La tarea de colonización española de América estuvo apoyada en un proceso previo o simultáneo de ocupación del territorio en el que las ciudades jugaron un papel fundamental.
Este proceso se inicia en las Antillas. Desde esta plataforma se accede al continente por tres puntos: Panamá, México y lo que se llamó Tierra Firme (Colombia-Venezuela).
El primer núcleo, Panamá, se proyecta hacia América Central y hacia el Perú. El núcleo mexicano se expande por tierras actuales de México y Estados Unidos y hacia las Molucas y las Filipinas, y avanza hacia América Central donde converge con el núcleo panameño. Por otro lado, desde el tercer núcleo, que se proyecta desde las costas que actualmente son de Venezuela y Colombia, la corriente expansiva se dirige hacia el interior, hacia la sabana bogotana donde confluye con otra corriente procedente de Quito.
La tarea de colonización española de América estuvo apoyada en un proceso previo o simultáneo de ocupación del territorio en el que las ciudades jugaron un papel fundamental.
Este proceso se inicia en las Antillas. Desde esta plataforma se accede al continente por tres puntos: Panamá, México y lo que se llamó Tierra Firme (Colombia-Venezuela).
El primer núcleo, Panamá, se proyecta hacia América Central y hacia el Perú. El núcleo mexicano se expande por tierras actuales de México y Estados Unidos y hacia las Molucas y las Filipinas, y avanza hacia América Central donde converge con el núcleo panameño. Por otro lado, desde el tercer núcleo, que se proyecta desde las costas que actualmente son de Venezuela y Colombia, la corriente expansiva se dirige hacia el interior, hacia la sabana bogotana donde confluye con otra corriente procedente de Quito.