¿Cómo valora, en términos generales, la situación económica de Venezuela? Es una crisis estructural que requiere de cambios profundos que superen el ultra intervencionismo estatal.
La devaluación de la moneda, a inicios de 2013, ha demostrado sus principales consecuencias. Además de la elevada inflación, ¿qué otros aspectos deberán afrontar los venezolanos a corto plazo? Un mayor control político por parte del Gobierno en la medida que continúa teniendo la última palabra en la asignación de las divisas que requieren los venezolanos y, que los partidarios de la “revolución” y/o el propio Gobierno, continúen con un ecosistema y un conglomerado de empresas que, de otra manera, no existirían.
¿Qué parte de la población es la que está padeciendo, en mayor medida, los impactos negativos de la economía? La gran mayoría de la población y, con mayor fuerza, la decaída clase media.
¿Se podrían considerar de ciertos los rumores sobre una nueva devaluación de la moneda o el SICAD ya fue una forma de devaluación encubierta? Es importante tener presente que, hasta ahora, el régimen ha devaluado el bolívar en tres oportunidades y estableció desde hace cinco años el control de cambio, por tanto, otra devaluación no debe descartarse al ser una fuente importante de financiamiento del insaciable gasto público chavista.
¿Cuál es su valoración del SICAD?, ¿Es una solución real ante la ausencia de divisas? La ausencia de divisas es sólo consecuencia del control de cambio. Las divisas que genera la economía nacional son suficientes (especialmente las que aporta la industria petrolera) para los requerimientos de importaciones de Venezuela. La solución racional es retornar al libre mercado y/o a un tipo de cambio fijo, pero actualmente tenemos tres tipos de cambio: el Sistema Complementario de Divisas (SICAD), el Sistema Oficial, la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) y el Sistema que rige en el mercado negro, cada uno de ellos con un valor diferente.
El SICAD está lejos de ser una subasta, pues en una subasta normal el ganador es el mejor postor, es lo que los expertos denominan subasta tipo Vickrey; es decir, el mejor postor queda fuera y las restantes ofertas siguen en pie. Por ejemplo, en la última subasta en el caso de las empresas y las zonas libres todas las cotizaciones por encima de 16 bolívares por dólar quedaron fuera y en el caso de las personas naturales se rechazaron las que superaron los 15 bolívares por dólar. En fin, el SICAD está fuera de las exigencias del mercado.
A su parecer, ¿en cuánto podrá cerrar la tasa inflacionaria para 2013? Si el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Área Metropolitana cerró en el 4,7% en junio de 2013, el acumulado anual a nivel nacional será del 25%, muy por encima de la tasa de 20012, que se situó en 19,5%.
¿Es posible que, a corto plazo, Venezuela logre una inflación de un solo dígito? Imposible si se mantiene la actual política económica que es la causante de la inflación.
El Gobierno culpa al sector privado de acaparar y el sector privado se defiende diciendo que el Gobierno no produce y coloca excesivos controles, ¿de quién es, en realidad, la culpa del desabastecimiento? En una economía de mercado no se produce el acaparamiento entendido como la retención temporal de parte de la producción de bienes a fin de obtener un incremento en los precios. Lo que sucede en Venezuela es una drástica reducción de la producción de bienes que se ha traducido en desabastecimiento, especialmente de bienes origen agrícola y agroindustrial.
Las unidades expropiadas y las Empresas de Producción Social (EPS), germen del llamado socialismo del siglo XXI, han constituido un total fracaso y, por otra parte, la ausencia de un mercado transparente y libre de divisas se convierte en un obstáculo a la producción dado el alto componente importado de la producción nacional proveniente del vilipendiado sector privado.
Venezuela ha contraído importantes deudas internacionales, en especial con China y Rusia. ¿Cómo afectan al desempeño económico de la nación y qué consecuencias podrían traer para los venezolanos? La deuda pública nacional ha aumentado 63% en los tres últimos años. En el año 2010, se ubicaba en 109 millardos de dólares y en 2013 alcanzará el monto de 178 millardos de dólares, a pesar del creciente ingreso petrolero.
Esta situación es consecuencia del voraz gasto público, esencialmente improductivo, así como de las exigencias de la política cambiaria, que además motivó a PDVSA y otros organismos públicos a endeudarse para financiar a las Misiones y para cancelar las expropiaciones. Así pues, el presupuesto público será cada vez menos dinamizador de la economía, en la medida que crezca el pago del servicio de la deuda pública.
Tras una década, se sigue debatiendo sobre los efectos negativos del control de cambio. ¿Cuál sería, a su parecer, la mejor solución para el problema de la obtención de divisas en Venezuela?
