1. La Universidad de Texas en el Paso (“La Universidad” o "UTEP”) tiene el compromiso de mantener un ambiente académico y laboral libre de discriminación basada en el género sexual, según lo estipulado por el Título IX de las Enmiendas de Educación de 1972 (Título IX), el cual prohíbe la discriminación basada en el género, en los programas o las actividades educativas; el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 (Título VII), que prohíbe la discriminación sexual en el empleo; la Ley de Eliminación de Violencia Sexual en el Campus (Ley SaVE, por sus siglas en inglés); la Ley sobre la Violencia contra la Mujer (VAWA, por sus siglas en inglés) y la Ley Clery. No se tolerarán las conductas sexuales inapropiadas, las represalias y demás conductas que están prohibidas bajo la Política de Conductas Sexuales Inapropiadas (Sección IV, Capítulo 3 del Manual de Procedimientos Operativos) y estarán sujetas a sanciones disciplinarias.
2. La respuesta que da la Biblia
No. Las Escrituras indican que el placer sexual es un regalo que Dios otorga a las parejas casadas. Enseñan que él mismo creó dos géneros: “macho y hembra”, y que todo cuanto había creado llegó a ser “muy bueno” a su vista (Génesis 1:27, 31). Cuando unió en matrimonio a la primera pareja, les dijo que tendrían que “llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24). Eso significaba que todo matrimonio podría disfrutar de intimidad sexual y que estaría unido por un fuerte vínculo emocional.
La Biblia describe así el placer que el matrimonio concede al esposo: “Regocíjate con la esposa de tu juventud [...]. Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente” (Proverbios 5:18, 19). Dios también desea que las esposas disfruten de las relaciones sexuales, pues 1 Corintios 7:3 dice: “El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa” (Nueva Traducción Viviente).
Un regalo para los casados
Dios ha dejado claro que solo las parejas casadas pueden tener relaciones sexuales. La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros” (Hebreos 13:4). Por tanto, los esposos deben ser fieles el uno al otro y fortalecer su sentido de compromiso. Para disfrutar a plenitud del matrimonio lo más importante no es satisfacer los deseos propios, sino los del cónyuge. Ya lo dice la Biblia: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).
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Las circunstancias nos han llevado a iniciar una nueva manera de llevar a cabo nuestra enseñanza, por eso, es que les presentamos los temas y los cuadernos de Educación Religiosa.
Respuesta:
1. La Universidad de Texas en el Paso (“La Universidad” o "UTEP”) tiene el compromiso de mantener un ambiente académico y laboral libre de discriminación basada en el género sexual, según lo estipulado por el Título IX de las Enmiendas de Educación de 1972 (Título IX), el cual prohíbe la discriminación basada en el género, en los programas o las actividades educativas; el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 (Título VII), que prohíbe la discriminación sexual en el empleo; la Ley de Eliminación de Violencia Sexual en el Campus (Ley SaVE, por sus siglas en inglés); la Ley sobre la Violencia contra la Mujer (VAWA, por sus siglas en inglés) y la Ley Clery. No se tolerarán las conductas sexuales inapropiadas, las represalias y demás conductas que están prohibidas bajo la Política de Conductas Sexuales Inapropiadas (Sección IV, Capítulo 3 del Manual de Procedimientos Operativos) y estarán sujetas a sanciones disciplinarias.
2. La respuesta que da la Biblia
No. Las Escrituras indican que el placer sexual es un regalo que Dios otorga a las parejas casadas. Enseñan que él mismo creó dos géneros: “macho y hembra”, y que todo cuanto había creado llegó a ser “muy bueno” a su vista (Génesis 1:27, 31). Cuando unió en matrimonio a la primera pareja, les dijo que tendrían que “llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24). Eso significaba que todo matrimonio podría disfrutar de intimidad sexual y que estaría unido por un fuerte vínculo emocional.
La Biblia describe así el placer que el matrimonio concede al esposo: “Regocíjate con la esposa de tu juventud [...]. Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente” (Proverbios 5:18, 19). Dios también desea que las esposas disfruten de las relaciones sexuales, pues 1 Corintios 7:3 dice: “El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa” (Nueva Traducción Viviente).
Un regalo para los casados
Dios ha dejado claro que solo las parejas casadas pueden tener relaciones sexuales. La Biblia dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros” (Hebreos 13:4). Por tanto, los esposos deben ser fieles el uno al otro y fortalecer su sentido de compromiso. Para disfrutar a plenitud del matrimonio lo más importante no es satisfacer los deseos propios, sino los del cónyuge. Ya lo dice la Biblia: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).
Explicación:
me das corona
enseñanza, por eso, es que les presentamos los temas y los cuadernos de Educación
Religiosa.