1. Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Estoy harta de ver como muchos adultos creen que pueden hablar y tratar a los niños sin ningún respeto. Es cierto que dependen de nosotros y que tenemos la responsabilidad de educarlos, pero antes que niños son seres humanos a los que jamás se debe insultar, menospreciar o ignorar.
2. hay algunas actitudes, en ocasiones muy enraizadas en el ser humano que hacen que éste no trate con el debido respeto a sus semejantes.
Podemos destacar algunas de las más importantes como son:
El egocentrismo y la soberbia: Cuando alguien considera que todo ha de girar en torno a sí mismo es inevitable que tienda a despreciar a los demás y por lo tanto, que no los trate con el respeto que merecen.
La intolerancia: Nadie puede esperar que todo el mundo piense y actúe como uno mismo. Muchas personas no aceptan al que es diferente por el simple hecho de serlo y en ocasiones, lo tratan de una manera despectiva.
La ausencia de valores: La falta de valores hace que las personas basen todas sus actuaciones en conseguir unos objetivos materiales y en satisfacer sus propios deseos o caprichos sin respetar a los demás.
La mala educación: Que hace que muchas personas no sepan guardar unas normas básicas de convivencia.
3. Respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, religión o incluso discapacidades, no solamente es importante en un mundo cada vez más globalizado, sino que prepara a los niños para ser solidarios, a valorar y aprender de otros, a ser tolerantes y respetuosos, y a evitar que tomen decisiones basadas en prejuicios y estereotipos. Aquí van algunas claves sobre cómo enseñar a tus hijos a ser tolerantes y a aceptar a los demás a través del respeto y el conocimiento.
4. . Incentivar el respeto por la diferencia: El respeto en las aulas se impulsa mediante las diferencias de cultura, lenguas, costumbres, género y discapacidades evitando así prejuicios y estereotipos. Los profesores deberían inculcar una sana convivencia entre todos los miembros del grupo y proponer metodologías más efectivas como dinámicas y ejercicios que permitan incluir cada una de las características de los integrantes, promoviendo así una participación más responsable y potencializando, los valores y características inherentes de cada estudiante.
2. Promover un ambiente saludable en el aula: Un contexto positivo puede tener un efecto favorable en los estudiantes, quienes se sentirán más motivados y con una mejor actitud hacia el aprendizaje. Es importante hacerlos sentir bienvenidos a clase sin importar la diversidad de personalidades, esto sin duda incrementará su sentido de pertenencia y, por consiguiente, el ambiente y la convivencia será más saludable entre profesores y alumnos.
3. Transmitir y fomentar la confianza en cada uno de los alumnos: Sin duda, cada individuo es diferente –ya sea en sus creencias, valores, cultura, preferencias, etc.– por ello, promover la confianza de los integrantes del grupo es vital, ya que potencializa las competencias de cada uno, fortalece su autoestima y permite mejores habilidades de expresión, mayor seguridad y confianza.
5. Para lograr que los demás te respeten, empieza respetándote a ti mismo. Inicia un camino hacia el interior donde despertar valías, valores, fortalezas, autoestimas y dignidades. No puedes lograr que los demás te respeten si primero, no tienes una idea clara de qué es el respeto
Respuesta:
1. Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Estoy harta de ver como muchos adultos creen que pueden hablar y tratar a los niños sin ningún respeto. Es cierto que dependen de nosotros y que tenemos la responsabilidad de educarlos, pero antes que niños son seres humanos a los que jamás se debe insultar, menospreciar o ignorar.
2. hay algunas actitudes, en ocasiones muy enraizadas en el ser humano que hacen que éste no trate con el debido respeto a sus semejantes.
Podemos destacar algunas de las más importantes como son:
El egocentrismo y la soberbia: Cuando alguien considera que todo ha de girar en torno a sí mismo es inevitable que tienda a despreciar a los demás y por lo tanto, que no los trate con el respeto que merecen.
La intolerancia: Nadie puede esperar que todo el mundo piense y actúe como uno mismo. Muchas personas no aceptan al que es diferente por el simple hecho de serlo y en ocasiones, lo tratan de una manera despectiva.
La ausencia de valores: La falta de valores hace que las personas basen todas sus actuaciones en conseguir unos objetivos materiales y en satisfacer sus propios deseos o caprichos sin respetar a los demás.
La mala educación: Que hace que muchas personas no sepan guardar unas normas básicas de convivencia.
3. Respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, religión o incluso discapacidades, no solamente es importante en un mundo cada vez más globalizado, sino que prepara a los niños para ser solidarios, a valorar y aprender de otros, a ser tolerantes y respetuosos, y a evitar que tomen decisiones basadas en prejuicios y estereotipos. Aquí van algunas claves sobre cómo enseñar a tus hijos a ser tolerantes y a aceptar a los demás a través del respeto y el conocimiento.
4. . Incentivar el respeto por la diferencia: El respeto en las aulas se impulsa mediante las diferencias de cultura, lenguas, costumbres, género y discapacidades evitando así prejuicios y estereotipos. Los profesores deberían inculcar una sana convivencia entre todos los miembros del grupo y proponer metodologías más efectivas como dinámicas y ejercicios que permitan incluir cada una de las características de los integrantes, promoviendo así una participación más responsable y potencializando, los valores y características inherentes de cada estudiante.
2. Promover un ambiente saludable en el aula: Un contexto positivo puede tener un efecto favorable en los estudiantes, quienes se sentirán más motivados y con una mejor actitud hacia el aprendizaje. Es importante hacerlos sentir bienvenidos a clase sin importar la diversidad de personalidades, esto sin duda incrementará su sentido de pertenencia y, por consiguiente, el ambiente y la convivencia será más saludable entre profesores y alumnos.
3. Transmitir y fomentar la confianza en cada uno de los alumnos: Sin duda, cada individuo es diferente –ya sea en sus creencias, valores, cultura, preferencias, etc.– por ello, promover la confianza de los integrantes del grupo es vital, ya que potencializa las competencias de cada uno, fortalece su autoestima y permite mejores habilidades de expresión, mayor seguridad y confianza.
5. Para lograr que los demás te respeten, empieza respetándote a ti mismo. Inicia un camino hacia el interior donde despertar valías, valores, fortalezas, autoestimas y dignidades. No puedes lograr que los demás te respeten si primero, no tienes una idea clara de qué es el respeto
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