¿Cómo valora, en términos generales, la situación económica de Venezuela?
Es una crisis estructural que requiere de cambios profundos que superen el ultra intervencionismo estatal.
La devaluación de la moneda, a inicios de 2013, ha demostrado sus principales consecuencias. Además de la elevada inflación, ¿qué otros aspectos deberán afrontar los venezolanos a corto plazo?
Un mayor control político por parte del Gobierno en la medida que continúa teniendo la última palabra en la asignación de las divisas que requieren los venezolanos y, que los partidarios de la “revolución” y/o el propio Gobierno, continúen con un ecosistema y un conglomerado de empresas que, de otra manera, no existirían.
¿Qué parte de la población es la que está padeciendo, en mayor medida, los impactos negativos de la economía?
La gran mayoría de la población y, con mayor fuerza, la decaída clase media.
¿Se podrían considerar de ciertos los rumores sobre una nueva devaluación de la moneda o el SICAD ya fue una forma de devaluación encubierta?
Es importante tener presente que, hasta ahora, el régimen ha devaluado el bolívar en tres oportunidades y estableció desde hace cinco años el control de cambio, por tanto, otra devaluación no debe descartarse al ser una fuente importante de financiamiento del insaciable gasto público chavista.
¿Cuál es su valoración del SICAD?, ¿Es una solución real ante la ausencia de divisas?
La ausencia de divisas es sólo consecuencia del control de cambio. Las divisas que genera la economía nacional son suficientes (especialmente las que aporta la industria petrolera) para los requerimientos de importaciones de Venezuela. La solución racional es retornar al libre mercado y/o a un tipo de cambio fijo, pero actualmente tenemos tres tipos de cambio: el Sistema Complementario de Divisas (SICAD), el Sistema Oficial, la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) y el Sistema que rige en el mercado negro, cada uno de ellos con un valor diferente.
El SICAD está lejos de ser una subasta, pues en una subasta normal el ganador es el mejor postor, es lo que los expertos denominan subasta tipo Vickrey; es decir, el mejor postor queda fuera y las restantes ofertas siguen en pie. Por ejemplo, en la última subasta en el caso de las empresas y las zonas libres todas las cotizaciones por encima de 16 bolívares por dólar quedaron fuera y en el caso de las personas naturales se rechazaron las que superaron los 15 bolívares por dólar. En fin, el SICAD está fuera de las exigencias del mercado.
A su parecer, ¿en cuánto podrá cerrar la tasa inflacionaria para 2013?
Si el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Área Metropolitana cerró en el 4,7% en junio de 2013, el acumulado anual a nivel nacional será del 25%, muy por encima de la tasa de 20012, que se situó en 19,5%.
¿Es posible que, a corto plazo, Venezuela logre una inflación de un solo dígito?
Imposible si se mantiene la actual política económica que es la causante de la inflación.
El Gobierno culpa al sector privado de acaparar y el sector privado se defiende diciendo que el Gobierno no produce y coloca excesivos controles, ¿de quién es, en realidad, la culpa del desabastecimiento?
En una economía de mercado no se produce el acaparamiento entendido como la retención temporal de parte de la producción de bienes a fin de obtener un incremento en los precios. Lo que sucede en Venezuela es una drástica reducción de la producción de bienes que se ha traducido en desabastecimiento, especialmente de bienes origen agrícola y agroindustrial.
Las unidades expropiadas y las Empresas de Producción Social (EPS), germen del llamado socialismo del siglo XXI, han constituido un total fracaso y, por otra parte, la ausencia de un mercado transparente y libre de divisas se convierte en un obstáculo a la producción dado el alto componente importado de la producción nacional proveniente del vilipendiado sector privado.
Venezuela ha contraído importantes deudas internacionales, en especial con China y Rusia. ¿Cómo afectan al desempeño económico de la nación y qué consecuencias podrían traer para los venezolanos?
La deuda pública nacional ha aumentado 63% en los tres últimos años. En el año 2010, se ubicaba en 109 millardos de dólares y en 2013 alcanzará el monto de 178 millardos de dólares, a pesar del creciente ingreso petrolero.
Esta situación es consecuencia del voraz gasto público, esencialmente improductivo, así como de las exigencias de la política cambiaria, que además motivó a PDVSA y otros organismos públicos a endeudarse para financiar a las Misiones y para cancelar las expropiaciones. Así pues, el presupuesto público será cada vez menos dinamizador de la economía, en la medida que crezca el pago del servicio de la deuda pública.
Tras una década, se sigue debatiendo sobre los efectos negativos del control de cambio. ¿Cuál sería, a su parecer, la mejor solución para el problema de la obtención de divisas en Venezuela?