Respuesta:A las nueve de la mañana el doctor Alejandro Próspero Révérend fue cuestionado por el general Mariano Montilla sobre el estado de salud de Bolívar, éste le informó del funesto pronóstico lo cual aumentó considerablemente la preocupación en el séquito de Simón Bolívar. Tras una breve ausencia del médico debido al cumplimiento de un favor pedido por el general Mariano Montilla de hacer una visita al obispo de Santa Marta, quien se encontraba enfermo, y siempre rodeado de la constante angustia de no poder regresar a tiempo y asistir al general si se presentaba su muerte, el regreso del médico se produjo antes del mediodía y tras realizar nuevamente la evaluación del progreso del general, quien ya no hablaba sino de manera confusa, sólo sirvió de confirmación al peor pronóstico.
Tras el paso de una mañana marcada por el constante desvanecimiento de los signos vitales y pasado el mediodía, el silencio del salón principal de la casa, el cual estaba ocupado por los edecanes, la cúpula militar del Ejército Patriota y los amigos más íntimos de Bolívar, se vio interrumpido por las palabras de su médico Alejandro Próspero Révérend, quien los invitó a pasar a la habitación contigua si querían presenciar los últimos momentos del héroe venezolano. Rodeado de su séquito, y tras una larga pero calmada agonía, Simón Bolívar falleció a la una de la tarde con tres minutos y cincuenta y cinco segundos del viernes 17 de diciembre de 1830.
Respuesta:A las nueve de la mañana el doctor Alejandro Próspero Révérend fue cuestionado por el general Mariano Montilla sobre el estado de salud de Bolívar, éste le informó del funesto pronóstico lo cual aumentó considerablemente la preocupación en el séquito de Simón Bolívar. Tras una breve ausencia del médico debido al cumplimiento de un favor pedido por el general Mariano Montilla de hacer una visita al obispo de Santa Marta, quien se encontraba enfermo, y siempre rodeado de la constante angustia de no poder regresar a tiempo y asistir al general si se presentaba su muerte, el regreso del médico se produjo antes del mediodía y tras realizar nuevamente la evaluación del progreso del general, quien ya no hablaba sino de manera confusa, sólo sirvió de confirmación al peor pronóstico.
Tras el paso de una mañana marcada por el constante desvanecimiento de los signos vitales y pasado el mediodía, el silencio del salón principal de la casa, el cual estaba ocupado por los edecanes, la cúpula militar del Ejército Patriota y los amigos más íntimos de Bolívar, se vio interrumpido por las palabras de su médico Alejandro Próspero Révérend, quien los invitó a pasar a la habitación contigua si querían presenciar los últimos momentos del héroe venezolano. Rodeado de su séquito, y tras una larga pero calmada agonía, Simón Bolívar falleció a la una de la tarde con tres minutos y cincuenta y cinco segundos del viernes 17 de diciembre de 1830.
Explicación: xd