobre los autos de colección para ganar ese concurso – le responde
Sergio: - ¿Imagino que ya enviaste los archivos de la campaña que tenías que terminar? – le pregunta
Mark: - Por supuesto que sí, ya están todos terminados y enviados – le responde sin casi mirarlo porque seguía pensando en más ideas.
Sergio lo queda mirando algo extraño y se regresa a su oficina, cuándo entra se sienta en su escritorio y se queda pensando en ellos dos (Camila y Mark), se toca la punta de su nariz con un dedo y piensa:
- Estos dos están bien entusiasmados en ese concurso, ¿y de verdad creen que pueden ganar? – (Sonríe y sigue pensando)
- Las mujeres no saben nada de autos, y ese jovencito menos sabe de autos antiguos – (se ríe como burlándose a solas)
Narradora: Hoy vengo a contarles una anécdota de un día en la vida de unos jóvenes en un Perú donde la democracia es una realidad y la igualdad de derechos es respetada por cada ciudadano en todos los lugares hermosos de nuestra Perú.
Era una mañana muy temprano de un lunes y muchas personas estaban trabajando en las oficinas de una empresa muy importante de publicidad, entre ellas estaba una señorita de 28 años de edad que era diseñadora gráfica publicista llamada Camila y era una de las mejores de la empresa, ella tenía como compañero a un joven de 22 años de edad llamado Mark, que todavía estudiaba su carrera técnica de diseño y estaba realizando sus prácticas en la empresa.
Mientras Camila y Mark trabajaban como todos los demás, se vieron interrumpidos por la llegada del administrador de la empresa, que era un señor de unos 40 años, todo un publicista y empresario, se llamaba Sergio.
Sergio saluda a todos y se acerca a una de las pizarras de la oficina y coloca un afiche donde decía que se iba a realizar un concurso para una campaña de autos de colección, y el ganador o ganadora se llevaría un bono de s/. 10.000 mil soles. Y luego se va a su oficina como siempre.
Todos comenzaron a ver el afiche y hablaban de participar para ganarse el bono, en eso
Camila dice en voz alta:
¡Yo me ganare ese bono porque soy la más creativa!
Y Mark su compañero que también estaba ahí, le oyó y también dijo:
- ¡Yo seré quien gane el bono porque me gustan los autos, además así podré pagar mi título de mi carrera!
Entonces manos a la obra, Camila comenzó a hacer unos dibujos de autos, y a la vez Mark buscaba en la computadora todo sobre autos de colección para tener ideas.
Mientras tanto Sergio el administrador, miraba desde el vidrio de su oficina y se dio cuenta de Camila y Mark, de cómo estaban bien esmerados con unas hojas, eso le causo curiosidad y fue a ver qué era lo que hacían exactamente,
se acerca a Camila y con voz fuerte le dice:
Sergio: - ¿Qué estas dibujando?
Y Camila algo asustada, con una sonrisa le responde:
Camila: - Estoy dibujando unos bocetos de autos para ganar el concurso.
Sergio: - ¿Y me imagino que ya cumpliste con tu trabajo de hoy? – pregunta.
Camila: - Por supuesto, ya está todo ok. – responde sonriente.
Y Sergio con una mirada extraña se va de ahí, y se dirige al asiento de Mark y como sorprendiéndole le pregunta:
Sergio: - ¿Qué es lo que escribes tanto Mark?
Mark: - Ideas, muchas ideas sobre los autos de colección para ganar ese concurso – le responde
Sergio: - ¿Imagino que ya enviaste los archivos de la campaña que tenías que terminar? – le pregunta
Mark: - Por supuesto que sí, ya están todos terminados y enviados – le responde sin casi mirarlo porque seguía pensando en más ideas.
Sergio lo queda mirando algo extraño y se regresa a su oficina, cuándo entra se sienta en su escritorio y se queda pensando en ellos dos (Camila y Mark), se toca la punta de su nariz con un dedo y piensa:
- Estos dos están bien entusiasmados en ese concurso, ¿y de verdad creen que pueden ganar? – (Sonríe y sigue pensando)
- Las mujeres no saben nada de autos, y ese jovencito menos sabe de autos antiguos – (se ríe como burlándose a solas)