Camina. Intenta hacerlo durante 30 minutos al día de forma continua. Aprovecha los parques cercanos a tu casa, hazlo solo u organízate para quedar con un amigo y conversar mientras dais un paseo tranquilo. Además de ejercitarte, seguro que consigues pasar un buen rato en compañía.
Aparca el coche. Intenta hacer tus desplazamientos caminando. Si te mueves en transporte público, ¿por qué no te bajas un par de paradas antes de tu destino y haces el resto del recorrido caminando?
Elige siempre las escaleras. Subir unos escalones en tu casa, en la oficina o cuando vayas a un centro comercial es mucho más beneficioso. Deja el ascensor para personas que de verdad lo necesiten.
Quítale el polvo a la bicicleta. Anímate a usarla para ir al trabajo u otros desplazamientos. Como es un medio de transporte que no contamina, de paso, le estarás haciendo un favor al medio ambiente.
Si trabajas en una oficina, tómate unos minutos de descanso, sal y camina. Romper con la inactividad te ayudará a desconectar de los problemas y tensiones laborales.
Únete a grupos que organicen visitas, excursiones, senderismo o cualquier otro tipo de actividades recreativas que impliquen desplazamientos.
Aprovecha el momento que dedicas a las labores domésticas. Limpiar, pintar o mover los muebles de la casa para darle otro aire al hogar implican un esfuerzo que puede ser muy beneficioso.
¿Te gusta ver la tele? ¡Pues sácale partido al tiempo que estás delante del televisor! Si tienes una bicicleta estática o una máquina de step, aprovecha para utilizarlas mientras estás frente a la pantalla.
Conéctate a Internet y busca un vídeo de ejercicio sencillo. ¿Por qué no pruebas con uno de yoga para empezar?
¡Mueve el esqueleto! Pon un poco de música en casa y déjate llevar. ¿Puede haber un ejercicio más divertido que bailar?
Garantizar que las políticas e intervenciones incluyan explícitamente a las poblaciones excluidas y menos favorecidas, y tengan un foco central en la infancia, desde los primeros años de vida.
Priorizar enfoques comunitarios y basados en contextos sociales, en lugar de aquellos enfoques que plantean una visión de “arriba hacia abajo”.
Incorporar el enfoque de equidad en la programación y las políticas basadas en evidencia.
Impulsar la participación de las poblaciones más vulnerables, en particular de niños, niñas y jóvenes, no sólo como beneficiarios sino también como agentes de cambio social.
Invertir en estrategias inclusivas de protección social, como un componente clave de la política pública.
Priorizar en políticas y programas de reducción de la pobreza y, al mismo tiempo, involucrar estructuras macroeconómicas a través de la tributación progresiva, y profundizando las medidas contra la corrupción, las transferencias financieras ilícitas y la evasión fiscal.
Establecer respuestas y políticas integrales para toda la vida y a partir de enfoques intersectoriales que aborden privaciones multidimensionales y superpuestas.
Desarrollar metas medibles para monitorear el progreso en la reducción de las brechas de desigualdad social y económica.
Promover e incorporar un enfoque de equidad en los marcos institucionales, organizativos y políticos, más allá de lo desarrollado en temas de género en las últimas décadas.
Desarrollar una terminología coherente de los componentes clave del concepto de equidad.
Respuesta:
Camina. Intenta hacerlo durante 30 minutos al día de forma continua. Aprovecha los parques cercanos a tu casa, hazlo solo u organízate para quedar con un amigo y conversar mientras dais un paseo tranquilo. Además de ejercitarte, seguro que consigues pasar un buen rato en compañía.
Aparca el coche. Intenta hacer tus desplazamientos caminando. Si te mueves en transporte público, ¿por qué no te bajas un par de paradas antes de tu destino y haces el resto del recorrido caminando?
Elige siempre las escaleras. Subir unos escalones en tu casa, en la oficina o cuando vayas a un centro comercial es mucho más beneficioso. Deja el ascensor para personas que de verdad lo necesiten.
Quítale el polvo a la bicicleta. Anímate a usarla para ir al trabajo u otros desplazamientos. Como es un medio de transporte que no contamina, de paso, le estarás haciendo un favor al medio ambiente.
Si trabajas en una oficina, tómate unos minutos de descanso, sal y camina. Romper con la inactividad te ayudará a desconectar de los problemas y tensiones laborales.
Únete a grupos que organicen visitas, excursiones, senderismo o cualquier otro tipo de actividades recreativas que impliquen desplazamientos.
Aprovecha el momento que dedicas a las labores domésticas. Limpiar, pintar o mover los muebles de la casa para darle otro aire al hogar implican un esfuerzo que puede ser muy beneficioso.
¿Te gusta ver la tele? ¡Pues sácale partido al tiempo que estás delante del televisor! Si tienes una bicicleta estática o una máquina de step, aprovecha para utilizarlas mientras estás frente a la pantalla.
Conéctate a Internet y busca un vídeo de ejercicio sencillo. ¿Por qué no pruebas con uno de yoga para empezar?
¡Mueve el esqueleto! Pon un poco de música en casa y déjate llevar. ¿Puede haber un ejercicio más divertido que bailar?
Respuesta:
Garantizar que las políticas e intervenciones incluyan explícitamente a las poblaciones excluidas y menos favorecidas, y tengan un foco central en la infancia, desde los primeros años de vida.
Priorizar enfoques comunitarios y basados en contextos sociales, en lugar de aquellos enfoques que plantean una visión de “arriba hacia abajo”.
Incorporar el enfoque de equidad en la programación y las políticas basadas en evidencia.
Impulsar la participación de las poblaciones más vulnerables, en particular de niños, niñas y jóvenes, no sólo como beneficiarios sino también como agentes de cambio social.
Invertir en estrategias inclusivas de protección social, como un componente clave de la política pública.
Priorizar en políticas y programas de reducción de la pobreza y, al mismo tiempo, involucrar estructuras macroeconómicas a través de la tributación progresiva, y profundizando las medidas contra la corrupción, las transferencias financieras ilícitas y la evasión fiscal.
Establecer respuestas y políticas integrales para toda la vida y a partir de enfoques intersectoriales que aborden privaciones multidimensionales y superpuestas.
Desarrollar metas medibles para monitorear el progreso en la reducción de las brechas de desigualdad social y económica.
Promover e incorporar un enfoque de equidad en los marcos institucionales, organizativos y políticos, más allá de lo desarrollado en temas de género en las últimas décadas.
Desarrollar una terminología coherente de los componentes clave del concepto de equidad.
Explicación: